Avances I+D
Euphoros: invernaderos sostenibles y con menor impacto ecológico... pero más eficientes
Este proyecto pretende desarrollar un sistema productivo para la agricultura en invernadero que sea sostenible manteniendo alta productividad y eficiencia en el uso de recursos.
Esta semana se ha celebrado en Almería el curso de especialización en Uso Eficiente de Inputs en Horticultura Protegida, donde diversos investigadores de España, Italia y Holanda han dado a conocer los distintos avances realizados en el marco del proyecto Euphoros. También se celebró una jornada de transferencia , donde se presentaron las terceras conclusiones anuales del proyecto, que analizamos
parte II
3º resultados anuales de Euphoros
El proyecto Euphoros, financiando por la Unión Europea en su 7º Programa Marco, cuenta entre sus impulsores a Universidades, Centros de Investigación y Empresas de reconocido prestigio que desarrollan su actividad en el ámbito de la I+D+i en Horticultura Protegida. Durante la jornada de transferencia celebrada el jueves en la emblemática Casa de las Mariposas se dieron a conocer los terceros resultados anuales, desgranado las principales conclusiones tres años después de iniciarse el proyecto.
Las conclusiones de Euphoros apuntan a algo que bien saben los productores de invernadero: es necesario reducir el gasto en fertilizantes. Los circuitos cerrados de irrigación que se investigan en Pisa han demostrado, sobre cultivos de tomate, que pueden llegar a reducir un 40% el gasto en nitrógeno, el de fósforo un 24% y el de potasio un 11%, a la vez que se consigue bajar el gasto de agua en un 25%.
También destacan el importante coste medioambiental del sustrato. Las recomendaciones pasan por el reciclado del material y la reducción de la cantidad aplicada a cada planta. La empresa italiana Perlite participa directamente en Europhoros, investigando las posibilidades de reutilización de su producto e identificando diversas opciones viables.
En el caso del tomate el consumo de energía para calefacción durante el invierno ha sido muy considerado durante el proyecto. Los nuevos desarrollos en materiales de cubierta, así como los avances en almacenamiento del calor sobrante y la optimización de la ventilación desarrollados durante los tres años de proyecto permiten reducir el consumo energético de los invernaderos.
Por ejemplo, en el centro experimental de Cajamar en El Ejido se diseñó y construyó un novedoso sistema de almacenamiento de energía solar día/noche para invernaderos semicerrados, que estuvo funcionando ininterrumpidamente, consiguiendo mantener el invernadero cerrado día y noche durante seis meses.
Sobre el uso de las energías renovables el tercer informe anual proyecto recoge que su uso depende enormemente de la localización geográfica, debido a la mala adecuación en el tiempo entre la producción potencial y la necesidad de energía. Pese a esto, si hay algún lugar más ideal en Europa para el empleo de la energía limpia e inagotable del Sol, seguro que no es otro que el sureste español.
Sobre la investigación de nuevos aditivos para las cubiertas de plástico, esta va más allá del control de la temperatura y el rendimiento energético, siendo incluso capaces de prevenir enfermedades como el oidio, a través del filtrado selectivo del espectro ultravioleta. En relación a la prevención y manejo del invernadero, las conclusiones del proyecto Europhoros destacan las ventajas que aporta el monitoreo de las condiciones de temperatura, humedad relativa y ventilación en el invernadero, que permitan al agricultor reducir los problemas con los hongos y aumentar la productividad de la cosecha. También se está probando y modificando una "nariz electrónica" que podría ser muy útil en la detección temprana de plagas y enfermedades.
Por otra parte, la optimización del diseño de las estructuras de los invernaderos permite reducir la cantidad de acero necesario e incrementar su vida útil, algo que ayuda a reducir el coste medioambiental de los mismos.
A través del análisis de alternativas en cada escenario, el estudio establece que se consiguen mayores reducciones del impacto medioambiental reduciendo el consumo de energía, aumentando la productividad o combinando distintas alternativas de mejora. Los resultados económicos muestran que en algunos casos la reducción de inputs puede ser también interesante, como el caso de los fertilizantes.
"En particular, hemos demostrado que es posible desarrollar un sistema de invernadero sostenible que: puede minimizar la necesidad de energías fósiles y la huella de carbono de sus equipos; sin desperdicio de agua ni emisiones de fertilizantes y con un reciclado completo del sustrato; con mínima necesidad de productos fitosanitarios, pero con una alta productividad y eficiencia en el uso de los recursos", concluye el estudio.
El proyecto Euphoros demuestra que a través del uso de la tecnología, aplicada específicamente a cada contexto geográfico y tipo de producción, es posible avanzar mucho más para lograr una "agricultura perfecta".