Unió de Pagesos denuncia la situación en que se encuentran los ganaderos de montaña
A la falta de pastos y los elevados precios de las materias primas para alimentación animal se suman atrasos en los pagos de ayudas y nuevos recortes
El sindicato agrario exige al Departamento de Agricultura catalán el pago de las ayudas pendientes «ante la grave situación de la ganadería extensiva». Denuncian la situación en la que se encuentran los ganaderos de montaña, agravada por la falta de pastos tras la profunda sequía sufrida en 2012, « y a la que se añaden los retrasos y los recortes de las ayudas»
Unió de Pagesos alerta sobre la grave situación en que se encuentran los ganaderos en régimen extensivo de las comarcas de montaña en Cataluña, ocasionada, por un lado, por la excepcional sequía del 2012, y por otro, debido al retraso en el pago las ayudas a este tipo de ganadería, además de las previsiones de recortes en las ayudas para este año, que afectará a las Asociaciones de Defensa Sanitaria (ADS) o los seguros agrarios.
El sindicato recuerda que la grave sequía que se sufrió en 2012 dejó prácticamente sin vegetación extensas zonas de pasto, lo que obligó a los ganaderos a comprar grandes volúmenes de alimento para los animales. Además, teniendo en cuenta que la sequía del año pasado tuvo un alcance mundial, el valor de las materias primas para los animales se disparó a unos precios récord, con el consiguiente importante aumento de costes de producción para los ganaderos de montaña y, por otra parte, importantes pérdidas económicas.
Este tipo de ganadería, en muchos casos ecológica, y que en circunstancias normales cuenta con una serie de ayudas para afrontar especificidades de la zona, como el sobrecoste de determinadas actuaciones, ya que la producción ganadera implica mayores dificultades que en otras zonas, ve ahora agravada su situación por el hecho de que el departamento de Agricultura catalán tiene previsto retrasar el pago de ayudas como las Indemnizaciones Compensatorias de Montaña (ICM) o los de la ganadería ecológica correspondientes al 2012.
Unió de Pagesos denuncia el incumplimiento de los Gobiernos catalán y estatal con estos ganaderos en las ayudas a las razas autóctonas, medida que, por otra parte, hasido fomentada por las propias administraciones para preservar la biodiversidad (parda de los Pirineos, vaca pallaresa , caballo catalán pirenaico, ovejas xisqueta o aranesa, entre otros). El uso de estas razas es adecuado para las zonas donde se desarrolla pero en algunas implica un rendimiento inferior al que se obtendría con otras razas mejoradas. Por este concepto, la deuda de las administraciones se remonta a tres campañas anteriores, al que se sumarán las reducciones que sufrirán las ayudas cuando les lleguen.
Otro retraso de pago de ayudas al que deben hacer frente los ganaderos de montaña es el de las Asociaciones de Defensa Sanitaria, que es de dos años.
El sindicato también alerta de la intención discriminatoria e ilegal del ministerio de Agricultura de dejar los productores catalanes, entre los de otras comunidades autónomas, sin la ayuda complementaria a la prima de la vaca nodriza o amamantando (22 euros por animal ), que se paga con fondos comunitarios en las zonas objetivo de convergencia (consideradas como que hay que dinamizar económicamente), y con fondos estatales en el resto de zonas. Cataluña se encuentra en este segundo grupo, al que ahora el ministro de Agricultura no quiere pagar la ayuda complementaria estatal.
Otro de los problemas importantes que sufren los ganaderos de montaña es la superpoblación de la fauna salvaje, que provoca daños en los rebaños, como es el caso de los buitres, y compite con estos por los pastos, además de transmitirles enfermedades.
Por todas estas cuestiones, Unió de Pagesos exige al departamento de Agricultura que tenga en cuenta la grave crisis por la que pasa la ganadería extensiva, incluida la ecológica y la que se basa en razas autóctonas, y pide un esfuerzo para pagar lo antes posible las ayudas correspondientes a 2012 y los pendientes de años anteriores.
El sindicato recuerda a la administración catalana la importancia de la continuidad de este sistema de producción, sin el cual no hay alternativa productiva para estas zonas más desfavorecidas. Su desaparición supondría el abandono de pastizales y cultivos, con el consiguiente perjuicio medioambiental, que favorece el riesgo de incendios o erosión. Además, dañaría el equilibrio territorial.