El MARM y los socialistas europeos plantean una reforma de la PAC que provocaría dicho hundimiento
ASAJA-Sevilla
Andalucía podría perder más de 1.000 millones de euros y el 60% del empleo en el sector agrario.
ASAJA insta al Presidente Griñán y al presidente Zapatero a defender un modelo de PAC que no fomente el éxodo de los agricultores europeos a terceros países y que permita que se mantengan en Andalucía, primera región agrícola de España, produciendo alimentos y generando empleo en nuestro medio rural.
El grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, en el que están integrados todos los parlamentarios españoles del PSOE, ha presentado en Bruselas un documento titulado "Una Nueva PAC después de 2013" y cuyas tesis coinciden "casualmente" con el documento elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Medio Marino (MARM) titulado "Elementos clave para la configuración de la PAC del futuro", que supone un mazazo para las regiones más agrícolas y más productivas, especialmente a Andalucía, que con la implantación de este modelo alternativo de PAC podría perder más de 1.000 millones de euros anuales, el 60% de las ayudas agrarias que reciben de Bruselas los 286.000 agricultores y ganaderos que se dedican a esta actividad en nuestra región.
El documento del Grupo Socialista, que se presentó el pasado 4 de marzo en Bruselas en presencia de la ministra española del MARM, Elena Espinosa, y del nuevo Comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos, pretende dinamitar el modelo actual de PAC, apoyado en dos pilares complementarios, las ayudas directas a los agricultores y la política de Desarrollo Rural, para sustituirlo por un sistema amorfo y complejo en el que la función principal de la PAC, la producción de alimentos en cantidad y calidad, queda totalmente relegada y se da prioridad al concepto etéreo de los "bienes públicos" de carácter exclusivamente medioambiental.
Ambas propuestas defienden el establecimiento de una tasa plana que recibirían todos los agricultores en función de la superficie con la que cuenten y que el MARM "orientativamente" fija en su documento en 100 euros por hectárea, casualmente la misma cifra que mencionó el portavoz socialista del Parlamento Europeo, Luis Copoula do Santos, en el acto de presentación pública del citado documento.
Esta propuesta que derriba la PAC desde sus cimientos y anula los tres objetivos fundamentales de esta política: desarrollo económico, desarrollo social y desarrollo medioambiental, supondría que Andalucía, la primera región agrícola de España por superficie, por número de agricultores, por capacidad productiva y por empleo generado dejaría de percibir el 60% de los 1.870 millones de euros anuales que ahora viene recibiendo, todo un mazazo para el medio rural andaluz que tendría traumáticas consecuencias en el empleo agrario, en la agroindustria y en toda la economía regional y la biodiversidad, puesto que desaparecerá un elevado porcentaje de las explotaciones agrarias y las que sobrevivan se verán obligadas a intensificar la actividad para garantizar su rentabilidad o a iniciar un proceso de deslocalización hacia países con costes de producción más bajos y menores imposiciones medioambientales y laborales, alejadas de los estándares que caracterizan al modelo europeo de agricultura, que es el que la sociedad europea demanda, tal como indica el Eurobarómetro 2008.
Es precisamente la riqueza, la diversidad y la heterogeneidad de la agricultura andaluza, unida al carácter pujante y emprendedor de nuestros agricultores, lo que ha permitido que nuestra región, desde Almería hasta Huelva, sea la despensa de Europa y se convierta en la primera suministradora europea de frutas y hortalizas, aceite de oliva, aceituna de mesa, porcino ibérico y arroz, entre otros cultivos fundamentales para asegurar la autonomía alimentaria de los consumidores europeos, todo ello gracias al respaldo de una PAC sólida, apoyada en dos pilares y dos fondos, el FEAGA para las ayudas directas y de mercado, y el FEADER para las ayudas de Desarrollo Rural y la compensación por los bienes públicos generados (mantenimiento del medio ambiente y la biodiversidad, preservación del paisaje, de la calidad del agua, secuestro de carbono,etc.)
Es inadmisible esta propuesta una propuesta que da la puntilla a la agricultura andaluza y a su economía rural. En la actual coyuntura de crisis, con más de 900.000 parados, Andalucía no puede prescindir de la capacidad productiva de su agricultura, la factura que tendrá que pagar el Gobierno andaluz y el Gobierno de España, si persiste en su intento de olvidarse del carácter estratégico de la agricultura y la PAC, será sin duda demasiado elevada, por lo que desde ASAJA-Sevilla instamos a la reflexión de ambos Gobiernos, que en un ejercicio de cordura deben replantear esta propuesta tan perjudicial para la agricultura europea y muy especialmente para la andaluza.