La exportación de Marruecos ha experimentado un fuerte crecimiento en la campaña 2009/2010
Fepex
A pesar de las malas condiciones climatológicas que han marcado la campaña de producción en Marruecos, la exportación de tomate de cereza y tomate cocktail se ha incrementado en un 13% y en un 36%, totalizando 47.429 toneladas y 23.134 toneladas respectivamente.
La exportación de Marruecos ha experimentado un fuerte crecimiento en la campaña 2009/2010 con relación a la temporada anterior en frutas y hortalizas con un elevado componente de la mano de obra, como el tomate cereza o la frambuesa, por lo que Marruecos se convierte en una gran amenaza para el empleo agrario en España y especialmente en Andalucía, donde estos cultivos coinciden en el mismo calendario de producción.
A pesar de las malas condiciones climatológicas que han marcado la campaña de producción en Marruecos, la exportación de tomate de cereza y tomate cocktail se ha incrementado en un 13% y en un 36%, totalizando 47.429 toneladas y 23.134 toneladas respectivamente.
En hortalizas cabe destacar también que se mantiene el creciendo de judía verde. En la campaña 2009/2010, las exportaciones marroquíes de judía verde aumentaron un 3% totalizando 101.047 toneladas.
En frutas destaca en esta campaña el crecimiento de las exportaciones marroquíes de frambuesa, con un 37% más que en la campaña 2008/2009, totalizando 1.178 toneladas y las de arándanos, con un crecimiento del 100%, totalizando 1.001 toneladas, dos cultivos que complementan estratégicamente la producción del sector fresero de Huelva.
Los datos expuestos proceden de las estadísticas de exportaciones de Marruecos al mundo en la actual campaña 2009/2010, hasta finales de mayo, procedentes del Establecimiento Autónomo de Control y Coordinación de Exportaciones de Marruecos, EACCE.
Para FEPEX estos crecimientos de cultivos especialmente sensibles para el sector español y en una campaña con unas condiciones climatológicas muy adversas ponen en evidencia que la ausencia de unos niveles mínimos en materia sociolaboral constituye una amenaza gravísima al futuro de estos cultivos y en consecuencia al empleo que generan en nuestro país.