AVA-ASAJA valora el cambio y confía en que la mayor cualificación de los técnicos evite que se vendan las 440.000 Tn dañadas por el temporal o se repitan los habituales errores en etiquetado
Agricultura pasa a encargarse de las inspecciones hortofrutícolas, desde el almacén a los puntos de venta.
La Conselleria de Agricultura ha acordado con la de Industria y Comercio que sean los técnicos de aquella quienes se responsabilicen de las inspecciones de carácter alimentario de frutas y hortalizas en los puntos de venta. El departamento de Maritina Hernández ampliará pues sus responsabilidades en materia de control de las normas de comercialización hortofrutícola de los almacenes de confección "cuya gestión ya realizaba- a las fruterías, mercados de abastos, puestos ambulantes o grandes superficies, que ahora también revisará.
AVA-ASAJA valora "positivamente" el paso dado en tanto "serán técnicos más cualificados los que asuman este papel y es de esperar que demuestren mayor sensibilidad y eficacia", ha señalado su presidente, Cristóbal Aguado.
En virtud del acuerdo alcanzado son ya los funcionarios de Agricultura los que se encargan de levantar acta en los establecimientos y centros de manipulación, de tomar las muestras e incluso de adoptar las medidas provisionales oportunas. En el caso de detectar alguna irregularidad que pudiera afectar a la calidad del producto que llega a los consumidores, el expediente sancionador es trasladado a la Conselleria de Industria y Comercio. La cesión en las competencias ha comenzado a aplicarse en un momento especialmente delicado.
Con su actuación, los técnicos de Agricultura deberán evitar que acceda al mercado la ingente cantidad de frutas y hortalizas, cultivadas en la Comunitat o no, que se vieron afectadas por el temporal de lluvias persistentes, nieves, fuertes vientos y heladas que azotó recientemente a casi toda la Península así como a buena parte de las zonas productoras mediterráneas. AVA-ASAJA, de hecho, estimó que hasta 439.000 toneladas de cítricos valencianos se han visto afectados y no reúnen las condiciones para ser comercializadas. Gran parte de este género, cayó a tierra por efecto del viento pero "como denuncia Aguado- "está siendo robado masivamente por bandas organizadas de recolectores que ni siquiera respetan las muestras que los agricultores dejan para la revisión de los peritos del seguro y que después se venden a almacenes, SAT"s o a las llamadas fruterías "low cost", que revientan los precios". En segunda instancia AVA-ASAJA confía en que los funcionarios de Agricultura serán más eficaces a la hora de perseguir los constantes errores que suelen producirse en materia del correcto etiquetado y presentación de las frutas y hortalizas.