Grandes avances en los trabajos desarrollados contra la mosca blanca
La Consejería de Agricultura, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias y FUNDESIMCA
Se han invertido unos 75.000 euros en dos cámaras de cría y un insectario para reproducir enemigos naturales de esta plaga. Permitirá la reproducción estable de cientos de estos agentes que podrán ser soltados en zonas de platanera y parques y jardines. Es fruto del trabajo conjunto que desde 2005 desarrollan el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias y FUNDESIMCA.
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, visitó hoy las instalaciones del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) dedicadas al estudio y producción masiva de depredadores naturales contra la mosca blanca espiral, donde pudo constatar los grandes avances desarrollados en la lucha contra una plaga de la que el Archipiélago es centro de referencia mundial.
Se han reformado las instalaciones de que disponía el ICIA con dos cámaras de cría de unos 20 metros cuadrados, así como un insectario con ocho cubículos de unos 200 metros cuadrados aproximadamente, que permitirán la reproducción estable de cientos de estos enemigos naturales -adquiridos en sus lugares de procedencia- para su posterior suelta controlada tanto en zonas de platanera como en parques y jardines. La inversión que se ha realizado en estas acciones alcanza los 74.177 euros.
Se comienzan a apreciar los resultados de cinco años de trabajo del Departamento de Protección Vegetal del ICIA, coordinado por la investigadora Estrella Hernández, que desde 2005 ha contado con la participación estable de la Fundación para el Desarrollo e Impulso de las Ciencias Agrarias en Canarias (FUNDESIMCA). Este estudio será presentado este año en una tesis doctoral de la investigadora Rositta Rizza.
Este proyecto de investigación del ICIA se orienta a erradicar las moscas blancas, un problema fitosanitario de primer orden que llevó a la publicación de la Orden 783/2008, de 13 de mayo, que declara la existencia de esta plaga y regula medidas obligatoria para el control de dos especies de origen neotropical: Aleurodicus dispersus y Aleurodicus floccissimus.
Durante la visita, la consejera, acompañada de la presidenta del ICIA, Milagros Pérez León, el presidente de la Fundación, Luis Losada, y el equipo de investigadores del centro, recorrió las nuevas infraestructuras destinadas a la cría masiva de enemigos naturales, entre las que destaca una biofábrica piloto que ha permitido aumentar la producción de insectos -destinados a la suelta- para erradicar esta plaga, que tiene importantes efectos en plantas ornamentales y cultivos subtropicales del Archipiélago.
Esta cooperación estrecha con FUNDESIMCA ha permitido importar enemigos naturales de sus zonas de origen -con viajes sucesivos a Ecuador, Trinidad Tobago, México y California- objeto de estudio en laboratorios donde se evalúa su potencial depredador.
Los agentes que se están reproduciendo en el insectario y las dos cámaras de cría son dos coccinélidos, Delphastus catalinae (de origen neotropical, que se introdujo hace años en Canarias y se está criando en masa) y Nephaspis bicolor (procedente de América Central y el Caribe), y tres parasitoides, Encarsia guadeloupae (Taiwán y México), Encarsiella noyesi (California) y Entedononecremnus sp. (México).
Se prevé realizar próximamente una segunda suelta de estos depredadores criados en los laboratorios del ICIA, que este año ha conseguido disponer de un mayor número de insectos, lo que permitirá ampliar el área de influencia en la que actúan estos enemigos naturales de la mosca blanca e intensificar la lucha contra esta plaga.
Canarias, referencia mundial
Debido a que los controles químicos efectuados hasta el momento no han dado resultados satisfactorios, el control biológico, es decir, mediante el empleo de enemigos naturales, se perfila como la mejor opción para erradicar esta plaga a largo plazo y la más respetuosa con el medio ambiente.
En este sentido, Canarias se ha convertido en referencia mundial en el estudio de un mal introducido a finales del siglo pasado en Tenerife, que se está extendiendo por diferentes zonas del planeta y que constituye un peligro potencial en el área mediterránea.
Las sueltas experimentales de estos insectos realizadas el año pasado en las zonas más problemáticas del Archipiélago, han dado buenos resultados, reduciendo la población de esta plaga en las áreas empleadas.
La mosca blanca provoca un importante impacto estético en las especies ornamentales presentes en parques y jardines y favorece el desarrollo de "negrilla". En el cultivo de la platanera, este daño indirecto obliga al lavado de la fruta en el empaquetado y ha llegado a ocasionar pérdidas económicas por depreciación de la calidad comercial de la misma.
El tratamiento más extendido contra este mal consiste en la limpieza de las plantas afectadas con agua y jabones potásicos, si bien su localización en zonas urbanas ajardinadas unido a la ubicación inaccesibles de árboles de gran tamaño, hacen que los métodos empleados deban repetirse periódicamente para evitar nuevas infestaciones, lo que conlleva un alto coste.