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Un proceso de negociación de la PAC «injusto e ilógico»

UPA acusa a Gobierno y Comunidades Autónomas de «estar jugando a un reparto de fondos a espaldas de los agricultores y ganaderos»

Boletín Agrario

La Unión de Pequeños Agricultores critica duramente el actual proceso de negociación de repartos de las ayudas PAC, tildándolo de «injusto e ilógico». Advierten que España «está perdiendo una oportunidad histórica para diseñar una PAC que funcione de verdad» y amenazan con nuevas movilizaciones

Concentración frente a la sede de la Unión Europea en Madrid y entrega de alimentos a ONG

Concentración frente a la sede de la Unión Europea en Madrid y entrega de alimentos a ONG

23-11-2012UPA

La nueva Política Agraria Común otorga a cada Estado miembro de la UE una mayor capacidad de adaptación, esto es, de decidir cómo se reparten e invierten los ingentes recursos destinados al desarrollo rural y agrario procedentes de las arcas comunitarias. La UPA denuncia que las actuales negociaciones que se llevan a cabo en España entre Gobierno y Comunidades Autónomas se está realizando a espaldas de agricultores y ganaderos, «ignorando por completo al sector». 

La organización agraria reclama que se cuente con las OPAS para definir estos repartos, «porque es lo natural y lo justo», así como que se aprovechen las nuevas atribuciones de la PAC 2015-2020 «para conseguir una PAC más justa y eficaz, no para hacer un reparto de fondos entre territorios para que al final todo quede igual». La UPA considera que el Gobierno español ha abandonado así la posibilidad de diseñar una política  agraria a nivel nacional, algo que acabarán pagando el Desarrollo Rural y la modernización del sector, precisamente los dos ámbitos de la Política Agraria Comunitaria más importantes para combatir la profunda crisis que asola nuestro país y que se ceba con especial saña en el mundo rural. 

La organización agraria pone como ejemplo la cuestión del "capping", el tope en las ayudas a los más ricos que, finalmente, ha quedado establecido por Gobierno y CCAA en 300.000 euros. Un extenso tope que, denuncia la organización agraria, apenas dejará fuera del sistema a 320 subvencionados y que, huelga decirlo, 47 millones de españoles quisiéramos para nosotros: «Ignoran nuestras demandas de apoyar a la agricultura familiar otorgando un mayor apoyo a las primeras hectáreas, además, siguen sin querer definir quién debe ser el receptor legítimo de las ayudas: el agricultor y ganadero activo». 

«Son innumerables las propuestas constructivas que hemos remitido al ministro Arias Cañete», ha declarado Lorenzo ramos. Unas aportaciones que, lamenta el secretario general de UPA, «están siendo ignoradas y despreciadas». Motivo por el que advierte sobre posibles movilizaciones en el sector agrario: «Si hace falta salir a la calle, saldremos en las próximas semanas», ha amenazado Ramos. «La paciencia de los agricultores y ganaderos se está agotando, hay enfado e inquietud, y no sentimos que el Gobierno sea sensible a nuestras demandas».

Una buena disposición del sector para con el equipo de Arias Cañete que, desde nuestra posición de convidado de piedra en esto que algunos interesados llaman "el agronegocio", podemos suscribir a boca llena. Basta con echar la vista atrás y recordar la beligerancia con la que se trató a las anteriores ministras, especialmente en el caso de Rosa Aguilar, atacada por ciertos sectores desde antes de jurar su cargo. La suerte de cheque en blanco que parece haber recibido la gestión de Arias Cañete no es normal, al menos si no se tienen en cuenta otros factores (ideológicos) que en absoluto tienen que ver con el agro ni el mundo rural.