El MARM considera positivo este incremento, especialmente ante la situación actual de los mercados
MARM
Según las valoraciones de instituciones de referencia en la materia, la producción mundial de cereales se sitúa en 1.779 millones de toneladas, casi 90 millones por encima de la cosecha 2007/2008, en la que se produjo la crisis mundial de alimentos. Las noticias relacionadas con la decisión rusa de suspensión de exportaciones han provocado una subida de precios en los mercados internacionales.
Nota de prensa del MARM
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha mantenido contactos con la Comisión Europea, Francia, Alemania y otros Estados miembros de la UE, así como con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), con el fin de valorar la evolución en las últimas semanas de los mercados de cereales y productos derivados, tras los recientes acontecimientos que se han venido desarrollando a nivel internacional y que han ocasionado un incremento generalizado de los precios de estos productos. En dicho análisis se han tenido en cuenta tanto las estimaciones de cosecha en las principales áreas productoras, como la dinámica previsible de los flujos comerciales a nivel mundial.
En concreto para España, en esta campaña se prevé un incremento de producción de cereal de invierno del 17%, del 1,3% para el maíz y del 8,3% para el sorgo. Estos buenos resultados se deben, en el caso de los cereales de invierno, a unos rendimientos productivos en 2010 con valores superiores y más normales que los del año anterior, en el que los elevados costes de producción y la sequía dieron como resultado cosechas con productividades medias reducidas. Para los cereales de primavera la situación de los embalses ha sido determinante.
Por su parte, se estima que la UE-27 alcanzará en esta campaña una producción de 288,17 millones de toneladas de las que 141, 82 son de trigo, casi idéntica a la de la campaña pasada, pero en torno a 32 millones de toneladas superior a la de 2007/2008.
Uno de los acontecimientos mas relevantes que está afectando al equilibrio mundial del mercado de cereales tiene que ver con los recientes acontecimientos producidos en Rusia. Desde el pasado mes de julio este país sufre la mayor sequía del último siglo. La oleada de incendios que la acompaña ha destruido más de 10 millones de hectáreas de cultivo lo que ha llevado al gobierno ruso a suspender temporalmente, desde el 15 de agosto hasta fin de año, las exportaciones de trigo, cebada, centeno y maíz además de las de harinas de trigo y centeno.
Países del Este de Europa y Canadá se están viendo afectados por exceso de lluvias e inundaciones, y hace unos días se inició en Argentina una huelga de almacenistas de grano que durará 48 horas y retrasará las exportaciones.
Todos estos hechos extraordinarios han desencadenado una subida de precios de los cereales, especialmente trigo, en los mercados internacionales que algunos comparan con la denominada crisis alimentaria de hace dos años.
Sin embargo, las estimaciones en la presente campaña arrojan una producción mundial de 1.778, 62 millones de cereales de los que 661,07 son de trigo y 832,38 de maíz. Esta cantidad, unida a unas existencias iniciales de 381,80 millones de toneladas permiten una cantidad disponible de cereales de 2.160,42 millones de toneladas para unas necesidades estimadas de consumo de 1.793,19. De estos datos se desprenden existencias finales en torno al 20,5% del consumo, valor que se considera en parámetros de normalidad.
Las cifras resultan tranquilizadoras comparadas con las disponibles de la campaña 2007/2008, en la que se produjo la crisis mundial de alimentos y que para los mismos parámetros son 1.689,24 Mt de producción (610,60 trigo) y 265,78 de existencias iniciales, disponibilidades de 1.955,02 para un consumo de 1.679,94.
Por otra parte, resulta poco probable un ascenso rápido de los precios mundiales de los alimentos, según el Instituto Internacional de Investigación de Política Alimentaria que, además, considera que el rango de volatilidad de precios está dentro de la normalidad y que el suministro de trigo está asegurado, por existir a nivel mundial, un exceso de oferta de trigo que el menor potencial exportador ruso vendrá a compensar.
Por tanto puede decirse que la situación actual en nada se parece a la vivida en 2007 y 2008. No obstante, la precaución y el seguimiento cercano del mercado es obligado ante situaciones de inestabilidad del mismo, si bien, todo hace pensar que la normalización del mercado llegará de modo natural una vez se enfríen y se asuman las nuevas cifras.