Consideran que contribuiría a incrementar la rentabilidad de las fincas citrícolas y a dar transparencia a las relaciones comerciales
La Unió de Llauradors
La Unió de Llauradors reclama al ministro Arias Cañete "que establezca en los cítricos el contrato obligatorio por escrito que ha hecho para la leche". La organización agraria levantina se felicita por el nuevo contrato obligatorio establecido para el sector lácteo, aunque reclama que se extienda a otros sectores, como es el caso de los cítricos.
LA UNIÓ de Llauradors se felicita por el contrato establecido por el Ministerio de Agricultura para la leche, pero reclama también que se extienda a otros sectores como los cítricos donde su uso es testimonial y los productores siempre salen perjudicados en las relaciones de compraventa.
El Gobierno aprobó ayer en el Consejo de Ministros un Real Decreto que establece la obligatoriedad de formalización de los contratos por escrito en las transacciones realizadas en el sector lácteo antes de verificarse el suministro, al considerarlo un elemento clave de cohesión y estabilización en el sector. Con esta regulación, todas las ventas de leche cruda estarán sujetas a un contrato firmado por adelantado en el que se incluirán, entre otros elementos, el volumen contratado y el precio a pagar. Adicionalmente, en los contratos en los que el vendedor sea el propio ganadero se exigirá la duración mínima de un año, salvo que el propio ganadero rechace esta prerrogativa, en cuyo caso, la duración será la que libremente pacten las partes implicadas.
LA UNIÓ señala que el uso del contrato de compraventa en los cítricos contribuiría a la rentabilidad del productor y fundamentalmente a la transparencia en las relaciones comerciales, al dotar al citricultor de una defensa jurídica ante los, cada vez más, concursos de acreedores en los que caen muchos comercios citrícolas y que dejan en la estacada a los agricultores a los que no les paga el fruto del trabajo de todo un año. Pero este documento no se usa por las presiones de la parte comercial, que sugiere al citricultor que si pide este documento no le compra la fruta, cosa que no pasaría si la Administración interviniera en el asunto como ha hecho en la leche.
LA UNIÓ lleva años exigiendo a las administraciones, Conselleria y Ministerio de Agricultura, que se condicione la concesión de ayudas públicas a los comercios citrícolas al uso del contrato de compraventa.
En este sentido Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, señala que "el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, debería tener la misma sensibilidad para todos los sectores pero al parecer no es así, sigue sin darse cuenta de la importancia económica de los cítricos para el conjunto de la economía y de la exportación española". Mampel indica que "el productor citrícola está totalmente en manos de las decisiones de cualquier empresario sin escrúpulos y sin tener un marco jurídico que permita la defensa de sus intereses económicos".