La mujer sigue teniendo un papel testimonial en los consejos rectores de las cooperativas españolas
Apenas un 3,8% de los miembros de consejos rectores de las cooperativas españolas de primer grado son mujeres, siendo esta cifra aún menor en las de segundo grado
Según los datos del Proyecto Integra, desarrollado por Cooperativas Agro-alimentarias, la participación de las mujeres en los Consejos Rectores de las cooperativas españolas de primer grado es de sólo el 3,8%, y aún menor en las cooperativas de 2º grado. Respecto a la base social, sólo la cuarta parte de los asociados son mujeres, siendo su presencia mayor en cooperativas lácteas y vinícolas
Cooperativas Agro-alimentarias de España viene desarrollando desde hace tres años el proyecto Integra “Mujeres en las cooperativas y liderazgo empresarial”, en colaboración con el Ministerio de Agricultura y el FEADER, con el objetivo de potenciar la igualdad en el seno de las cooperativas españolas, haciendo más visible la participación de las mujeres en este tipo de empresas del medio rural, y apoyando, al mismo tiempo, que las mujeres formen parte de los órganos de decisión.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, Cooperativas Agro-alimentarias de España quiere hacer un llamamiento para que desde las propias cooperativas, las Organizaciones que las representamos y las Administraciones públicas, se continúe apostando por conseguir unas cooperativas con mayores oportunidades para las mujeres, especialmente en los órganos de toma de decisión, ya que sólo el 3,8% de los miembros de Consejos Rectores son mujeres en las cooperativas de 1er grado, y el 2,2% en las de 2º grado.
Los datos recabados en los análisis realizados por el Proyecto Integra, constatan un alto grado de masculinización en las cooperativas españolas. El 74,5% de las personas asociadas son hombres y el 25,4% mujeres, y el grado de presencia femenina es de menos del 40% en la mayoría de las cooperativas (65%).
el grado de presencia femenina es de menos del 40% en la mayoría de las cooperativas
Esta circunstancia tiene su origen en la configuración estructural de las explotaciones agrícolas de España, donde tan sólo en el 30,5% de ellas la mujer es la titular de explotación y por lo tanto, en la teoría, asume la responsabilidad y toma las principales decisiones. No obstante, la realidad demuestra que, por diversas razones, no siempre la titularidad de estas mujeres implica un contacto con la explotación y de hecho, en muchas ocasiones, delegan en los varones ese espacio de actuación.
La franja de edad de asociados más voluminosa es la de socios y socios de entre 45 y 65 años; de ellos, el 44% son hombres y el 12% mujeres. No obstante, las edades medias de las mujeres son proporcionalmente inferiores a las de los hombres, en todos los tramos estudiados.
Cabe subrayar, también, que según se incrementa la cifra de negocio, disminuye el porcentaje de mujeres socias de las cooperativas. Esta circunstancia también se explica por la estructura de las explotaciones en España. Según el último censo agrario 2009, a medida que aumenta la dimensión económica de la explotación, disminuye de manera proporcional el porcentaje de mujeres titulares. De todas las mujeres titulares el 78% tienen en sus manos explotaciones de hasta 15.000 euros.
Tan sólo el 20% de las cooperativas ofrecen medidas de conciliación
Por otra parte, prácticamente no existen medidas de conciliación destinadas a los socios y socias. Solo el 20% de las cooperativas dispone de medidas de conciliación para las personas asociadas (reuniones y asambleas en horarios que faciliten la conciliación o programas de sustitución, principalmente), pero este porcentaje se reduce drásticamente al 11% cuando hablamos de cooperativas de 2º grado.
Respecto a la presencia de mujeres en los órganos de representación y decisión, además de que su participación es muy reducida en los Consejos Rectores, apenas existen mujeres en puestos de Presidencia y Vicepresidencia. Sin embargo, las mujeres que pertenecen a Consejos Rectores poseen edades medias inferiores y mayores niveles formativos.
En las Asambleas, el órgano democrático que agrupa a todos los asociados de la cooperativa, la participación de las mujeres es inferior (13,9%) a su peso como socias (25,4%).
En cuanto a la organización de la plantilla en las cooperativas, la tendencia refleja que en las nuevas contrataciones está habiendo una mayor incorporación de mujeres: el 60% de las personas con una antigüedad menor de 1 año son mujeres y también hay mayoría femenina para una antigüedad de entre 1 y 5 años. Actualmente la distribución del personal de las cooperativas según sexo es de un 51% de hombres y 49% de mujeres.
Por áreas funcionales, en todas las categorías (dirección, compras y aprovisionamiento, comercialización e I+D+i) hay mayoría masculina, excepto en administración y calidad, donde existe una mayoría de trabajadoras. En todas las categorías, las retribuciones medias para las mujeres son inferiores, aunque hay mayores diferencias entre mandos medios y administración que entre el personal directivo.
Por tipología de contrato, las condiciones para las mujeres son de mayor precariedad: un 27% menos de contratos indefinidos, un 16% más de fijos discontinuos y un 14% más de contratos eventuales o temporales. Y en cuanto a la duración de la jornada, el 70% de las jornadas parciales son de mujeres.
De la teoría a la práctica
Con todos estos datos, Cooperativas Agro-alimentarias creó dentro del Proyecto Integra, una Comisión para la Innovación en Igualdad que se ha encargado de la selección de las medidas a desarrollar en las cooperativas. Dichas medidas se están poniendo actualmente en marcha, como prueba piloto, en cuatro cooperativas seleccionadas: S.C.A. Costa de Huelva (Lucena del Puerto, Huelva), La Oturense (Asturias), Cooperativa Nuestra Señora de la Antigua y Santo Tomás (Villanueva de los Infantes, Ciudad Real) y Viticultores Martín Códax (Cambados, Pontevedra).
La acogida del Proyecto Integra en las cooperativas piloto está siendo muy buena, tanto por los socios como por las directivas, otras organizaciones del medio rural con las que se relacionan las cooperativas, administraciones locales, etc. Posteriormente, y atendiendo al análisis de resultados en las cuatro cooperativas, se elaborará una "Guía práctica de medidas innovadoras para la incorporación de la igualdad en cooperativas", que se divulgará a todas las cooperativas interesadas.
El proyecto Integra está sirviendo, sin duda, para poner los cimientos sobre las medidas y estrategias que se deben tomar en el ámbito del cooperativismo agrario para mejora el papel de la mujer en sus estructuras. No obstante, este proceso está condicionado a un cambio de mentalidad importante que aún está por llegar.