Las reservas marinas protegen al coral rojo del Mediterráneo
El estudio se ha publicado en ‘Marine Ecology Progress Series’
Un equipo de investigadores españoles y franceses ha analizado por primera vez las poblaciones de coral rojo en las Reservas Marinas más antiguas del Mar Mediterráneo, y los impactos provocados por la actividad pesquera. Los resultados demuestran que las reservas marinas son una garantía para conservar esta especie.
Desde la antigüedad el coral rojo del Mediterráneo (Corallium rubrum) es muy preciado en joyería. Pero la pesca intensiva, sobre todo a poca profundidad, ha transformado las poblaciones y ha impedido la recuperación de esta especie en el litoral mediterráneo, donde los corales por encima de los 50 metros de profundidad se quedan en colonias de pequeño tamaño. La pesca y ahora el cambio climático amenazan la persistencia de esta especie de lento crecimiento y con bajas tasas de reclutamiento.
Ahora un equipo de científicos ha analizado las tres reservas marinas más antiguas del Mediterráneo –Banyuls, Carry-le-Rouet, y Scandola, en la isla de Córcega- para cuantificar los impactos de la actividad humana y comprobar la eficiencia de estas reservas en la conservación del coral rojo, ya que éstas son la "herramienta esencial" para observar la evolución de las poblaciones en ausencia de impactos de la pesca.
"El problema de estudiar una especie con una tasa de crecimiento tan lento radica en la necesidad de seguimientos a largo plazo que garanticen la obtención de datos suficientes para estimar la evolución de las poblaciones", señala a SINC Cristina Linares, autora principal e investigadora en el Departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona.
El estudio, publicado recientemente en la revista Marine Ecology Progress Series, demuestra que las reservas marinas son "una lenta pero eficaz herramienta para conservar las poblaciones de coral rojo del Mediterráneo", asegura Joaquim Garrabou, coautor del artículo, e investigador del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC).
Para los científicos, el coral rojo del Mediterráneo no puede considerarse una especie en extinción. Así lo atestiguan la extensa distribución de densas poblaciones en toda la cuenca mediterránea y el hecho de que algunas colonias de menos de dos milímetros de diámetro sean ya fértiles sexualmente.
Tres décadas de protección
Los investigadores eligieron estas tres reservas porque llevan 30 años de protección. Proyectaron la estructura de las poblaciones de coral rojo en el momento de su creación y tres décadas más tarde han vuelto ha hacer lo mismo.
Según Linares, "estas reservas albergan colonias de extraordinario tamaño en comparación con las poblaciones estudiadas antes, tanto las situadas por encima de los 50 metros como las más profundas". Esto confirma la efectividad de las reservas para la conservación de la especie, "siempre y cuando, como ocurre en estas tres Reservas, una buena gestión y mucha vigilancia aseguren la protección de esta especie", declaran los autores.
"Pero la proyección futura de las poblaciones demuestra que 30 años más de protección no son suficientes para llegar a tener colonias como las observadas en los años ‘60 (con diámetros de alrededor de 45 mm)", recalca Garrabou.
Linares advierte que la disminución continuada del tamaño de las colonias afecta a la resiliencia (capacidad de absorber perturbaciones sin alterarse) de esta especie. "La falta de colonias grandes tiene repercusiones importantes en el futuro de las poblaciones, porque son estas colonias las que contribuyen a la reproducción y por tanto a la persistencia de estas poblaciones", manifiesta la investigadora.
Noticia publicada originalmente el 10-5-2010 en la plataforma SINC.