Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

La lucha biológica contra el barrenador del arroz en peligro por culpa de recortes presupuestarios

La Unió se niega a que sea el arrocero valenciano quien deba poner los difusores para el tratamiento del cucat

La Unió de Llauradors i Ramaders

La organización agraria levantina denuncia los recortes de la Generalitat Valenciana en el presupuesto dedicado a la lucha biológica contra el cucat o chilo (Chilo Supresalis). Un recorte cercano al 50% en los tres últimos años, según la Unió, que también protesta por la intención de la Consellería de que sean los propios arroceros los que sufraguen estas campañas hasta ahora colectivas

cultivo de arroz

La sectorial del arroz de LA UNIÓ de Llauradors denuncia que la Conselleria de Agricultura ha reducido el presupuesto para la lucha contra el cucat del arroz (Chilo Supressalis) de casi el 50% en apenas tres años y pretende ahora que sean los propios arroceros quienes sufraguen parte de los tratamientos ante la falta de presupuesto.

Hasta este año la Conselleria de Agricultura hacía tratamientos con campañas colectivas de lucha biológica contra el Chilo, mas conocido como Cucat del arroz, con un gran éxito mediante el uso de feromonas. Con esta medida de control biológico se evitaban tratamientos químicos en zonas húmedas del territorio valenciano, lo que representaba consecuencias muy favorables para la salvaguarda del patrimonio medioambiental.

Sin embargo la línea presupuestaria destinada a este fin ha tenido una reducción desde 2008 a este año de casi el 50%. En 2008 Conselleria invirtió un total de 1,19 millones de euros en la campaña contra la plaga del barrenador o cucat del arroz frente a los 650.000 euros que tiene este año de dotación.

Conselleria de Agricultura pretende ahora que sea el arrocero quien costee sus problemas financieros, solicitando que coloquen ellos las varillas de feromonas de confusión sexual. El problema fundamental radica en que este tratamiento requiere una atmosfera uniforme en todo el arrozal y por ello la colocación de las varillas impregnadas con las feromonas debe hacerse con el orden y precisión que se ha venido haciendo hasta ahora, ya que en el momento no se haga de la forma correcta se va a perder totalmente la eficacia de un tratamiento que es pionero en el ámbito estatal y que ya otras comunidades autónomas deseaban imitar.

Con la eliminación de gran parte del presupuesto para este fin, la Conselleria obligaría al arrocero al empleo de métodos no biológicos para luchar contra el cucat, echando a perder una labor de más de diez años y trasladando al arrocero un problema presupuestario del departamento agrario de la Generalitat. Por ello LA UNIÓ de Llauradors cree que la Conselleria de Agricultura debe recapacitar su decisión, realizar un esfuerzo y detraer fondos para seguir aplicando estos tratamientos biológicos.