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Estudio a nivel europeo detecta presencia de glifosato en el 45% de las muestras de orina analizas

Se trata del herbicida más utilizado en la agricultura industrial de todo el mundo, aunque no existen datos oficiales sobre su uso en España

Alonso Aguilar

Un estudio encargado por Amigos de la Tierra para detectar trazas de glifosato en 18 países de Europa ha confirmado la presencia de este herbicida, el más utilizado en el mundo, en el 45% de las muestras de orina analizadas. Además alertan de la existencia de diversas solicitudes para cultivar transgénicos resistentes al glifosato. Algo que, auguran, incrementaría su uso en un 800%

La organización ecologista Friends of the Earth Europe ha realizado un estudio que analiza por primera vez el impacto del glifosato, el popular herbicida no selectivo de amplio espectro, entre la población de diversos países europeos. Para ello se han realizado una serie de análisis de orina entre personas oriundas de ciudades, población que, al menos en principio, no se encuentra en contacto directo con el herbicida creado en su día por la multinacional Monsanto. Dichos análisis fueron realizados por el Medizinisches Labor, en Bremen, Alemania (en la nota de prensa original se indica incluso el teléfono del autor de los análisis, para que no se diga). 

Aplicación de pesticidas en cultivos de California

Aplicación de pesticidas en cultivos de California

Charles O′Rear /USDA (Public Domain)

Los resultados de este estudio arrojan que un 45% de las muestras analizadas procedentes de hasta 18 países europeos contienen trazas de glifosato, cifra que coincide con los resultados obtenidos para las muestras tomadas en España. La representación española de Amigos de la Tierra ha solicitado al Gobierno los datos sobre el uso del glifosato en nuestro país, además de pedirle que tome medidas para reducir la exposición de la población a este tóxico fitosanitario y, una vez más, «que se posicione en contra de la introducción de las nuevas variedades transgénicas». Y es que sabemos que el glifosato se aplica al 39% de la superficie agrícola alemana, pero no se conocen datos de su utilización en España.  

Aunque he de señalar que esta sustancia se encuentra incluida en el listado de LMRs (Límites Máximos de Resíduos) establecido por la Unión Europea, por lo que su presencia en los alimentos ni es ilegal ni mucho menos novedosa, siempre que se produzca por debajo de los límites establecidos. Pero, dicho sea, esto no significa que su presencia resulte inocua, y mucho menos en muestras de orina humana. En este sentido recuerdo la denuncia realizada hace unos meses por once organizaciones, entre las que se encontraban representados ecologistas, agricultores ecológicos y consumidores, quienes advertían a través de un comunicado conjunto de la alta toxicidad de un componente del glifosato llamado POE-15 (tallowamina polietoxilada), según se desprende de diversos estudios.

Más trangénicos, más glifosato

FoE alerta que esta exposición por parte de la ciudadanía al glifosato podría incrementarse con la introducción en la agricultura europea de variedades transgénicas resistentes a dicha sustancia, tal y como han solicitado diversas empresas biotecnológicas: «En estos momentos existen catorce cultivos modificados genéticamente resistentes al glifosato que están a la espera de aprobación para su cultivo en la Unión Europea. Hay estimaciones de que su aprobación podría provocar incrementos del uso de este tóxico de hasta el 800%», alerta la ONG medioambiental. 

La Teletienda de los Trangénicos de Amigos de la Tierra

Detalle del sitio web unicoseneuropa.org, creado por AMigos de la Tierra con la intención de "desmitificar los falsos argumentos de la industria transgénica y sus aliados". En la viñeta se pueden apreciar a los presidentes Zapatero y Rajoy abogando por el oscurantismo como mejor recurso para mantener que España sea el único país de la UE donde se producen a gran escala

España es el país que más apoyo ofrece a los cultivos transgénicos en el ámbito de la Unión Europea, por lo que de aprobarse alguna de estas solicitudes sería muy probable que nuestro país fuese el primero en implementarlas: «Considerando que España es el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala, en el caso de su aprobación, seríamos los primeros en acoger estos cultivos y, por tanto, nos veríamos afectados por el uso indiscriminado del glifosato. Por esta razón, solicitamos al Gobierno que tome medidas para evitar la aprobación de los nuevos cultivos transgénicos resistentes al glifosato en la Unión Europea», advierte Blanca Ruibal. «Es muy preocupante que empresas como Monsanto hayan solicitado cultivar en Europa cultivos transgénicos que inevitablemente conducen a un mayor uso del herbicida. Los gobiernos deben tomar medidas para reducir urgentemente nuestra exposición a este tóxico y proteger la salud humana y el medio ambiente», señala la responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra. 

Ya hay demasiados «prescriptores»

El uso del glifosato en España se encuentra muy extendido (se considera como el herbicida más usado en el mundo), aunque como lamenta Amigos de la Tierra no conozcamos datos feacientes en este sentido.  Su eficacia probada para eliminar malas hierbas ( escandalosas excepciones «trucadas» aparte) lo hacen muy popular entre los agricultores, por lo que cualquier alerta sobre su uso no suele ser bien recibida. 

Pero, una vez más, desde Boletín Agrario advertimos que una cosa es el deseo y otra la cruda realidad: Lo que te aporta beneficios quizá, y sólo quizá, te pueda estar enfermando. Una arriesgada apuesta que incluso puedes aceptar en primera persona (el típico «que me parta un rayo», tan nuestro), pero no creo que seamos tan bravos (y ansiosos, en el sentido de José Mota) si pensamos que también podría perjudicar a nuestros hijos y demás seres queridos.

De ahí que los agricultores, propietarios y asalariados, debieran ser los primeros en exigir que se estudiasen en profundidad sus efectos en el organismo, ya que de lejos son los que más se exponen a este tóxico. ¡Cuánto beneficiaría a BA hacer caso omiso de tales advertencias, dedicándonos a glosar las «bondades» de este y otros muchos biocidas! Pero resulta que entonces la existencia de esta publicación dejaría de tener sentido. Y antes que eso ocurra, que me parta un rayo, que para leer y escuchar lo que te gustaría que fuera ya hay otros muchos (sin necesidad de salir de estas páginas, ojo, que veo la viga en el ídem). 

Para calmar las aguas usaré una perogrullada, pero no por ello menos cierta:  en cuestiones de seguridad alimentaria, que aquí no se está hablando de medio ambiente, no sirve de nada regular en la UE si no se pone coto a las importaciones, hablemos de sustancias tóxicas o de transgénicos. Algo tan evidente como, al parecer, tan poco contemplado en ocasiones.  

Alonso Aguilar

Director de Boletín Agrario

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