Jaque al proyecto de dragado del río Guadalquivir
Las recientes declaraciones del ministro Arias Cañete han sido celebradas por los detractores del proyecto. Feragua y los Arroceros le muestran su apoyo
El debate sobre la viabilidad del proyecto de dragado del río Guadalquivir dura ya más de diez años, desde que en 2003 se aprobara su ejecución. Las recientes declaraciones del ministro Arias Cañete parecen sumarse a la fuerte oposición al proyecto. Como afirma la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante: su futuro parece «tan negro como el carbón»
Este martes se celebraba en Sevilla una reunión convocada por el Ayuntamiento en la que estuvieron presentes las distintas partes implicadas en el proyecto de dragado del río Guadalquivir, en la que decidieron solicitar una reunión al ministro, «con el objetivo de pedirle que establezca una dotación presupuestaria para las medidas compensatorias que necesita el dragado para poder ejecutarse», informa Feragua.
Una cita que se produjo tras las declaraciones del ministro Arias Cañete durante su visita el pasado viernes día 10 de mayo a Expoliva, en Jaén. Sobre qué fue lo que dijo el ministro, y especialmente qué quiso decir, existen interpretaciones dispares. Arias destacó la necesidad de que el proyecto se realice bajo garantías medioambientales que eviten la salinización del río y la erosión ambiental de su entorno. Pero también relativizó la necesidad de contar con una nueva declaración de impacto ambiental, como piden la Junta de Andalucía y los muchos detractores del proyecto, señalando que se tendrá que ver «si procede o no una nueva declaración de impacto ambiental, y cuáles serían los términos». Un asunto que es el nudo gordiano de todo este debate.
El proyecto de dragado del río forma parte del Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir. Esta iniciativa, encaminada a permitir la navegación de grandes barcos hasta el puerto fluvial de Sevilla, recibió el visto bueno de Medio Ambiente en el año 2003. Desde entonces han sido varios los estudios e informes que alertan sobre el peligro de este drenaje, como el realizado por el CSIC en 2010. Ya antes, en el año 2004, el extinto Ministerio de Medio Ambiente de Cristina Narbona reconocía «carencias en el informe y en la Declaración de Impacto Ambiental» e instaba a «crear una Comisión Científica que debía valorar de nuevo el proyecto». Unas carencias que condujeron al informe antes citado, y entre las que se encontraba el aumento de la salinidad en las aguas del río. El ministro hacía referencia directa a este problema es sus declaraciones del viernes, advirtiendo que «un dragado sin condiciones terminaría perjudicando a Doñana y a los cultivos por la facilidad del tambor salino de ir río arriba».
La organización ecologista WWF celebraba las declaraciones del ministro, destacando que, «tras diez años de lucha, las últimas declaraciones del ministro Arias Cañete parecen significar, por fin, el destierro del proyecto de ampliación del dragado de Guadalquivir promovido por el puerto de Sevilla, que dañaría de forma irreversible el espacio natural de Doñana».
Es al menos curioso comprobar cómo esta vez las declaraciones del responsable del MAGRAMA han recibido elogios hasta desde el otro extremo del espectro parlamentario, como informaba este lunes la agencia Europa Press (EP). El portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz declaraba a interpelación de los medios que el ministro «ha puesto las cosas en su sitio». No salió tan bien parado el alcalde de Sevilla y presidente de los populares andaluces, Juan Ignacio Zoido: Según José Antonio Castro, la postura del MAGRAMA atiende a «la defensa de la legalidad, pese a que algunos en Sevilla, empezando por el señor Zoido, se había olvidado completamente de la legalidad». También afirmaba esperar que el alcalde «no se vuelva loco buscando otro proyecto estrella inviable».
El PP andaluz reaccionaba principios de esta semana, negando que Arias Cañete esté en contra del proyecto. De hecho «está totalmente a favor»(EP), declaró el secretario general de la organización, José Luis Sanz. También recordó que aún no se ha remitido ningún informe por parte de la Autoridad Portuaria de Sevilla, por lo que el ministro no ha podido posicionarse aún. En este sentido es imprescindible destacar las declaraciones efectuadas por dicha entidad al Diario de Sevilla: «El Puerto de Sevilla desveló esta semana a este periódico que aún no ha enviado el proyecto al Gobierno central, en este caso Puertos del Estado, y negó que tenga que mandarlo al Ministerio de Medio Ambiente».
Feragua: Un futuro «tan negro como el carbón»
La presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, afirmaba tras la reunión de este martes en el Ayuntamiento de Sevilla que ve el futuro del dragado del Guadalquivir «tan negro como el carbón», y subrayó que «se trata de un proyecto irrealizable y abocado al fracaso en las circunstancias actuales, al menos mientras no se le dote del presupuesto necesario para poder sufragar las medidas que lo hagan compatible con el futuro de la Cuenca, del sector arrocero y con Doñana». Algo en lo que coincidía el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Julián Borja, quien manifestaba que hasta «no empiecen las obras de modernización del arroz, no puede comenzar el dragado».
Aunque Feragua dejó claro que no están frontalmente en contra del proyecto: «Estamos dispuestos a apoyar el dragado, pero con las adecuadas medidas correctoras ambientales y soluciones para el estuario y para el sector arrocero, y para eso hace falta dinero. Sin dinero, podemos llevarnos discutiendo años, pero ese debate no nos llevará a ningún sitio», dijo la presidenta de Feragua. Para Feragua y para la Federación de Arroceros de Sevilla, la ejecución del dragado exige dar una respuesta previa a los cultivos del Guadalquivir, y particularmente a los del estuario, así como al entorno de Doñana. Los representantes del sector agrario en este debate destacan sus sintonía con las declaraciones del ministro, así como con lo expresado por el consejero andaluz Luis Planas. Cañete y Planas recibieron la felicitación de Margarita Bustamante «por estar actuando con cabeza y sentido común, y anteponiendo los intereses generales a las presiones e intereses particulares».
Un nuevo informe ambiental
Feragua no se posiciona en su comunicado sobre la necesidad o no de elaborar un nuevo informe ambiental del proyecto de dragado del río Guadalquivir, aspecto sin duda fundamental del asunto que parece querer ser deshaucido del debate por parte de los más interesados en que esto suceda, sin duda que los promotores del proyecto, con la Autoridad Portuaria de Sevilla a la cabeza.
Pero los detractores de esta iniciativa no olvidan el asunto. Piden al ministro que se efectúe un nuevo informe de impacto ambiental, como recomiendan los estudios científicos, y se declare la caducidad de la DIA de 2003 (ver arriba). Según informaciones de la Agencia EFE el secretario general de WWF, Juan Carlos de Olmo, afirmó que el proyecto del dragado «está tocado de muerte».