Las organizaciones agrarias europeas reafirman sus presiones en Bruselas
Boletín Agrario
Hoy se han celebrado en la capital belga diversas reuniones promovidas por José Bové, en su condición de europarlamentario y miembro del COMAGRI encargado de redactar el informe sobre el nuevo acuerdo de liberalización comercial con Marruecos que será presentado ante la cámara de representantes. Las distintas organizaciones agrarias españolas destacan la unidad entre los productores europeos
A lo largo de esta mañana se han celebrado diversas reuniones en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, dedicadas a la futura votación que decidirá el destino del nuevo acuerdo de liberalización comercial entre la Unión y Marruecos. El carismático José Bové será el encargado de preparar el informe sobre el nuevo acuerdo de Asociación que el Parlamento tendrá que votar el próximo mes de marzo en la Comisión de Comercio Internacional y, en el mes de junio, durante Sesión Plenaria, como nos recuerdan desde ASAJA. Una vez llegado ese momento, en caso de ser ratificado, el nuevo escenario comercial entre los países comunitarios y el reino de Marruecos supondrá la liberalización de un gran número de productos hortofrutícolas y la ampliación de márgenes (en volúmenes y calendarios) en otros cuantos.
Desde que el pasado 13 de diciembre este acuerdo fue firmado por ambas partes, se inició también la última baza para nuestros productores en la lucha por evitarlo. Los europarlamentarios tienen la última palabra en este asunto y las organizaciones agrarias se han volcado en una campaña para conseguir el "no".
Desde COAG nos informan de la reunión que han mantenido hoy con los miembros de COMAGRI , la Comisión de Agricultura del Europarlamento, y que anunciábamos ayer. El responsable de frutas y hortalizas de la Coordinadora, el almeriense Andrés Góngora, destaca la unidad en el sector frente a este asunto. "La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se felicita porque el encuentro celebrado en la capital belga, e impulsado por esta organización en colaboración con José Bové, ha escenificado claramente la unidad del sector agrario europeo contra la ratificación del acuerdo de liberalización comercial con el reino alauita", afirman.
Algo en lo que coincide ASAJA, quienes también se han reunido hoy en Bruselas, junto a José Bové, con los europarlamentarios que integran la Comisión de Comercio Internacional, tal como informan. "Se trata de trasladar la imagen de unidad de los productores europeos ante la desprotección en que queda el sector de frutas y hortalizas y la pérdida de competitividad [de los productores]" , afirma Jóvenes Agricultores.
Condiciones de igualdad
"condicionar la apertura de los mercados europeos al cumplimiento de unos estándares mínimos en materia sociolaboral, ambiental y sanitaria".
Andrés Góngora, COAG
Uno de los principales argumentos de los productores en contra de este acuerdo se encuentra en la asimetría existente entre las regiones productoras implicadas. ASAJA destaca las condiciones actuales de la relación de Europa con nuestro vecino. "Marruecos goza en la actualidad de unas condiciones muy ventajosas de acceso a los mercados comunitarios de frutas y hortalizas, máxime si se tienen en cuenta que sus exportaciones no se ven sometidas a las mismas condiciones de producción que las impuestas a los productos comunitarios, en términos de cumplimiento de normas salariales y socio-laborales, utilización de productos fitosanitarios o respeto medioambiental", explican.
En este sentido, Andrés Góngora (COAG) además apuntilla que no sólo se trata de las condiciones sociolaborales de los ciudadanos europeos. "Resulta imprescindible condicionar la apertura de los mercados europeos al cumplimiento de unos estándares mínimos en materia sociolaboral, ambiental y sanitaria, en beneficio de la seguridad alimentaria y de los consumidores europeos, pero también para lograr la mejora de las condiciones de vida y trabajo de la población marroquí" .
Resulta difícil dibujar un escenario futuro sin los países de la orilla sur mediterránea, con Marruecos a la cabeza. Pero este futuro puede presentar cromatismos muy variados si no se anteponen aspectos básicos y fundamentales. Precisamente ese es el fin último de la política comunitaria, tal y como subraya COAG. "[...] se deben introducir criterios y cláusulas en el Acuerdo de Asociación que permitan verificar el impacto de la apertura comercial para ambas partes, especialmente con el objeto de comprobar el cumplimiento del fin último de la política exterior comunitaria:que se produzcan avances en materia de respeto al medioambiente, en los derechos laborales y –sobre todo- en el desarrollo económico y social de la población local y por tanto, no sólo de las grandes corporaciones locales o extranjeras".
Incumplimiento sistemático del Acuerdo actualmente en vigor
Duras son las palabras que utiliza ASAJA para describir las condiciones de aplicación del actual acuerdo, fundamentándose en lo corroborado por diversas instituciones europeas, especialmente la Oficina de Lucha contra el Fraude y el Tribunal de Cuentas: "se produce un incumplimiento sistemático de las clausulas del Acuerdo actualmente en vigor bien sean en calendarios de exportaciones, en contingentes a respetar o en los precios de entrada que desencadenan los pagos específicos, con lo que Marruecos ve favorecidas sus exportaciones, aunque están incumplan flagrantemente las propias condiciones del Acuerdo".
ASAJA acusa a la Comisión Europea de dejación de sus funciones en materia de control e inspecciones en fronteras: "[...] lejos de velar por la ausencia de plagas y enfermedades y por garantizar el principio de equidad entre producciones autóctonas e importadas, parece hacer la vista gorda [...]". Una situación que, asegura esta misma fuente, provoca "una y otra vez" fuertes desequilibrios en los mercados europeos, destacando algunas de las especies hortofrutícolas más afectadas por este acuerdo, como el tomate, los cítricos, la fresa o el calabacín.