Representantes políticos europeos plantean diversas cuestiones relacionadas con el Acuerdo de liberalización comercial para frutas y hortalizas con la vecina Marruecos
Fepex
Eurodiputados del PE, de distintas nacionalidades y grupos políticos, participaron, ayer, con fuertes intervenciones a favor del sector hortofrutícola, durante el transcurso del debate sobre las importaciones de tomate de Marruecos, surgido a raíz de la pregunta planteada por la Comisión de Peticiones y basada en la demanda de FEPEX para la reforma del sistema de precios de entrada
La eurodiputada española del Grupo Popular, Esther Herranz, destacó que la Comisión Europea no ha reformado el sistema de precios de entrada de las importaciones, a pesar de que existe un informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude que lo aconseja. Criticó a la Comisión porque "no sólo no ha intervenido para solucionar las posibles trampas a las que puede dar lugar el reglamento de precios de entrada en vigor, sino que ha negociado un nuevo acuerdo agrícola con Marruecos sin haber resuelto previamente los fallos del régimen de importación vigente".
El eurodiputado del Grupo Popular Gabriel Mato destacó que "los productores de tomates de Canarias, de Murcia, de Andalucía, de la Comunidad Valenciana, todos ellos productores comunitarios, necesitan que la Comisión actúe de forma decidida ante una situación injusta que les está causando graves daños. Hay fraude, y ustedes lo saben." Destacó que "Marruecos, gracias al Acuerdo con la Unión Europea, se beneficia de un precio de entrada, que no cumple". Resaltó que la obligación de la Comisión Europea es velar para que los acuerdos se cumplan y que no se debe aprobar el nuevo acuerdo con Marruecos hasta que no se garantice que el sistema de precios se va a variar de forma que las producciones marroquíes no sigan compitiendo de forma desleal con los productos españoles".
El eurodiputado francés del Grupo Popular, Michel Dantin expuso que la Comisión defiende el Acuerdo con Marruecos argumentando que beneficia a los productores marroquíes, pero destacó que esta no es la realidad: "los exportadores son grandes firmas agroalimentarias que se han instalado en Marruecos en grandes explotaciones. No son los pequeños productores marroquíes los que se benefician porque no tienen capacidad para producir en las condiciones que serían aceptables en el mercado europeo".
El eurodiputado italiano del Grupo Popular, Giovanni La Via pidió que la Comisión de una respuesta al régimen de precios de entrada antes de firmar el Acuerdo.
El diputado portugués del grupo GUE/NGL (Izquierda Unida/Izquierda Verde Nórdica), Joao Ferreira, incidió en que la Comisión Europea no ha hecho caso de las irregularidades detectadas por la OLAF y el impacto en los bajos precios y ha decidido seguir aumentando las concesiones de tomate a Marruecos.
El diputado del grupo liberal, el español, Ramón Tremosa destacó que el PE no debería ratificar el Acuerdo con Marruecos sino se incluyen cláusulas de tipo social, laboral, etcétera.
El diputado español del grupo Los Verdes, Raúl Romeva, destacó que es necesario clarificar las condiciones del acuerdo "pedir claramente que el tomate -o el producto que sea- que entre en la Unión Europea venga en las mismas condiciones que las que se exigen a los productores locales y, si eso no es una garantía, si eso no se garantiza, deberíamos, y debemos -y eso es lo que espero que esta Cámara haga también- replantearnos el marco en su conjunto".
La eurodiputada de Polonia, del grupo socialista, Lidia Joanna Geringer de Oedenberg, expuso que la importación de tomate de Marruecos a precio bajo es un peligro para los productores europeos. Mencionó que en diciembre del año pasado Marruecos exportó 70.000 toneladas de tomate a la UE, el doble de lo permitido en el acuerdo y pidió la Comisión que aclarara si iba a reformar el régimen.
Los eurodiputados españoles del grupo socialista, Josefa Barea e Iratxe García Pérez pidieron a la Comisión Europea que corrigiera el sistema de precios de entrada.
FEPEX valora la responsabilidad que asumen los eurodiputados en defensa del sector hortofrutícola, dada la fuerte resistencia y negativa de la Comisión Europea a reformar el régimen de precios de entrada y su apoyo al acuerdo con Marruecos.