Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ ve "intereses ocultos en todo este asunto de la bacteria y los pepinos"
La Unió de Llauradors i Ramaders
Agricultores pertenecientes a la Unió han protagonizado hoy un acto de protesta frente al Consulado de Alemania en Valencia, en el que han lanzado 300 kilos de frutas y hortalizas. Desde esta organización agraria cifran en más de 20 millones de euros las pérdidas provocadas por la "crisis del pepino", sólo en esta comunidad autónoma.
Cerca de 100 agricultores de LA UNIÓ de Llauradors han realizado hoy un acto ante el Consulado de Alemania en Valencia sobre el que han lanzado más de 300 kilogramos de hortalizas y frutas para protestar por la actitud alemana ante el asunto de la bacteria E-coli y la pasividad de las autoridades europeas. Este mismo producto se ha repartido posteriormente a los acampados del 15-M de la plaza del Ayuntamiento.
LA UNIÓ señala que se ha hecho mucho daño al sector agrario valenciano por una alarma generada sin pruebas, con mentiras y demasiado retraso. La responsabilidad principal es alemana pero tampoco las autoridades europeas han actuado con diligencia. El brote se detectó el 2 de mayo, pero hasta el 25 de mayo Alemania no dice nada. Durante 23 días no se conoció la situación y además se descubre que hubo casos de la bacteria E-coli ya durante 2009 en Hamburgo.
La irresponsabilidad alemana, consentida por las autoridades de la Unión Europea durante demasiados días, ha provocado considerables pérdidas directas por el bloqueo a nuestros productos, ocasionando además un grave problema social al poner en peligro muchos puestos de trabajo en una situación económica general donde lo que menos falta hace es destruir más puestos de trabajo. Según LA UNIÓ las pérdidas en el campo valenciano pueden pasar de los 20 millones de euros entre la producción, el transporte, la manipulación, los almacenes, etc.
LA UNIÓ ha pedido en un escrito dirigido al consulado de Alemania, cuyos responsables han cerrado hoy curiosamente, que se compense económicamente por los daños y perjuicios ocasionados tanto por el Gobierno alemán como por la Comisión Europea.. En este sentido Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, ha dicho que "el mercado común único se ha vulnerado y la Comisión Europea no ha hecho nada por evitarlo. Se necesita una reparación económica y moral. Queremos que se compensen las pérdidas y que lleguen a los productores". La Comisión Europea dispone de mecanismos de indemnización para compensar las pérdidas ante una alarma como la actual que pueden cubrir hasta el 5% de la producción anual de las cosechas siniestradas. El problema es que sólo se pueden beneficiar los agricultores pertenecientes a organizaciones de productores y en la Comunidad Valenciana hay pocos que estén dentro de ellas, al menos en el sector de hortalizas.
Mampel ha indicado que "es injusto que se cierren fronteras a nuestros productos por la ineptitud de una persona como la consejera de salud de Hamburgo pero aún más grave que lo tolere el Gobierno federal alemán y la Comisión Europea", lo que hace que "estemos con la mosca detrás de la oreja porque hay muchos intereses ocultos, acuerdos con terceros países y mucho poder de las grandes cadenas de distribución".
LA UNIÓ reclama también una campaña ante la opinión pública europea e internacional para restablecer la imagen del sector agrario español y valenciano al mismo nivel del daño originado. Demasiados países se han querido aprovechar de esta situación pues Alemania vendía sus pepinos mientras se bloqueaban los nuestros, en Francia había una campaña de desprestigio hacia nuestras hortalizas y hasta EEUU anuncia controles más exhaustivos sobre las hortalizas españolas.
En la Comunitat Valenciana ha plantadas 154 hectáreas de pepino y una producción de 4.800 toneladas, según datos de 2010 de la Conselleria de Agricultura. La CV es la cuarta productora española de pepino por detrás de Andalucía, Cataluña y Murcia. El daño para este cultivo es muy grande porque el descenso de consumo interno en Espala se ha reducido un 30% y en el exterior ha sido nulo y en los próximos meses todavía será muy bajo. LA UNIÓ indica que el problema no es sólo para el pepino sino para el resto de hortalizas y fruta que se han visto afectadas en cadena. Y lo más grave es que los precios ahora van a la baja porque una vez levantado el bloqueo ahora hay exceso de oferta y de esto se aprovechan como siempre las grandes cadenas de distribución, las mismas que hace unos días retiraban de sus estanterías las verduras y frutas con procedencia española.