Unió de Pagesos pide a las administraciones que eviten el abandono de explotaciones a través de ayudas para los productores más afectados
Unió de Pagesos
Unió de Pagesos advierte que, con la cosecha de aceitunas prácticamente terminada en Cataluña, la campaña 2011-2012 se cerrará con una producción de 13.249 toneladas, un 63% menos que la media de la producción de las campañas que entre 2008 y 2010 , y que fue de 35.823 toneladas. El sindicato cifra las pérdidas del sector de esta Comunidad en casi 51 millones de euros
Esta importante disminución de la producción, básicamente causada por la fuerte sequía sufrida este año, junto con la bajada de precios en origen, supondrá unas pérdidas de casi 51 millones de euros para el sector durante la campaña de comercialización 2011-2012.
El sindicato recuerda, sin embargo, que el principal problema que sufre el sector es el agravamiento de la crisis de precios, campaña tras campaña, que en el caso del olivo se inició en la campaña 2007-2008, y que ya ha supuesto una pérdida de ingresos de más del 40% para los productores catalanes, que han visto cómo los precios se han hundido desde los 0,60 euros el kilo en 2005 hasta los 0,30 euros el kilo del 2010 y el 2011.
Unió de Pagesos ya alertó en mayo de 2008 que la crisis de precios no respondía a razones de mercado sino a la presión ejercida por la gran distribución y la sumisión de envasadores e industriales a esta presión para que los precios fueran a la baja. En este sentido, estos últimos años el sindicato ha interpuesto denuncias ante el organismo de competencia de la administración, al detectar aceites de oliva de calidad inferior a la que indicaba la etiqueta, aceites de oliva mal etiquetados e indicios de prácticas como presunta venta a pérdidas o abuso de la posición de dominio.
Entre las propuestas que ha reiterado el sindicato para paliar la situación de crisis destacan el investigar las presuntas prácticas ilegales de la gran distribución, incrementar los controles en el etiquetado, adecuar la fiscalidad de los productores a la pérdida de ingresos, fomentar el uso del aceite de oliva dentro de las instituciones catalanas o sustituir el actual mecanismo de almacenamiento privado por uno de retirada de producto del mercado.
En cuanto a los efectos de la sequía, Unió de Pagesos ha pedido al Departamento de Agricultura de la Generalitat que articule una ayuda del Estado para los productores más perjudicados, para evitar así el abandono de las explotaciones. El sindicato propone que la ayuda se dirija sólo a aquellos agricultores a título principal que hayan sufrido pérdidas superiores al 30% de su producción, y que la misma suponga una parte significativa de sus ingresos. Unió de Pagesos calcula que se necesitarían 8 millones de euros para unas 6.000 explotaciones, las más afectadas.
Además, el sindicato también ha propuesto al Gobierno catalán como medida a corto plazo ampliar el periodo de carencia de los préstamos suscritos por los titulares de explotaciones de olivo, y al Gobierno del Estado, una adecuación de la fiscalidad, beneficios fiscales, exención durante un año del pago de las cuotas de la Seguridad Social y ampliar el periodo de carencia de los préstamos.