Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

FERAGUA denuncia que el nuevo Plan Hidrológico hipoteca el futuro del regadío en el Guadalquivir

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía advierte que la nueva planificación será la "puntilla" al regadío del Guadalquivir

Feragua

Según Feragua el nuevo plan contempla unas dotaciones completamente insuficientes para los distintos cultivos, condenando al regadío del Guadalquivir a menores producciones y de menor calidad. En algunos casos están por debajo de los rangos contemplados por la Instrucción de Planificación Hidrológica del Gobierno, y, cuando están dentro del rango, siempre están cerca del límite inferior.

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha denunciado que el nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir (actualmente en fase de proyecto) hipoteca las posibilidades de desarrollo futuro del regadío de la Cuenca, condenándolo a un futuro desolador. "Es la puntilla a un sector fuertemente castigado por la crisis general, la caída de los precios agrícolas, la subida de los costes eléctricos y el fuerte endeudamiento derivado de la inversión en modernización", ha explicado hoy su secretario general, Pedro Parias, en la Jornada Técnica celebrada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en el Jardín Americano de Sevilla.

Concretamente, el nuevo Plan "castiga" los diferentes cultivos de la Cuenca con unas dotaciones que los regantes estiman insuficientes y que les condenan a menores producciones y de menor calidad. De hecho, las dotaciones previstas están por debajo de los rangos contemplados por la Instrucción de Planificación Hidrológica del Gobierno, y, cuando están dentro del rango, siempre están cerca del límite inferior (ver cuadro 1). Por ello, Feragua considera por ello que el nuevo Plan vulnera una norma superior de carácter estatal y la considera discriminatoria con respecto a otras cuencas españolas.

Igualmente, la exigencia de eficiencia en el uso del agua contemplada en el proyecto del nuevo Plan (ver cuadro 2) supera o se sitúa en el límite más alto de los rangos previstos por la Instrucción de Planificación Hidrológica y además elimina las diferencias de exigencia que se contemplaban para gravedad, aspersión y aspersión mecanizada, algo que penaliza enormemente el primer tipo de riegos, "poniéndolo en una situación insostenible". "Nosotros estamos por el ahorro y la eficiencia, y lo hemos demostrado sobradamente", ha explicado Pedro Parias, "pero la regulación que hace el nuevo Plan obliga a unos ratios de eficiencia que ciertamente son imposibles de alcanzar en algunos casos, cuando el regadío ni siquiera ha recibido un euro de ayuda pública para la modernización de sus parcelas".

El secretario general de Feragua, Pedro Parias, ha expresado no obstante la esperanza de que aún se esté a tiempo de corregir esta "gran injusticia" para el regadío de la Cuenca. Asimismo, ha pedido cordura y sensatez a las administraciones competentes en la Cuenca (Administración central y Junta de Andalucía) para elaborar un Plan Hidrológico que favorezca el desarrollo sostenible del regadío. El regadío en la Cuenca del Guadalquivir supone una superficie de 870.000 hectáreas, con una facturación superior a los 2.500 millones de euros, y más de 130.000 empleos directos asociados.