Plan de impulso de la economía española en los sectores asociados al cambio climático
Impulso a la internacionalización de la economía española en sectores mediambientales
Este Plan pretende integrar el Cambio Climático como elemento transversal de la política de internacionalización de la empresa española con tres objetivos fundamentales: Consolidar la presencia y mejorar la competitividad, identificar y desarrollar nuevas oportunidades de actuación en el exterior y contribuir a que se alcancen los objetivos de reducción de emisiones a nivel global y en España.
Marco internacional y objetivos de Plan.
La lucha contra el Cambio Climático y sus efectos constituye uno de los retos más importantes de las sociedades actuales. Los posibles efectos irreversibles de este fenómeno en el futuro han hecho necesaria la puesta en marcha de una acción coordinada a nivel internacional, respaldada por compromisos políticos al más alto nivel, que permitirá revisar los modelos productivos en los que se basa el crecimiento económico, tanto de los países desarrollados, como de los países en vías de desarrollo.
El marco internacional de referencia para la lucha contra el Cambio Climático es la Convención Marco de Naciones Unidas y su Protocolo de Kioto, que recoge compromisos de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para el período 2008-2012 para los países desarrollados.
En la actualidad, se está negociando el régimen climático que habrá de suceder al ahora vigente a partir de 2013, y que deberá incorporar ambiciosos objetivos de reducción a medio y largo plazo que impidan un calentamiento del sistema climático cuyos efectos catastróficos serían irreversibles.
La transformación de los modelos económicos actuales en modelos bajos en carbono implica trabajar en cuatro ejes principales, que al mismo tiempo contribuyen a aumentar la seguridad energética y disminuir la dependencia; aumentar el ahorro y la eficiencia energética; reducir el consumo de combustibles fósiles a favor de las fuentes de energía renovables; consolidar la implantación de nuevas tecnologías y promover la innovación en todos los procesos productivos.
La Unión Europea ha entendido este reto. Así, el Paquete de Energía y Cambio Climático establece unos compromisos claros para 2020, tanto de reducción de los GEI (-20%) como de uso de energías renovables (+20%). Estos objetivos se acompañan además de un compromiso de incremento de la eficiencia energética en un 20%. Con estos compromisos, la UE ofrece un marco de referencia sin precedentes que permite a las empresas europeas desarrollar sus estrategias de inversión a medio y largo plazo en los sectores afectados. Cabe destacar, en este sentido, que, en el caso de España, estos sectores han tenido un importante desarrollo en los últimos años, lo cual sitúa a las empresas españolas en un punto de partida relativamente más favorable.
Desde un punto de vista geográfico, es importante subrayar que estas actuaciones deben ponerse en marcha no sólo en los países desarrollados - que han basado su crecimiento en modelos dependientes de los combustibles fósiles-, sino también en los países en vías de desarrollo, en particular en aquéllos donde el crecimiento de la demanda energética se proyecta mayor durante los próximos 30 años. En este contexto, es imprescindible la movilización de recursos financieros y, especialmente, la transferencia de tecnologías hacia estos países, de manera que sus modelos de desarrollo incorporen desde sus primeras etapas las nuevas tecnologías. Esto constituye uno de los elementos básicos de referencia para la elaboración de este Plan.
Desde un punto de vista cuantitativo, de acuerdo con las estimaciones de la Convención Marco de Cambio Climático presentadas en 2008, para lograr los objetivos de reducción de GEI compatibles con aumentos de temperatura que el sistema climático pueda soportar sin que existan efectos irreversibles, la inversión anual deberá superar los 250.000 millones de dólares en 2030. Se estima que la mitad de este importe se dedicará a los países en vías de desarrollo, y que dos tercios provendrán de la movilización de recursos privados. Aunque obviamente estas cifras están sometidas a la incertidumbre asociada al alcance del acuerdo internacional y a las hipótesis tecnológicas que subyacen, lo cierto es que se van a movilizar importantes cantidades de recursos que ofrecen oportunidades de actuación a las empresas en los sectores asociados a la mitigación. Para lograr que los países en vía de desarrollo asuman el compromiso de reducir el crecimiento de sus emisiones de GEI, la movilización de los recursos financieros se vinculará a actuaciones concretas que queden recogidas en los programas o estrategias nacionales. Estas estrategias pueden convertirse en las herramientas fundamentales del nuevo marco de cooperación en materia de cambio climático.
En lo que se refiere a la movilización de recursos financieros para la transferencia de tecnologías para la Mitigación, hay que destacar el papel que desempeñan los mecanismos basados en proyectos del Protocolo de Kioto, en particular el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), en virtud del cual las empresas y Gobiernos de países con obligaciones de reducción promueven en los países en vías de desarrollo proyectos bajos en carbono que generan unos derechos de emisión que pueden adquirirse para dar cumplimiento a los objetivos de reducción. Este mecanismo, además de contribuir a la reducción de emisiones de GEI, permite movilizar transferencia de tecnología y financiación privada hacia esos países. En este sentido, cabe destacar que, de acuerdo con las estimaciones de la Comisión Europea, un tercio de la financiación para los países en vías de desarrollo podría proceder del mercado de carbono.
De hecho, de acuerdo con el Banco Mundial, el Mecanismo de Desarrollo Limpio movilizó del orden de 20.000 millones de euros entre los años 2002 y 2007. Estos recursos, a su vez, han permitido financiación adicional para proyectos de energías limpias por valor de 39.000 millones de euros adicionales en el mismo período. Por su parte, el mercado de carbono moviliza en su conjunto 50.000 millones de euros anuales.
