Lamentan la "poca sensibilidad" de las cadenas de distribución hacia el producto autóctono
La Unió de Llauradors
La Unió de Llauradors denuncia que la mayor parte de los supermercados de la Comunitat Valenciana están repletos en estos momentos de cítricos, sobre todo naranjas y limones, aunque también mandarinas, procedentes de Sudáfrica y Sudamérica, Argentina y Uruguay fundamentalmente, "cuando nos encontramos en plena campaña de recolección de nuestros agrios".
LA UNIÓ señala que las cadenas de distribución tienen muy poca sensibilidad hacia el producto autóctono cuando los productores citrícolas de la Comunitat Valenciana tienen serias dificultades para vender las suyas a un precio razonable que les permita no abandonar su explotación. Estas cadenas no apuestan por el producto de temporada y prefieren inundar los supermercados de naranjas de fuera antes que tener primero mandarinas y esperar apenas unas semanas o días a sacar nuestras naranjas.
También se pueden encontrar mandarinas de terceros países cuando aquí ya tenemos diversas variedades, como se comprueba en algún caso con Nadorcott procedentes de Sudáfrica. Incluso se da el caso de uno de los principales supermercados que expone por estas fechas montañas de naranjas a granel sin demasiada calidad y sin especificar el origen, pero que proceden de Sudáfrica o de Sudamérica.
Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, indica que "las principales cadenas de distribución que operan en nuestro territorio pretenden darnos clases de valencianía e invitan continuamente a los consumidores a gastarse el dinero en sus centros, para luego en seguida promocionar y comercializar esos mismos productos pero procedentes de otros países. Esta es la forma de trasladar su responsabilidad social corporativa a la sociedad en la que viven y se integran".
Valoración aforo
LA UNIÓ considera que el aforo de cítricos, conocido ayer través de una escueta nota de prensa de Conselleria de Agricultura y sin conocerlo previamente el sector, sale demasiado tarde y no aporta demasiados datos relevantes para los productores. Ramón Mampel señala que "es un aforo, como sucede en los últimos años, más cuantitativo que cualitativo pues no se conocen las producciones por variedades ni por zonas productivas. Esta escasa información es muy negativa para los agricultores porque "no les permite saber las tendencias de producción de las distintas variedades para, en función de éstas, orientar una posible reconversión de la explotación hacia variedades más rentables. Resulta ilógico que la Conselleria tenga una línea de ayudas a la reconversión y oculte información sobre la evolución de las producciones varietales", apunta Mampel.
LA UNIÓ recuerda que esta política de ocultismo de las últimas campañas no ha servido para nada porque al final todo el mundo conoce la realidad productiva y no ha mejorado el precio percibido por el agricultor, todo lo contrario, la tendencia ha sido a la baja.
Este nuevo descenso de cosecha implica gestionar la campaña de forma eficaz e inteligente y para ello es necesario que la Conselleria de Agricultura intensifique los controles y mejore las inspecciones con objeto de disuadir a los desaprensivos que empiezan a recolectar cítricos verdes y que buscan un beneficio rápido y propio, sin pensar el grave perjuicio que su actitud provoca para el conjunto del sector y para el resto de la campaña citrícola. Resulta también triste que en plena campaña citrícola Conselleria de Agricultura no haya reunido al sector para informar acerca de las medidas que piensa adoptar tras las mesas de seguimiento celebradas hasta ahora y que tras su constitución en febrero no se sabe absolutamente nada.