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Las cubiertas vegetales cumplen una función clave en el control de plagas del olivar
Las cubiertas vegetales incrementan la abundancia de la mayor parte de los enemigos naturales de las plagas, favoreciendo así el control biológico
Investigadores de la Estación Experimental del Zaidín demuestran que las manchas de vegetación herbácea y de vegetación leñosa presentes en los cultivos del olivar disminuyen la abundancia de las plagas. Las cubiertas vegetales incrementan la abundancia de la mayor parte de los enemigos naturales de las plagas, favoreciendo así el control biológico
Investigadores de la Estación Experimental del Zaidín demuestran que las manchas de vegetación herbácea y de vegetación leñosa presentes en los cultivos del olivar disminuyen la abundancia de las plagas.
En el agroecosistema del olivar existen varias plagas, que dependiendo de los años y las zonas, pueden producir elevadas pérdidas en la producción, por lo que es necesario controlar sus poblaciones pero sin degradar el medio ambiente.
Dado el potencial ecológico del olivar, una de las medidas recomendadas como prioritarias es el control biológico, el cual se basa en la relación de las plagas con sus enemigos naturales. Dicho control se lleva a cabo mediante distintas estrategias entre las que se encuentra el control biológico por conservación, cuyo objetivo es mejorar o proteger el hábitat para favorecer la abundancia y eficacia de los enemigos naturales, al proporcionarles los recursos necesarios para su establecimiento y permanencia en el cultivo, como son alimento, refugio y presas alternativas.
Un grupo de investigadores del departamento de Protección Ambiental de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ), centro perteneciente a la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un estudio para conocer los posibles efectos conjuntos de las cubiertas vegetales y la vegetación adyacente al olivar sobre los enemigos naturales, además de determinar la influencia de distintos tipos de vegetación sobre el control biológico por conservación de las plagas Prays oleae y Euphyllura olivina; y profundizar en el conocimiento de las relaciones entre distintos grupos de enemigos naturales y estas dos plagas.
Así incrementando la diversidad y/o abundancia de enemigos naturales tendrá consecuencias en el control biológico de plagas debido a que aumentando el número de especies de la comunidad de enemigos naturales se incrementarán las posibilidades de que alguna de esas especies actúe de manera efectiva contra las plagas. “No obstante, recientes investigaciones en este campo han desvelado que el fomento de la biodiversidad “per se”, en muchos casos, no es suficiente para controlar de manera efectiva las plagas por lo que las acciones deben ir dirigidas a potenciar aquella diversidad que pueda serle útil al agricultor”, explica Daniel Paredes, uno de los investigadores de este estudio.
El estudio fue llevado a cabo en una finca experimental de olivar de unas 235 hectáreas cerca de la ciudad de Granada. “Esta finca comprende dos zonas adyacentes separadas por una ensenada ocupada por vegetación natural. Cada zona de olivar fue divida en dos subzonas, una con suelo desnudo y otra con cubierta vegetal que ocupaba una anchura de 2,5 m entre las calles de los olivos. En el paisaje que rodea la finca predomina el cultivo de olivar, salpicado de manchas de vegetación natural situadas principalmente en zonas marginales del cultivo y compuestas de especies típicas del bosque mediterráneo. Tres tipos de manchas de vegetación natural adyacente fueron detectados y catalogados dentro y cerca de la finca: herbácea, grandes manchas de vegetación leñosa y pequeñas manchas de vegetación leñosa” explica Daniel Paredes uno de los científicos que ha participado en este estudio.
Para determinar las relaciones entre las diferentes infraestructuras ecológicas y la abundancia de plagas y enemigos naturales estos investigadores de la EEZ-CSIC han utilizado técnicas de modelación. Mientras que para establecer las diversas interacciones entre enemigos naturales y plagas se usó un novedoso enfoque correlacional.
Estos científicos han demostrado que las cubiertas vegetales incrementan la abundancia de la mayor parte de los enemigos naturales, por lo que se perfila como una opción prometedora para potenciar sus poblaciones. “Además, las grandes manchas de vegetación leñosa pueden ayudar a incrementar las poblaciones de arañas y parasitoides, creando hábitats alternativos que podrían propiciar la migración de estos individuos hacia el cultivo. Incluso la presencia de cubiertas vegetales incrementa el efecto positivo que las manchas de vegetación herbácea tienen sobre la abundancia de los parasitoides y reduce el efecto negativo que esta vegetación tiene sobre las arañas. Por tanto, las manchas de vegetación herbácea y de vegetación leñosa disminuyen la abundancia de las plagas” aclara Daniel Paredes, investigador de la EEZ-CSIC.
Todos estos conocimientos van a permitir a estos investigadores de la EEZ-CSIC diseñar estrategias de implementación de manejo de hábitat en el olivar en relación con el control biológico por conservación de dos plagas importantes ya que se han identificado las infraestructuras ecológicas más adecuadas para ello. En el caso de Prays oleaesería recomendable la presencia de vegetación herbácea y de grandes zonas de vegetación leñosa adyacente al olivar, mientras que en zonas con graves problemas de Euphyllura olivina sería aconsejable la presencia de pequeñas zonas de vegetación dentro del cultivo.
Finalmente este estudio ha permitido a estos científicos determinar los métodos estadísticos más idóneos de explorar las relaciones entre la biodiversidad y las funciones del ecosistema, con la ventaja de que pueden ser aplicados a un amplio rango de sistemas agrícolas.
Estos investigadores han desarrollado este estudio teniendo en cuenta que en olivares ecológicos su aplicación será factible dado que entre sus objetivos se encuentra recuperar la fortaleza de los recursos naturales en relación con el control biológico de plagas. La aplicación de esta estrategia permitirá reducir el uso de pesticidas, asegurar la obtención de productos de mayor calidad, cada día más valorada por los ciudadanos, la protección del medio ambiente y la sostenibilidad del este importante cultivo.
Esta investigación les ha permitido a los investigadores de la EEZ-CSIC, Mercedes Campos y Daniel Paredes junto con Luis Cayuela, la reciente obtención del Premio Andrés Núñez de Prado a la Investigación en Producción Ecológica, dotado con 6.000 euros.