Avances I+D
Identifican el germen patógeno del síndrome de mortalidad precoz del camarón (EMS/AHPNS)
La FAO califica esta noticia como «un descubrimiento de enorme transcendencia». Destaca que «se trata de un primer paso crucial para combatir la enfermedad» que ha diezmado cosechas de camarón en Asia
Investigadores estadounidenses de la Universidad de Arizona han identificado la bacteria causante del síndrome de mortalidad precoz del camarón (EMS). Hasta la fecha se desconocía el agente patógeno de este extraño mal que ha diezmado las instalaciones acuícolas de varios países asiáticos durante los dos últimos años. La FAO destaca que «se trata de un primer paso crucial»
En un descubrimiento de enorme trascendencia, investigadores de la Universidad de Arizona (EEUU) han identificado el agente causante de una misteriosa enfermedad que ha diezmado las explotaciones de camarón en Asia.
La enfermedad, conocida como síndrome de mortalidad temprana del camarón (EMS, por sus siglas en inglés) o síndrome de necrosis hepatopancreática aguda (AHPNS, siglas en inglés), ha provocado en los dos últimos años la mortandad masiva en las explotaciones acuícolas en varios países de Asia, en donde un millón de personas depende del cultivo de camarones para su sustento. En 2011 se produjeron en la región asiática 3 millones de toneladas de camarón, con un valor de 13 300 millones de dólares EEUU. Los estanques para el cultivo del camarón infectados experimentan niveles extremadamente altos de mortalidad en la fase inicial de crecimiento, que llega hasta el 100 por cien en algunos casos. Hasta el momento, la causa de la enfermedad había confundido a científicos, autoridades sanitarias y criadores, dificultando la prevención y el tratamiento.
Pero ahora, la identidad del culpable ha sido desvelada: se trata de la cepa de una bacteria que se encuentra habitualmente en las aguas costeras salobres de todo el mundo, Vibrio parahaemolyticus. Un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona (UA) ha logrado aislar la cepa y utilizarla para infectar camarones sanos con EMS/AHPNS. Se trata del método científico conocido como postulado de Koch, que supone una prueba concluyente para los epidemiólogos.
«Hemos tenido éxito al conseguir aislar un cultivo puro de la cepa del V. parahaemolyticus y reproducir la patología del EMS/AHPNS en nuestro laboratorio», señaló el profesor Donald V. Lightner del Laboratorio de Patología Acuícola de la UA. «La gran virulencia de este agente en los camarones –añadió- puede deberse a un bacteriófago que afecta a esta cepa en particular de V. parahaemolyticus».
El esfuerzo de estudiar el EMS, identificar su patología y responder a esta amenaza ha contado con el apoyado de una serie de socios, entre los que figura la UA y la FAO a través de su Departamento de Pesca y Acuicultura, del Centro de Gestión de Crisis de Sanidad Animal (CMC-AH) y su Programa de Cooperación Técnica, y también la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el Banco Mundial, la Red de Centros de Acuicultura de Asia y el Pacífico (NACA), la Alianza Mundial de Acuicultura (GAA), el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Viet Nam; además de sociedades como CP Foods, Minh Phu Seafood Corporation; Grobest Inc. y Uni-President Feed Company.
Este descubrimiento de una etiología bacteriana en la Universidad de Arizona es un primer paso crucial en la búsqueda de medios eficaces de combatir el EMS.
El EMS/AHPNS apareció inicialmente en 2009. Para el año 2010 los brotes se habían convertido ya en una seria amenaza. En China, en 2011, las explotaciones acuícolas en Hainan, Guangdong, Fujian y Guangxi sufrieron casi un 80 por ciento de pérdidas. En Tailandia, la producción de camarón para 2013 se prevé sea un 30 por ciento respecto al año pasado debido a la enfermedad. La producción en algunas explotaciones en las regiones orientales de Tailandia se ha reducido en un 60 por ciento.
La FAO envió inicialmente una misión a Vietnam a través del CMC-AH para investigar la enfermedad en 2011 que apuntaba a un agente infeccioso y desde 2012 está llevando a cabo un proyecto de asistencia técnica de emergencia en este país asiático.
