Propuestas de la Unión de Uniones ante el encarecimiento de los costes de producción ganadera
Plantean una serie de medidas de carácter fiscal y financiero para combatir la falta de liquidez y las dificultades de acceso al crédito
En sintonía con las reclamaciones realizadas ayer, 9 de octubre, por la Unió de Pagesos de Catalunya, la Unión de Uniones presenta una serie de medidas para combatir el fuerte sobrecoste de las materias primas para la alimentación animal y el encarecimiento general de los costes de producción en las actividades ganaderas, con especial atención al encarecimiento del precio de la energía
Antecedentes
El sector ganadero tiene un peso importante en el conjunto de la economía agraria, ya que aglutina un gran número de explotaciones ganaderas que, a su vez, son fuente de suministro para un fuerte sector agroindustrial.
Su distribución en todo el territorio aporta, además, inestimables beneficios desde el punto de vista social, de equilibrio territorial y medioambiental. Es pues un sector clave para el país.
La producción ganadera, sin embargo, se ve sometida a un aumento continuado en sus costes de producción. La alimentación de los animales representa normalmente uno de los principales costes de producción, a menudo por encima del 50%. Es por ello que los cambios en los precios de los piensos y las materias primas para su fabricación tienen consecuencias directas e importantes en la rentabilidad de las explotaciones ganaderas.
Del mismo modo, el coste energético representa una proporción importante en el conjunto de costes de la explotación ganadera, muy especialmente en los sistemas intensivos, que tienen una importante implantación.
El consumo de energía de los sectores de agricultura, ganadería y pesca si bien no está entre los más altos de la UE está función del grado de tecnificación (Extracción y bombeo de aguas para regadíos, calefacción de granjas, tractores, cosechadoras etc. El consumo de esta maquinaria es el gasto energético principal del sector.
En los últimos años se caracterizan por la fuerte volatilidad que afecta a los precios de las materias primas, como consecuencia de varios factores interrelacionados: la fuerte demanda de energía y alimentos de los países emergentes, las adversidades climatológicas, la creciente cuota de productos agrícolas destinados a producción de biocarburantes (maíz y colza básicamente), el fuerte encarecimiento de los factores de producción de estas materias (semillas, fertilizantes, combustible ...) son, entre otros, factores que dificultan la adecuación de la oferta a la demanda.
Además, la existencia de potentes mercados de futuros dan pie a la actuación de determinados movimientos especulativos.
En cualquier caso, el conjunto de factores conllevan una fuerte volatilidad y una marcada tendencia al alza en ambos grupos de factores de producción.
La situación se ha agravado de forma especial en los últimos meses y sitúa a muchas explotaciones al límite o por debajo de su viabilidad económica.
La falta de liquidez y las dificultades de acceso al crédito han llegado al límite en ciertas explotaciones, que ya ahora no pueden comprar pienso o afrontar los gastos.
Hay que tener en cuenta también que la fuerte sequía que ha azotado una buena parte del territorio nacional y ha dejado sin producción amplias zonas de pasto, lo que ha conllevado que muchas explotaciones ganaderas extensivas tengan que comprar alimento para su ganado.