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Avances I+D

Un estudio investiga los efectos del Cambio Climático en el trigo

Realizado por miembros del ARS en Arizona analiza cómo afectará el aumento de la temperatura

USDA- ARS / Dennis O′Brien

Un equipo de investigadores estadounidenses del ARS, en colaboración con la Universidad de Arizona, ha analizado los efectos que provocará el aumento de las temperaturas en los cultivos de trigo del sudoeste de los Estados Unidos. A través de un sistema de calentadores infrarojos denominado T_FACE los científicos han reproducido las condiciones que se esperan para el futuro año 2050.

Un estudio investiga los efectos del Cambio Climático en el trigo
Espiga de trigo

Los productores del trigo en el suroeste de EE.UU. ahora tienen más información sobre el impacto posible del cambio climático en el trigo en el futuro, gracias a los resultados de estudios por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en Arizona.

Los investigadores han instalado algunos calentadores infrarrojos en campos experimentales de trigo en el Centro de Investigación Agrícola de Terreno Árido del ARS en Maricopa, Arizona, para simular las condiciones ambientales pronosticadas para el año 2050.

Típicamente el trigo se siembra en Arizona a mediados del invierno, con riego por toda la temporada de cultivo. La cosecha ocurre en mayo. Las temperaturas en Arizona pueden variar de menos de 32 grados Fahrenheit durante el invierno a más de 100 grados Fahrenheit en mayo. Pero las temperaturas más altas pueden reducir drásticamente los rendimientos y pueden aumentar el riesgo de la sequía, y por consiguiente el cambio climático es una preocupación mayor.

En sus experimentos, los científicos sembraron el trigo cada seis semanas entre marzo del 2007 y mayo del 2009, y aplicaron el calor a seis de las 15 plantaciones, calentando los cultivos sembrados cada año en marzo, diciembre y septiembre. Ellos midieron las condiciones del dosel de las plantas para asegurar un aumento de temperatura de 2,7 grados Fahrenheit durante el día en las parcelas calentadas, y un aumento de 5 a 6 grados Fahrenheit durante la noche.

El grupo incluyó Bruce Kimball, quien es científico del suelo (ahora retirado) del ARS; fisiólogos de plantas Gerard Wall y Jeffrey White, también del ARS, y Michael Ottman, agrónomo de la Universidad de Arizona.

Los investigadores usaron los calentadores infrarrojos colgados por encima de las plantas, utilizando un sistema llamado "Temperature Free-Air Controlled Enhancement" (Mejora Controlada de la Temperatura del Aire Libre, o T-FACE por sus siglas en inglés). Este aparato desarrollado por Kimball les permite a los científicos a aumentar la temperatura de cultivos experimentales en los campos. Otros investigadores del ARS y otros grupos de investigación también usan esta tecnología en todas partes del mundo.

Como esperado, los calentadores aceleraron el crecimiento de las plantas, aumentaron la temperatura del suelo, redujeron la humedad del suelo, causaron un estrés leve en las plantas debido a la pérdida de agua, y tuvo un impacto nominal en la fotosíntesis.

Pero la fecha de plantación también tuvo un papel en el efecto del calor en los rendimientos. Cuando los investigadores calentaron el trigo sembrado a mediados del invierno, las plantas crecieron más rápidamente, con una aceleración de crecimiento de aproximadamente una semana, pero no hubo diferencias significativas en los rendimientos totales. Pero aplicar el calor al trigo sembrado en septiembre ayudó a las plantas a sobrevivir las heladas que ocurrieron entre las Navidades y el Nuevo Año en ambos años con solamente algunas pérdidas moderadas de rendimientos. El trigo sembrado en el mismo tiempo sin la aplicación del calor no produjo ningunos rendimientos.

Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista "Global Change Biology" (Biología del Cambio Climático) y proveen información importante a los agricultores sobre los cambios apropiados en la fecha de plantación relacionados con el calentamiento global. Estos resultados también demuestran la eficacia del sistema T-FACE para investigar los impactos del cambio climático.

Lea más sobre esta investigación en la revista "Agricultural Research" de febrero del 2011.