La evolución de la agricultura y de su mecanización ha llevado a desarrollar equipos que incorporan constantes innovaciones mecánicas, hidráulicas, electrónicas e informáticas y que se adaptan a diferentes condiciones y tipos de cultivo. El tractor agrícola, base de la mecanización agraria, se sitúa a la vanguardia en la aplicación de nuevos diseños y tecnologías como las denominadas de “precisión”.
La Agricultura de Conservación (AC) no es ajena a esta evolución, sino todo lo contrario, ya que en general, los agricultores que la practican son inquietos e innovadores. Por otra parte, las empresas de servicios tienen una especial incidencia sobre la AC porque suelen ser los vectores de introducción de los cambios en la mecanización agraria.
Para hablar de los tractores en la AC hemos de establecer que son diferentes los requisitos de los tractores en los cultivos extensivos y en los leñosos, a pesar de que hay aspectos comunes válidos en ambos.
La potencia necesaria suele ser mayor en los primeros debido al uso de sembradoras directas de anchos medio-altos y de elevado peso. En los leñosos son claves aspectos como la maniobrabilidad, disponer de marchas cortas para operaciones como el triturado de leña y, en muchos casos, la adaptación a marcos estrechos de plantación.
La correcta elección de el/los tractor/es es un aspecto clave; disponer de un exceso de potencia supone mayor inversión, coste horario, compactación y un bajo aprovechamiento de la potencia nominal.
En cambio, un tractor pequeño puede comprometer la realización de las tareas con tiempo limitado (siembra, tratamientos, recolección) aumentando los costes de demora (debidos a no realizar las operaciones en su momento óptimo), e imposibilita el empleo de máquinas exigentes en potencia y/o con necesidades de elevación.
Tecnologías actuales en los tractores
Los tractores actuales suelen ir equipados con motores diesel de inyección directa, turbocompresor e “intercooler”, cuatro válvulas por cilindro, para una evacuación eficiente de gases, y sistemas electrónicos de inyección de combustible que optimicen el rendimiento del motor, permitiendo controlar de manera precisa la cantidad y duración de la inyección, lo cual contribuye a la reducción del consumo y de la emisión de gases de escape.
Utilizan sensores de temperatura (agua, aceite, aire, combustible y gases de escape), presión (aire en la admisión y aceite de lubricación), caudal (aire en la admisión), posición (acelerador, regulador de la bomba de inyección y árbol de levas) y régimen del motor.
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