No hay riesgo para la salud humana
Algunas cepas poco frecuentes de V. parahaemolyticus pueden causar enfermedades gastrointestinales en los seres humanos, a través del consumo de camarones y ostras crudas o poco cocidas. Pero sólo las cepas con dos genes específicos causan enfermedades humanas. Tan sólo el 1,2 por ciento de las cepas silvestres de V. parahaemolyticus en todo el mundo contienen estos dos genes, y la cepa identificada por Lightner y su equipo como la responsable del EMS no figura entre ellas.
«La cepa de V. parahaemolyticus que hemos aislado no parece tener los genes que confieren virulencia de las infecciones en humanos», explicó Lightner.
«No ha habido informes de enfermedades humanas asociadas al EMS, y estos nuevos hallazgos tienden a confirmar que los camarones infectados no representan ningún riesgo para la salud de las personas», añadió Iddya Karunasagar, experto en inocuidad de alimentos marinos en la FAO.
Tan solo los camarones son vulnerables
El EMS afecta a dos especies de camarones que se crían habitualmente en todo el mundo, el langostino jumbo (Penaeus monodon) y el camarón patiblanco (P. vannamei).
Los signos clínicos de la enfermedad incluyen letargo, crecimiento lento, el estómago e intestino vacíos y el hepatopáncreas pálido y atrófico (se trata de un órgano digestivo interno que cumple la función del hígado), a menudo con rayas negras. En unos 30 días de haber repoblado un estanque, comienza la mortandad a gran escala.
Hasta ahora los países que han informado oficialmente de casos de EMS son China, Malasia, Tailandia y Viet Nam.
Pero, en cualquier lugar donde se cultiven P. monodon y P. vannamei existe un riesgo potencial. Aquí se incluye la mayor parte de Asia y gran parte de Latinoamérica, donde la cría de camarones también es importante, y países africanos dedicados a esta actividad como Madagascar, Egipto, Mozambique y Tanzania.
La propagación de la enfermedad parece estar relacionada con la proximidad a explotaciones ya infectadas o el transporte de camarón vivo infectado, por lo general juveniles utilizados para repoblar estanques.
El equipo de Lightner no consiguió reproducir el EMS utilizando muestras de camarón congelado y luego descongelado, lo que sugiere que la congelación mata la bacteria responsable. Dado que el comercio internacional de camarones es principalmente en forma congelada, aparentemente no existe o es muy bajo el riesgo de transmisión de la enfermedad por vía de estos productos.
Hacer frente a la enfermedad
Ahora que se conoce el agente causante del EMS, se necesita con urgencia investigar más para comprender mejor cómo se propaga la enfermedad de una explotación a otra e implementar medidas de prevención adecuadas. Al mismo tiempo, la FAO está colaborando con sus socios para organizar un esfuerzo concertado e interregional para hacer frente a esta amenaza.
Para los productores de camarón, confiar en las mejores prácticas de acuicultura y bioseguridad ya establecidas ayudará a prevenir los problemas relacionados con el EMS. Entre estas prácticas destacan las siguientes:
- Los camarones poslarvales utilizados para la repoblación deben comprarse a vendedores acreditados, deben ir acompañados de certificados sanitarios antes de ser introducidos en la explotación, y ser sometidos a una cuarentena temporal previa.
- Deben utilizarse piensos de alta calidad y evitar el estrés ambiental, para mantener a los camarones sanos.
- La salubridad del entorno de los estanques debe mantenerse cuidadosamente y hay que vigilar de cerca a los camarones jóvenes. Hay que informar inmediatamente de cualquier enfermedad a las autoridades competentes.
- Realizar regularmente el barbecho de los estanques acuícolas debe formar parte de los programa rutinarios de control sanitario de una explotación, ya que se ha demostrado que esta práctica puede interrumpir los ciclos de vida del patógeno.
- Fuera de la explotación, cualquier transporte de productos de camarón vivo o descongelado debe también cumplir con las mejores prácticas establecidas.