Los efectos de la "crisis del pepino", junto a la Crisis, "han dificultado en gran medida el mantenimiento de la superficie cultivada"
Asociafruit
A escasas semanas del inicio de la presente campaña de recolección de frutas de hueso, desde Asociafruit prevén un arranque con menor producción de la prevista. Aun así consideran pronto para determinar el daño rovocado por las heladas invernales, destacando que la actual sequía no afectará de forma significativa esta temporada, gracias al buen nivel de acuíferos y embalses
A pesar de la desastrosa campaña anterior de fruta de hueso por la crisis del pepino, que provocó una caída vertical de precios situándose por debajo de los costes de producción durante más del 40% de la campaña, esta nueva campaña se espera con esperanza para volver a los cauces de la normalidad.
No obstante, fenómenos como las heladas invernales hacen que a 3 semanas del inicio de la campaña, ésta sea una incógnita. "En Córdoba y Sevilla, los daños han sido más significativos en aquellas fincas próximas al río y, por supuesto, en aquellas variedades de floración más temprana, no así en aquellas plantaciones con más elevación, resultando mínimos sus efectos en la provincia de Huelva", manifiesta Javier Rubiols, presidente de la sectorial de Fruta de Hueso de Asociafruit.
Respecto a los efectos negativos de la sequía, este año no tendrá una incidencia significativa ya que embalses y acuíferos se encuentran a un nivel aceptable. "Otra cosa será las próximas campañas si, tal y como parece, entramos en un periodo de ausencia de lluvias".
En cuanto a la producción prevista, "veo una última quincena de abril y primera de mayo con menos de la mitad de la fruta esperada. De ahí que no se espere mucha presión desde el origen manteniéndose precios adecuados. Por supuesto todo vendrá condicionado a que el tiempo de destino acompañe", matiza Javier Rubiols.
Otro factor que está condicionando la campaña es la falta de financiación a la actividad agrícola derivada de la crisis económica general. Buena parte del abandono del cultivo se debe a la imposibilidad de hacer frente a los pagos. No obstante, se acentúan los esfuerzos en diversificar la oferta tradicional del mercado nacional y europeo hacia otros destinos como Sudamérica o los países de Europa del Este, buscando nuevos mercados que permitan el mantenimiento de la actividad del sector.
Es en estos tiempos cuando más hay que apoyar el campo andaluz por su importante aportación a la generación de empleo. Sirva de ejemplo el sector de la fruta de hueso en Andalucía (melocotón, nectarina y ciruela). Especialmente en Sevilla, pero también en Huelva y Córdoba, la campaña de recolección espera generar, según los datos de la patronal andaluza Asociafruit, 1.200.000 jornales. Se concentran en el periodo de campaña comprendido entre finales de abril y mediados de junio, y equivalen a 4.250 puestos de trabajo directos a tiempo completo durante un año, sin contar industrias auxiliares como la del transporte.
Desgraciadamente y motivado principalmente por la falta de competitividad derivada de un convenio colectivo muy superior, entre un 20 y un 40 %, sobre otras zonas productoras como Murcia y Extremadura, en la superficie controlada de Asociafruit – que representa el 80 % de la producción de fruta de hueso en Andalucía – ha pasado de 5.500 Has en 2007 a 2.800 Has en 2012. Una caída en superficie de más del 43 % con la consiguiente reducción de la producción desde más de 110.000 Tm. en 2007 a unas 52.000 Tm. en 2012, "lo que representa que en solo cinco años hemos perdido la mitad de la producción, con la importancia que a nivel socioeconómico estas cifras representan" manifiesta el presidente de la sectorial de fruta de hueso de Asociafruit.
Por último, Asociafruit respeta el derecho que tiene Marruecos a cultivar y comercializar sus productos agroalimentarios, pero reclama a la UE el establecimiento de las mismas reglas de juego para todos en cuanto a salarios de trabajadores, medidas de control, restricciones fitosanitarias, control de ayudas, condiciones laborales, etc. "Mientras esto no se dé la UE no ha de permitir que se hunda el sector agrícola meridional europeo" reclama Javier Rubiols.