Declaración de Río+20: "Un regalo para las empresas contaminantes"
50.000 personas se movilizan desde la Cumbre de los Pueblos por un acuerdo justo en Río+20
La propuesta de acuerdo presentada por el Gobierno de Brasil, organizador y anfitrión de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, ha recibido multitud de críticas desde diversos ámbitos, destacando las del propio Secretario General de la ONU, quien ha llegado a asegurar que los esfuerzos de los países en Río+20 "no están a la altura de la medida del desafío"
El acuerdo sobre la mesa en la Cumbre de Río+20, que debería establecer soluciones para afrontar las crisis que estamos viviendo, no refleja los compromisos necesarios, ni siquiera aceptables, para corregir el camino que está tomando Naciones Unidas. Al contrario, el documento da carta blanca a multinacionales y demás agentes económicos para continuar sobreexplotando los recursos naturales y a la gente sin tener en cuenta los límites del planeta, afirma Amigos de la Tierra Internacional.
Durante los últimos 20 años, las empresas multinacionales han estado presionando en las negociaciones de Naciones Unidas, para garantizar la prevalencia de sus intereses económicos en las decisiones de la ONU. La justicia económica o social han sido solo tintes verdes para utilizar en sus memorias de responsabilidad social, ya que no aparecen por ningún lado en los acuerdos de Río.
Mientras están teniendo lugar las negociaciones de la ONU, la Cumbre de los Pueblos se celebra de forma paralela en Río de Janeiro, y se legitima como foro social, donde las propuestas de la sociedad civil son debatidas, manifestando las necesidades reales y las soluciones viables para afrontar las crisis ambiental, social y económica que estamos viviendo.
Ayer, Día de Acción Global, 50.000 personas se movilizaron desde la Cumbre alternativa. Sin embargo, la Cumbre de Río+20 ignoró las demandas de la gente, sin apartar los ojos de un acuerdo, que ya parece inamovible. Así las grandes empresas continuarán poniendo en venta la naturaleza, patrimonio de toda la humanidad, sin que se les exija ningún tipo de responsabilidad por los abusos cometidos.
"Aunque las empresas seguirán contando con una situación privilegiada en el acuerdo, al menos, la mal llamada "economía verde" no va a desempeñar el papel tan hegemónico que el sector privado hubiese deseado firmar en la declaración. Una pequeña victoria para la sociedad civil en la Cumbre de La Tierra", afirmó Lucía Ortiz, portavoz de Amigos de la Tierra.
El 22 de junio, último día de la Cumbre, Nnimmo Bassey, presidente de Amigos de la Tierra Internacional, junto a otras organizaciones de la Cumbre de los Pueblos, entregará una declaración de la sociedad civil a Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas. Más de 400 organizaciones, representando a millones de personas, firmaron este manifiesto para frenar la excesiva influencia empresarial en el seno de la ONU.
Un ejemplo reciente de la influencia excesiva que ejercen las empresas dentro de la ONU es el "Premio Mundial de Negocios y Desarrollo" que el PNUMA le otorgó el 19 de junio al gigante Nestlé, empresa del sector alimenticio, que ha sido acusada por permitir el trabajo infantil, y explotar a trabajadores y agricultores durante muchos años, con sus productos lácteos, de café y cacao. El Pacto Mundial de Naciones Unidas nunca investigó adecuadamente estas violaciones de derechos y no tomó ninguna medida para detener los supuestos abusos de la multinacional. El premio elogia a Nestlé y permite a la empresa continuar con el ’lavado verde’ de sus actividades.