La asociación andaluza de regantes FERAGUA reelige a Margarita Bustamante como presidenta
Mejora de infraestructuras y abaratamiento de costes energéticos siguen siendo temas prioritarios para la Asociación
La Asociación de regantes de Andalucía, FERAGUA, ha elegido por segunda vez a Margarita Bustamante Sainz como su presidenta, cargo que ocupa desde el año 2008. La sevillana encabezaba la única candidatura presentada para dirigir esta asociación mayoritaria en el regadío andaluz.
Margarita Bustamante Sainz (Sevilla, 1962) ha sido reelegida presidenta de Feragua por unanimidad y después de haber sido la única candidatura presentada a la Junta General de esta asociación, mayoritaria en el regadío andaluz. La reelegida presidenta de Feragua tendrá, por tanto, cuatro años más para trabajar en los distintos frentes que tiene abierto el regadío andaluz: desde el impulso de nuevas obras de regulación que aumenten la garantía de agua para el regadío hasta la reducción de los costes eléctricos para el regantes, pasando por la agilización de la tramitación y de los pagos de los proyectos de modernización del regadío en toda Andalucía, hasta la corrección de algunas dotaciones deficitarias previstas en la planificación hidrológica.
En materia energética, Margarita Bustamante informó durante la Junta General de los avances de la nueva central de compras de energía de Feragua y consideró prioritaria la colaboración con la Federación Nacional para lograr de la administración medidas que permitan reducir sustancialmente la factura eléctrica, como la aplicación de IVA reducido y el establecimiento de una contrato que permita pagar por la potencia realmente demandada por el regadío.
Otra de los campos en los que trabajará la presidenta de Feragua es la agilización de los trámites de los proyectos de modernización de regadíos, promovidos tanto por la Administración General del Estado -a través de la SEIASA y la CHG-, como de la Administración andaluza a través de las ayudas a la mejora del regadío. Asimismo, instará a la Consejería de Agricultura y Pesca al pago de las ayudas concedidas a la modernización. “Según la información de que disponemos, la Junta de Andalucía está empezando a pagar ahora las cantidades que adeuda a las comunidades de regantes por los proyectos de modernización y mejora de caminos rurales emprendidos. Esperamos y hemos pedido a la administración andaluza es, en primer lugar, que pague cuanto antes a las comunidades; y en segundo lugar, que vayan también agilizando los trámites y resolviendo la cuestión de las abusivas garantías financieras exigidas, las cuales, hoy por hoy, dejan en papel mojado las ayudas aprobadas a algunas Comunidades de Regantes y pueden llevar en la práctica a un abandono de los proyectos de modernización”, señaló Bustamante, que entiende “que la modernización del regadío andaluz es la forma más directa para conseguir un uso eficiente y responsable del agua, tal como demanda la Directiva Marco de Agua”.
La corrección de las dotaciones establecidas en los planes hidrológicos del litoral y las dotaciones establecidas para la fresa en el Plan Hidrológico del Guadalquivir será otra prioridad para la presidenta de Feragua. “Estas dotaciones no garantizan el agua suficiente para ser competitivos en los mercados y pueden abocar a cultivos que hoy generan riqueza y empleo, a la ruina más absoluta, como es el caso de la fresa de Huelva. Las dotaciones de referencia propuestas en los planes hidrológicos del litoral son además arbitrarias e inconsistentes técnicamente, como lo muestra la absurda disparidad de las cifras asignadas entre demarcaciones y aún entre diferentes zonas de la misma demarcación, una desigualdad que llega a variaciones de hasta el 80% en cultivos tan representativos para la región como el olivar, que ocupa cerca de la mitad de la superficie regada de Andalucía”, afirmó.
La presidenta de Feragua trabajará igualmente para que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir –que ya gestiona el resto de embalses del Guadalquivir- asuma de forma directa la gestión de la Breña II y Arenoso. “De esa forma ganaríamos todos, y particularmente los usuarios, pues la gestión de estos embalses por parte de la sociedad estatal Acuasur sólo encarece los costes para el regadío. Se podrían reducir igualmente los abusivos costes medioambientales que se repercuten a los usuarios y permitiría la aplicación de economías de escala y por tanto menores gastos repercutibles. Asimismo, haría posible la modificación de la amortización de la obra, que ahora se hace en 25 años y con la CHG podría realizarse a 50 años, reduciendo enormemente la cifra a imputar a los usuarios”, indicó.
La presidenta de Feragua consideró igualmente prioritaria “la defensa del plan de modernización del arroz como requisito inexcusable para el dragado del río Guadalquivir”, que, señaló, “debe realizarse con compensaciones para todos los regantes de la Cuenca, soluciones al problema de la salinidad y adecuadas garantías para el medio ambiente”.
Finalmente, la presidenta de Feragua trabajará durante su nuevo mandato por lograr de la administración nuevas infraestructuras de regulación que aumenten la garantía de agua y eviten inundaciones. Nombró como objetivos de Feragua la Presa de Alcolea en Huelva para garantizar los regadíos del Condado, la de Gibralmedina en Cádiz para regular la cuenca del Guadiaro que vierte al mar todos los años más de 700 Hm3 y la de San Calixto en el rio Genil para laminar las inundaciones de Ecija y garantizar más recursos hídricos en la deficitaria cuenca del Guadalquivir.
Asimismo, indicó que “Las últimas riadas han mostrado claramente la necesidad de obras de regulación, y principalmente la agilización administrativa para legalizar balsas y microembalses a nivel de zonas regables, que evitarían inundaciones como las que se han visto estos días y que tenga que desembalsarse el agua que puede hacernos falta dentro de tres años”, manifestó, Margarita Bustamante, que también incidió en la importancia de seguir luchando por cambiar la percepción del regante, y proyectar su verdadera imagen de agricultor que crea riqueza y empleo y que, lejos de los tópicos, es uno de los grandes mantenedores y conservadores del medio ambiente.
Casada y con tres hijos, la reelegida presidenta de Feragua es diplomada en Geografía e Historia por la Universidad de Cádiz, es empresaria agrícola y acumula una dilatada experiencia en el movimiento asociativo del regadío y del mundo rural sevillano. Fue la primera mujer en nuestro país en dirigir los destinos de una comunidad de regantes, la Comunidad del Valle Inferior, y fue también la primera mujer en tomar las riendas de una Federación de Comunidades de Regantes, Feragua, donde es presidenta desde 2008. Su primer mandato en la asociación mayoritaria del regadío andaluz ha estado marcado por el retorno de las competencias del Guadalquivir al Estado, el impulso a la modernización del regadío, la mejora en el ahorro y la eficiencia en el uso del agua, y una marcada defensa del principio de unidad de cuenca por parte de los regantes frente a los intentos de politizar y provincializar la gestión del agua.