Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

La Ministra de Agricultura española ha pedido hoy "responsabilidad y prudencia" en relación al grave brote de infección por E. Coli detectado en Alemania, cuyo origen se encuentra en dos partidas de pepinos procedentes de sendos invernaderos de Almería y Málaga y que ha provocado hasta la fecha cerca de 800 casos detectados y 6 fallecidos.

Desde el MARM informan que Rosa Aguilar ha mantenido una conversación con su homóloga alemana, Ilse Aigner, sobre este asunto. Aguilar ha reiterado que "a día de hoy todavía se desconoce el origen de esta contaminación y no hay ninguna prueba de que ésta se haya producido en el país de origen".

Por su parte, la Comisión Europea difundía a través de un comunicado de prensa que el Gobierno de España habría paralizado la actividad de las dos explotaciones, algo que se han encargado de desmentir desde fuentes del Ministerio de Sanidad. Las autoridades españolas insisten en que lo que han comunicado es que se ha localizado y retirado el lote del producto que podría ser causante del problema, no que hayan cerrado ninguna empresa, algo que en todo caso correspondería a Andalucía.

Clara Aguilera se reunirá este lunes en Almería con los representantes del sector hortofrutícola para analizar las consecuencias derivadas de la alarma

Desde la Comunidad Autónoma a la que pertenecen las empresas afectadas, su Consejera de Agricultura, Clara Aguilera, ha declarado que una de las dos empresas investigadas, con sede en Málaga, "ha realizado autocontroles exhaustivos a sus partidas de pepinos, que han demostrado que se encuentran totalmente limpios de contaminación alguna. Aun así, se ha optado por la inmovilización del producto, como medida preventiva". Por lo que respecta a la otra empresa andaluza, de la localidad almeriense de Roquetas del Mar, indican desde la Junta que "están teniendo dificultad para identificar la partida exacta, ya que los datos facilitados por Alemania no coinciden con los registros de salida de la empresa".

Volviendo a Bruselas, la eurodiputada popular y miembro de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Esther Herranz, ha presentado este viernes una pregunta por escrito a la Comisión Europea en la que le insta a que inicie una investigación exhaustiva para determinar en qué punto de la cadena de producción y distribución se ha producido la contaminación de las partidas de pepino procedentes de España y que se han consumido en Alemania. Herranz apunta la posibilidad de que la infección por la bacteria Escherichia coli se haya producido durante el proceso de manipulación realizado en un punto de distribución, al entrar en contacto con otros productos contaminados previamente. La eurodiputada riojana subraya también que la prensa alemana "ha acusado a los productores españoles de Almería y Málaga de ser los responsables de la contaminación alimentaria por esta bacteria presente normalmente en aguas fecales y lo han hecho sin pruebas concluyentes".

Indignación

La Junta de Andalucía informa que ha trasladado al MARM su preocupación por este asunto, que afecta gravemente a la imagen del sector. Clara Aguilera ha solicitado al Gobierno central que traslade al Ejecutivo alemán "la indignación que tenemos por esta situación de irresponsabilidad y de alerta creada hacia nuestras producciones", añadiendo que el sector agroalimentario andaluz "trabaja bien, con suficientes garantías de seguridad y de calidad alimentaria". "Es una alarma injustificada de las autoridades alemanas", ha reiterado la Consejera andaluza, que se reunirá este lunes en Almería con los representantes del sector hortofrutícola para analizar las consecuencias derivadas de la alarma.

Un sector que ha mostrado su profundo malestar con este asunto, del que resulta inevitable plantearse una serie de cuestiones que ponen muy en duda la verdadera procedencia de la infección:

1. Cualquier informe científico situará el origen de E. coli en heces fecales de animales, siendo el contacto directo su única posible relación con pepinos o cualquier otra clase de vegetal. Pero en este caso hay que tener muy en cuenta que el contacto con el bacilo E.coli Enterohemorrágica no sólo puede producirse en los campos de cultivo.
2. Entre Roquetas de Mar en Almería y Algarrobo en Málaga hay más de 150 kilómetros de distancia, por cierto repletos de explotaciones hortofrutícolas que consumen ingentes cantidades de abonos, orgánicos muchos de ellos.
3. El volumen de las exportaciones españolas de frutas y hortalizas en 2010 fue de nueve millones y medio de toneladas, siendo Alemania su principal destino. La producción hortofrutícola integrada del sudeste peninsular es un referente a nivel mundial.
4. Los pepinos viajaron en camiones diferentes y no se unieron hasta encontrarse fuera de España. Según han argumentado responsables de una de las empresas españolas implicadas, desde Hamburgo les avisaron que se habían volcado los pepinos al descargarlos. Como apuntamos más arriba, el contacto con E. coli puede producirse en cualquier momento de la cadena de distribución, ya sea al caer al suelo o, mucho más factible, al larvarlos con agua que contenga la bacteria.
5. El brote se detecta únicamente en esta partida , distribuida finalmente a través del mercado central de Hamburgo.

Teniendo en cuenta estos cinco aspectos se entiende perfectamente el porqué de la indignación de todo un sector, más allá de Andalucía. Responsabilidad, prudencia e indignación, a lo que también sería muy necesario añadir el "sentido común".

Por su parte, las empresas afectadas anuncian que han contratado los servicios de abogados y de una agencia de comunicación alemanas para que les representen en aquel país. "Si nuestro palé está limpio pasaremos al contraataque, porque en 24 horas han echado por tierra el trabajo de quince años, con el que nos habíamos convertido en referentes en el sector de la agricultura ecológica", ha declarado el gerente de la empresa malagueña afectada.