Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

ASAJA

Agricultores y Ganaderos malagueños hace apenas dos meses que hoy estarían mirando al cielo temerosos de la cantidad de agua que pueden llegar a descargar las nubes sobre nuestra provincia. "Es un invierno como los de antes", dicen los más mayores que se acercan a la oficina de ASAJA Málaga, que estos días anda rebosante, ya que con el exceso de precipitaciones no se puede faenar en el campo.

ASAJA Málaga espera que las lluvias den una tregua, ya que el exceso de precipitaciones impide la realización de las tareas agrarias: la campaña de la aceituna se retrasa sobremanera, muchas explotaciones del Guadalhorce están anegadas y en Ronda se pierden toneladas de tierra fértil. Quién les iba a decir a los agricultores y ganaderos malagueños hace apenas dos meses que hoy estarían mirando al cielo temerosos de la cantidad de agua que pueden llegar a descargar las nubes sobre nuestra provincia. "Es un invierno como los de antes", dicen los más mayores que se acercan a la oficina de ASAJA Málaga, que estos días anda rebosante, ya que con el exceso de precipitaciones no se puede faenar en el campo y nuestros productores aprovechan estos días para agilizar papeleos.

La situación ha dado un giro radical: el verano se instaló cómodamente, sin apenas dejar paso al otoño. Pero el invierno irrumpió con una fuerza poco usual. Y desde hace dos meses, no ha parado de llover. El agua, señala Carlos Blázquez, secretario general de ASAJA Málaga, es garantía de futuro, de eso no cabe duda. Pero, aunque suene extraño, los agricultores necesitan con urgencia una tregua. Es preciso que la tierra se oree y se retomen las faenas agrícolas para que esta agua no dé al traste con las cosechas que están pendientes.

Y es que, la campaña de la aceituna se está convirtiendo en una tarea inacabable. Desde mediados de diciembre, apenas se ha podido recoger diez días. No obstante, la situación varía según la zona. Según explica Baldomero Bellido, técnico de Olivar de la asociación, Málaga tiene dos zonas bien diferenciadas: la zona temprana -que agrupa a gran parte de Antequera, Alameda, Mollina, Almargen, Teba, entre otros municipios- ha resultado menos perjudicada, ya que el 90% de la cosecha ya se ha recogido. De la que queda, con esta agua sin descanso, mucha se habrá ido al suelo.

La situación es distinta en la zona situada más hacia el noreste de la provincia. En Archidona, Villanueva de Algaidas, Villanueva de Tapia, Cuevas de San Marcos, Cuevas Bajas, Villanueva del Trabuco, Villanueva del Rosario, entre otros, se ha recogido aproximadamente el 45% de la cosecha. "En estas zonas el perjuicio es mayor, ya que quedaba bastante más aceituna por recoger y ahora más de la mitad está en el suelo y resulta casi imposible la recolección de gran parte de ella".

Roban la aceituna caída

Aunque aún es pronto para hacer valoraciones, se estima que se perderá el 15% de la cosecha de aceituna en Málaga. Pero además, los olivareros se encuentran con otros frentes abiertos: el precio del aceite no para de bajar "no llega ni a 1,95euros/Kg.- y las asociaciones solicitan que se active de nuevo el almacenamiento privado. Eso sí, piden que se ponga en marcha ya, antes de que sea demasiado tarde.

Y por si fuera poco, los productores ven cómo los ladrones campan a sus anchas en busca de aceitunas para robar. Con el temporal, el campo está más desierto y los cacos tienen vía libre para llevarse el botín. Si ayer ASAJA Málaga denunció el robo de más de 10.000 kilos de alcachofas, hoy ha tenido conocimiento de que los ladrones se están llevando miles de kilos de aceitunas que encuentran tirada en el suelo. El vandalismo en el campo se está convirtiendo en una lacra cada vez más pesada.

En cuanto al cultivo de la patata tardía de Antequera, aún queda más de la mitad de cosecha sin recoger. Paradójicamente, este cultivo goza ahora de buen precio, pero el terreno encharcado impide su recolección. "De hecho aún se tardarán días en poder sacarla, porque la patata necesita que la tierra esté seca para que no le quede pegado todo el barro", comentan los técnicos.

Desembalse de agua

La situación en el Valle del Guadalhorce tampoco está siendo demasiado favorable últimamente. Los agricultores de la zona coinciden en señalar que aún es pronto para hacer balance de las posibles pérdidas. Lo cierto es que las intensas lluvias y la apertura de los pantanos han hecho que se aneguen numerosas explotaciones de la zona. En ese sentido, son muchos los productores que han criticado la decisión de la Administración de no haber aliviado los pantanos antes, teniendo en cuenta que las previsiones apuntaban grandes descargas de aguas. "Una vez más, no nos queda más remedio que pedir que se acometan las obras necesarias para que Málaga pueda acumular agua y no se vea obligada a tirarla como está ocurriendo a lo largo de este invierno", apostilla Carlos Blázquez.

En la zona de la Axarquía, los árboles tropicales no están acostumbrados a tanta agua, pero resisten bien. Y en la comarca de Ronda, una vez más hay que hablar de grandes daños en infraestructuras. También hay cereal afectado y toneladas de tierra fértil perdida. En la otra cara de la moneda, están los alcornocales y las dehesas, que agradecen encarecidamente las precipitaciones.

En cuanto al ganado, las lluvias harán que la primavera sea rica en pasto. Pero mientras llega, los animales se alimentan de heno, con el coste añadido que este alimento tiene para el ganadero.

En cualquier caso, el común denominador de todas las comarcas de la provincia es el destrozo de los caminos rurales, las cárcavas, el arrastre de los arroyos y la necesidad de mantener las infraestructuras en un estado óptimo de conservación para evitar que cada vez que llueve lamentemos los perjuicios.