Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Avances I+D

La belleza a través de los desechos de la viticultura

Interesante reportaje publicado como "Una nueva vida para los restos de la vinificación"

A. Rodríguez - Andalucía Investiga

Reportaje de Amalia Rodríguez Gómez para Andalucía Investiga, en el que presenta el caso empresarial de Skinwine, una empresa jerezana de base tecnológica que, en colaboración con la Universidad de Cádiz, desarrolla diversas líneas de investigación para aprovechar los desechos vitivinícolas en el desarrollo de productos cosméticos naturales.

Hasta no hace mucho, los restos de la uva blanca con la que se elaboran los vinos de Jerez suponían un ‘quebradero de cabeza’ para las bodegas, puesto que la eliminación de estos desechos suponía un problema medioambiental.

Ahora, la realidad es bien distinta desde que la empresa de base tecnológica (EBT) jerezana Skinwine, junto con el grupo Investigación químico-analítica del vino y productos vitivinícolas de la Universidad de Cádiz, que dirige el catedrático Carmelo García Barroso, encontrara una nueva ‘vida’ para estos restos: aprovecharlos como materia prima de productos de belleza naturales.

Tras pasar por un proceso de trituración y tamizado, los hollejos y la piel de la uva se convierten en un exfoliante eficaz e inocua capaz de limpiar la piel en profundidad. Las pepitas de la uva, por su parte, contienen ácidos grasos omega 6 con propiedades hidratantes y son ricas en epicatequina, un nutriente antioxidante.

"Estos cosméticos regenerativos cuentan con ingredientes como una mezcla de polifenoles y ácido tartárico, un subproducto del vino de color blanquecino que aplicado como mascarilla durante 2 ó 3 semanas confiere un aspecto más juvenil al rostro porque regeneran las células de la piel", detalla José Manuel Carbajo, consejero delegado de Skinwine.

Así, de los desechos de la uva se pueden obtener geles, cremas u otros productos sobre los que trabaja el Centro Andaluz de Investigación Vitivinícola (CAIV), laboratorio en el que se realizan las pruebas químicas.

Además de este estudio, cuyos resultados se comercializan en forma de cosméticos desde hace más de dos años por toda Andalucía, Madrid e incluso tienen intención de hacerlo en las regiones vinícolas bañadas por el río Rin (Alemania), esta joven empresa está inmersa en estos momentos en tres nuevas líneas de investigación.

I+D+I por partida triple

Una de ellas la realizan nuevamente en colaboración con la UCA. Se trata de someter los restos de uva a procesos de extracción de la materia activa, con el fin de disponer de moléculas aisladas que permitan obtener un producto más concentrado y purificado.

De Cádiz a Sevilla, donde estudian junto con la profesora Mercedes Sánchez Arévalo, responsable del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad Hispalense, aplican la nanotecnología en los activos obtenidos del Jerez (sherry). Este nuevo desarrollo en el campo de la Enocosmética pretende introducir nanopartículas lipídicas en las moléculas de estos desechos y obtener así partículas más absorbentes.

Por otro lado, Skinwine también trabaja con la Universidad Complutense de Madrid. Concretamente, participan en la Cátedra de Hidrología Médica, cuyo titular es el profesor Francisco Maraver, comprobando la utilidad de los restos como fangos termales.

"Hemos notado, tras múltiples estudios, que si calentamos el producto y lo aplicamos mientras guarda calor, el producto tarda en enfriarse como los fangos termales y este efecto beneficia a quienes sufren de artrosis, artritis, o reuma, entre otras enfermedades cuando se les aplica sobre la piel", explica Carbajo.

Moléculas ‘antienvejecimiento’ en el Jerez

También en los remanentes de la uva del Jerez, los investigadores del departamento de Química Analítica de la UCA han hallado moléculas con gran capacidad de combatir los radicales libres y con acción exfoliante cutánea que retardan el proceso de envejecimiento. Son un grupo de polifenoles, característicos del vino de Jerez, y bitartratos derivados del ácido tartárico que aparecen en el propio proceso de vinificación y crianza del Jerez (diferente al de uva tinta).

Tras múltiples estudios in vivo, este nuevo producto cosmético se comenzará a comercializar a finales de mayo. Entre sus beneficios, renovación celular, intensa hidratación cutánea, unificación del tono cutáneo, incluso actúa en las hiperpigmentaciones y pequeñas cicatrices.

Un reportaje de Amalia Rodríguez Gómez para andaluciainvestiga.com publicado originalmente el 9-8-2010