Podría contar con el primer sello de calidad de la Unión Europea para este cultivo
Gobierno de Canarias
La consejera de Agricultura, Pilar Merino, explicó en el Parlamento Autonómico la situación en que se hallan los trámites, iniciados en 2009.
El Ministerio analiza el expediente presentado por ASPROCAN, que recoge las características, historia y significado del producto.
Implicaría que sólo la fruta obtenida en las Islas con los controles y certificación requeridos se podrá vender aludiendo
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, explicó hoy en Comisión Parlamentaria la situación en que se encuentran los trámites para conseguir una Identificación Geográfica Protegida (IGP) para el Plátano de Canarias, que sería la primera de toda la Unión Europea para este cultivo.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino está estudiando actualmente la solicitud, presentada en tiempo y forma por la Asociación de Productores de Plátano de Canarias ¿ASPROCAN-, que ha dado el paso definitivo para que esta marca, de naturaleza privada, pase a tener reconocimiento comunitario y por tanto a beneficiarse de la protección y acciones que tiene prevista la Unión Europea para alimentos de calidad diferenciada.
El 21 de enero de 2010 ASPROCAN presentó ante el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) solicitud de registro de la Indicación Geográfica Protegida "Plátano de Canarias", culminando un proceso iniciado en 2009. El pasado 8 de febrero de 2010, el Instituto remitió la petición al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que hasta la fecha no ha solicitado mejora de información ni aclaración alguna.
El expediente ha de someterse a exposición pública, para más tarde ser remitido a la Unión Europea. El plazo estimado para tener el reconocimiento definitivo será de unos dos años. Se ha elaborado una densa documentación que contiene la descripción del producto, la singularidad del mismo, su historia asociada al archipiélago, y sus características diferenciales que lo hacen superior al resto de las producciones mundiales.
Obtener una IGP implicaría para la marca gozar de protección pública en territorio comunitario, y que sólo la fruta obtenida en las Islas, sujeta a los controles y certificación requeridos, pudiera venderse haciendo alusión alguna al Archipiélago, evitando así la competencia desleal. En Canarias se cultivan diferentes variedades que se comercializan bajo la marca común "Plátano de Canarias", gestionada por los propios productores.
El acogerse a este distintivo europeo permitirá a los operadores beneficiarse de las ayudas comunitarias a la certificación de producto así como a las de promoción gestionadas por el ICCA (dotadas con 4,5 millones de euros en el periodo 2008-2013) y que ayudarán difundir las bondades del producto en cualquier punto de la geografía comunitaria.
Producto de calidad
La solicitud para obtener un sello de calidad diferenciada implica la aceptación por parte de los operadores de someterse a un control extra de trazabilidad y calidad final que culmine en una certificación de producto, un aspecto en el que ya ASPROCAN viene profundizando con los autocontroles que realiza a su producción.
Desde el inicio de la actual legislatura el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria ¿ICCA-, ha trabajado para que el mayor número de producciones agrarias de las Islas obtengan sellos de protección europea y de esta manera, en paralelo se han centrado los esfuerzos en productos como la papa antigua, el gofio, la miel o el plátano.
Un factor cada vez más influyente las decisiones de compra, es la imagen de la calidad del plátano de Canarias, es decir, el conocimiento que de ella tiene el consumidor, que constituye la base fundamental para el desarrollo de estrategias comerciales. El sello de calidad europeo de la Indicación Geográfica Protegida supone un espaldarazo y un reconocimiento al plátano de canarias y al sistema de producción tradicional, respetuoso con el medio ambiente y con las personas.
En Europa se ha demostrado que las IGP/DOP aportan innumerables beneficios económicos y sociales para la zona geográfica por lo que están siendo fomentadas como elemento estratégico de desarrollo rural y fijación de población en el territorio.