Desde el pasado mes de julio el precio del kilo de aceite de oliva virgen extra sube casi cincuenta céntimos
Boletín Agrario
Los precios en origen del aceite de oliva están protagonizando un importante crecimiento durante las últimas semanas. Según reflejan los datos del sistema Poolred, la última media semanal sitúa el precio de la tonelada de virgen extra en 2.194,77 €, lo que supone un crecimiento de casi medio euro por kilo sobre las cifras de los últimos meses. La clave, las previsiones para la campaña 2012/13
La pertinaz sequía, sumada al fenómeno de la vecería, han provocado que las previsiones de producción para la campaña olivarera 2012-2013 sean realmente escasas, tras varios años caracterizados por continuos récords de producción. Algo que parece estar detrás de la importante subida de las últimas semanas en los precios en origen del aceite, tras un largo período determinado por unas cifras incluso inferiores a los costes de producción.
Así, desde el pasado 1 de julio hasta hoy existe una sustancial diferencia de 487,97 € por tonelada en el precio del aceite de oliva virgen extra, según reflejan los datos del sistema POOLred de la Fundación para la Promoción y el Desarrollo del Olivar y del Aceite de Oliva (de 1.738,73 €/t para el 1 de julio pasamos a 2.226,70 €/t para este 22 de agosto).
Este crecimiento en las cotizaciones en origen no sólo se da en la categoría superior, sino que también se produce en el Virgen y en el Lampante, incluso en mayor medida: 560,88 €/t y 552,47 €/t respectivamente (para el mismo período antes citado).
Sin dudad que se trata de una buena noticia para las almazaras, que aún conservan más de 750.000 toneladas de aceite en sus almacenes, fruto de la espectacular campaña 2011-2012, en la que se "pulverizaron" todos los récords de producción (un 16% más que en el ejercicio precedente).
Durante los últimos años el sector del olivar ha vivido lo que los productores califican como una "profunda crisis de precios", que incluso ha llegado a cuestionar la viabilidad del sector, al menos de una parte del mismo, apuntando hacia una idea concreta como causa de la misma: la sobreproducción. Por otra parte, también hay quienes han acusado a las carencias de los mercados para justificar los bajos precios, denunciando una falta de transparencia y la necesidad de regularlos.
La gran subida de los precios en un mes de agosto tradicionalmente caracterizado por la escasa actividad comercial parece indicar a priori que la "auto regulación" provocada por la escasa floración de los olivos y consecuente previsión de baja producción para este año es síntoma de que el gran problema de los precios en origen efectivamente se ha debido a un excesivo volumen de producción. Pero la incuestionable ineficacia de las medidas adoptadas en este sentido, léase activación de mecanismos de ayuda al almacenamiento privado, parecen debilitar tal argumentario, al menos en parte. Quizá la lectura más adecuada sea la del "término medio", es decir, que el actual sistema comercial es incapaz de absorber tales volúmenes de producción, por lo que es necesario plantear su correcta adecuación, bien sea por medio del ajuste de la masa olivarera (a través de planes de reconversión) o por medio de la ampliación de los mercados y la puesta en valor de estas producciones (gracias al paulatino fomento de la exportación y la "puesta en valor de la calidad"). O bien las dos cosas.
Volviendo al ámbito práctico, el sector se pregunta hasta cuándo seguirá esta tendencia alcista, si conviene cerrar ventas cuanto antes o es mejor esperar un poco más. Y si es así, hasta cuándo. Si atendemos a los datos de las últimas semanas, observamos cómo cada vez son más favorables a los intereses de los productores pero, ¿hasta cuándo seguirán subiendo los precios? Esta parece ser "la pregunta del millón".