AVA-ASAJA confía en que el lógico descenso en la producción sirva para mejorar las cotizaciones
AVA-Asaja
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que la superficie sembrada de chufas se situará este año en unas 4.000 hanegadas, un 25% menos que en la pasada campaña.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que la superficie sembrada de chufas se situará este año en unas 4.000 hanegadas, un 25% menos que en la pasada campaña. El cultivo volvería así a las cifras de finales de la pasada década, antes de que comenzara el ‘boom’ de la construcción y la presión urbanística sobre la huerta que rodea a la capital del Turia. "El desplome de los precios que se produjo el año pasado ha logrado lo que no consiguió la construcción y la expansión de la ciudad: que el agricultor desista y abandone", denuncia Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA.
Efectivamente, 2009 fue el primer año en mucho tiempo en el que los productores de L’Horta Nord –donde se concentra el cultivo- tuvieron que vender sus cosechas a pérdidas. El radical desplome del 40% en las cotizaciones en origen experimentado entonces (0,36 €/kg por los 0,60 €/kg de 2008) se ha visto reflejado este año a la hora de hacerse con la simiente y apostar por el cultivo. La anodina climatología de este año podría provocar, además, un descenso en la producción de chufa aún si cabe mayor al experimentado en cuanto a la superficie cultivada. De hecho, la persistencia en las lluvias registradas durante el pasado mes de abril han retrasado varias semanas la siembra y sólo un verano seco y caluroso permitiría mantener los ratios de productividad acostumbrados.
Con todo, parece claro que el descenso será inevitable y que ésta será la segunda campaña consecutiva en la que se produce tal cosa: de los 9,8 millones de kilos de chufas de 2008 podría pasarse a entre 5 y 6 millones de kilos. AVA-ASAJA confía en que tal cosa contribuya a mejorar los precios ofrecidos al agricultor, al menos para lograr que el cultivo vuelva a ser rentable. De otro lado, la menor cosecha debiera facilitar al comercio el poder colocar el importante stock de chufas que acumula de anteriores campañas en sus almacenes de secado así como la horchata que la industria aún tiene sin vender.
"La recuperación de los precios y del sector de la horchata valenciana en general sólo será posible si se respeta el buen hacer en el propio producto y se deja de usar a la chufa africana como vía para abaratar los precios", advierte el responsable de esta sectorial, Antonio José Gimeno. En este sentido, AVA-ASAJA siempre se ha mostrado muy crítica con el descontrol existente en las importaciones de chufas procedentes de Mali, Nigeria o Níger. La inexistencia de un código arancelario para registrar estas entradas imposibilita de hecho el controlar el tonelaje que se sabe es importado por los comercios de chufa y por las propias industrias envasadoras.
Todos debemos contribuir a defender a la horchata como lo que es, un producto valenciano hecho con materia prima valenciana", sentencia Gimeno quien recomienda al consumidor buscar el sello del Consejo Regulador ‘Chufa de Valencia’ tanto en las horchaterías artesanales como en las etiquetas de la horchata industrial.