En el caso de España, la senda de cumplimiento de los compromisos asumidos en el marco del Protocolo de Kioto, recogida en el Plan Nacional de Asignación 2008-2012, indica que será necesario adquirir 289,39 millones de reducciones de emisión (MTCO2e) en este periodo si no se realizan medidas domésticas adicionales. Dado que el porcentaje de emisiones correspondiente a los sectores difusos se ha fijado en el 55%, la Administración española necesitará adquirir 159,15 millones de reducciones de emisión para cumplir sus compromisos.
Para ello, se han realizado contribuciones a los Fondos de Carbono gestionados por las Instituciones Financieras Internacionales que superan los 400 millones de euros. Tal y como se detallará más adelante, el objetivo es que estos recursos permitan abrir nuevas oportunidades de actuación a las empresas españolas, al tiempo que se promueva que los derechos de emisión que se generen permitan también que España cumpla con sus compromisos del Protocolo de Kioto.
De la misma manera, la Adaptación a los impactos del cambio climático constituye otro eje fundamental de acción. Según Naciones Unidas, la adaptación es un proceso mediante el cual las sociedades crean mejores condiciones para hacer frente a un futuro incierto. Tanto las tecnologías asociadas a la observación y anticipación de los fenómenos climáticos, como las vinculadas a los recursos potencialmente afectados, muy en particular los recursos hídricos, zonas costeras, agricultura, biodiversidad, etc. van a experimentar un desarrollo importante en las próximas décadas. Las estimaciones de la Convención de Cambio Climático sobre la necesidad de movilizar recursos financieros para estos fines se elevan en este ámbito hasta los 50.000 millones de dólares anuales para el año 2030. Se ha creado un nuevo mecanismo para este fin, el Fondo de Adaptación, en operación desde el año 2007 bajo el amparo del Protocolo de Kioto, que financiará programas y proyectos de adaptación en países en vías de desarrollo y que se nutre de una tasa (2%) impuesta a la emisión de Reducciones Certificadas de Emisión del Protocolo de Kioto.
Por último, hay que mencionar otro sector clave de la lucha contra el Cambio Climático, el de las actividades relacionadas con el uso de la tierra. Entre 2000 y 2005 se destruyeron anualmente 13 millones de hectáreas de bosques tropicales. La deforestación y degradación de los bosques ocupan el segundo lugar entre las causas del calentamiento global, siendo responsables por el 20% de las emisiones globales de GEI, porcentaje que se eleva hasta el 80% en países como Brasil e Indonesia. Las políticas de reforestación y conservación de las masas forestales son, por tanto, fundamentales. La Convención Marco de Cambio Climático contempla por tanto que la absorción de CO2 por esta vía sea también muy importante.
En definitiva, tal y como se detallará en el análisis sectorial a continuación, la necesidad de poner en marcha de modo masivo proyectos asociados a la lucha contra el cambio climático y sus impactos justifica la necesidad de implementar una política coordinada al objeto de poder aprovechar, en la medida de lo posible, aquellas oportunidades de actuación que podrían generarse para las empresas españolas. De hecho, las empresas españolas mejor valoradas contemplan hoy el cambio climático no sólo como un elemento de sus políticas medioambientales o de responsabilidad social corporativa, sino como un reto que debe afrontarse por razones de economía y eficiencia, tras valorar riesgos y oportunidades en la inversión e identificar elementos diferenciadores en un contexto de alta competitividad. Han entendido que una reflexión y un posicionamiento tempranos permiten convertir el reto del cambio climático en una fuente de nuevas oportunidades de actuación que refuerce la posición competitiva de cada empresa en el nuevo contexto global.
En resumen, este Plan pretende integrar el Cambio Climático como elemento transversal de la política de internacionalización de la empresa española con tres objetivos fundamentales:
1. Consolidar la presencia y mejorar la competitividad internacional de las empresas españolas en sectores de energías renovables y de tecnologías avanzadas para la lucha contra el Cambio Climático, fomentando e impulsando su desarrollo a través de la I+D nacional y aumentando su capacidad tecnológica, y contribuyendo así a crear una imagen de España y de su sector empresarial asociada con un desarrollo bajo en carbono.
2. Identificar y desarrollar nuevas oportunidades de actuación para las empresas españolas en el exterior.
3. Contribuir a que se alcancen tanto los objetivos de reducción de emisiones a nivel global como los asumidos por España, maximizando las oportunidades para que España puede poner en marcha proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto y adquirir las reducciones de emisión que generen.
El Plan, que ha sido elaborado conjuntamente por la Secretaría de Estado de Comercio, la Secretaría de Estado de Economía, la Secretaría de Estado de Cambio Climático y la Secretaría de Estado de Investigación, determina el marco que debe guiar todas las actuaciones dirigidas a apoyar la actividad de las empresas españolas en los sectores de referencia. Para ello, se estructura en torno a los siguientes puntos:
En primer lugar, se describe la situación actual de las empresas españolas en relación los sectores más relevantes y se hace un breve diagnóstico de la situación actual. A continuación, se describen los sectores con mayor potencial asociados al cambio climático. En tercer lugar, se recogen y analizan por áreas geográficas las medidas y actuaciones que, en el marco una política transversal de cambio climático, se reforzarán y se pondrán en marcha a través de este Plan, para el cumplimiento de sus objetivos, incidiendo especialmente en los instrumentos de apoyo financiero a la internacionalización de las empresas, las actividades promocionales y de información, las medidas para maximizar la participación de las empresas españolas en las instituciones financieras internacionales en este ámbito, y las actuaciones de carácter transversal.
El Grupo Técnico de trabajo Internacionalización-Cambio Climático constituido en el marco del Grupo Interministerial de Cambio Climático (que preside el Secretario de Estado de Economía), se encargará de dar seguimiento a estas actuaciones y de analizar posibles nuevas líneas de acción.