Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

El IDC propone "apostar por la Biomasa para equilibrar la balanza energética en España"

Manuel Buendía subraya que "un país con cinco millones de desempleados no puede dejar pasar el tren de la bioenergía"

IDC

Este martes, 27 de marzo, la localidad murciana de Caravaca de la Cruz ha acogido la celebración de la jornada "El asociacionismo forestal y la biomasa para uso energético", que ha contado con la presencia de Manuel Buendía, director del IDC. Los bosques españoles producen 50 millones de metros cúbicos de madera al año, de los que apenas se aprovecha una tercera parte en la generación de energía

Los bosques españoles producen 50 millones de metros cúbicos de madera al año, de los que apenas se aprovecha una tercera parte en la generación de energía. Esta cifra pone de manifiesto las enormes posibilidades económicas y de generación de empleo que ofrecen las zonas forestales, que ocupan más de la mitad del territorio nacional.

Abetos en paraje montañoso

El director general del Instituto de Desarrollo Comunitario (IDC), Manuel Buendía, ha analizado esta mañana el desarrollo de la jornada ‘El asociacionismo forestal y la biomasa para uso energético’, celebrada la semana pasada en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz.

Durante la sesión, organizada por la Asociación de Propietarios Forestales de Murcia, PROFOMUR, y la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, COSE, quedó patente que Murcia "es un ejemplo de región con amplias zonas forestales susceptibles de ser aprovechadas desde el punto de vista energético".

De hecho, desde PROFOMUR se destaca que la comunidad autónoma cuenta con unas 500.000 hectáreas de terrenos forestales, de las que 320.000 son bosques, con ausencia de una política integral de aprovechamiento de las leñas y maderas generadas.

La asociación trabaja desde hace años en hacer realidad la gestión de la biomasa con fines energéticos. La última iniciativa que ha puesto en marcha consiste en una demostración de la viabilidad de utilizar los residuos que provienen de los trabajos selvícolas (podas, talas de árboles o limpiezas de los bosques) para generar energía limpia.

El proyecto, que se inició el pasado 8 de febrero y es pionero en la comunidad, permitirá a lo largo de los próximos meses obtener datos "que demuestren el valor económico, hoy desaprovechado, de unas labores que son necesarias si deseamos preservar la limpieza y la seguridad de nuestros bosques", como destaca el director general, de los datos facilitados.

La jornada celebrada en Caravaca de la Cruz, que incluía una demostración de actuaciones selvícolas en la murciana Sierra de Burete, sirvió para explicar que el aprovechamiento de la biomasa forestal con fines energéticos es, de hecho, una "oportunidad para el desarrollo rural en áreas de montaña".

Para el IDC, esta posibilidad "se convierte en una necesidad acuciante para un país como el nuestro, con cinco millones de desempleados" y con una dependencia energética del exterior "que se está convirtiendo en una lacra para nuestra economía". Ello hace necesario "defender la soberanía energética de España" y "detectar todas las posibles fuentes de riqueza existentes, una de las cuales se encuentra en la superficie forestal, con numerosas cadenas de valor pendientes de activar".

Buendía también ha subrayado la necesidad de implicar al sector forestal en las políticas de desarrollo rural vinculadas al segundo pilar de la PAC, y que incluye entre otros ejes la diversificación de la economía en los territorios rurales.

IDC impulsa el desarrollo local en España

El Instituto de Desarrollo Comunitario es una asociación sin ánimo de lucro constituida en 1984 para el impulso del desarrollo local en España. Su ámbito de actuación se extiende a todo el territorio nacional, siempre en el marco de acciones y actividades ligadas al desarrollo territorial rural y periurbano.

La entidad propicia iniciativas innovadoras de desarrollo, preferentemente en un contexto de intervención en el que se privilegia la valorización del empleo y los recursos locales. También fomenta las actividades asociativas y sociales en torno a objetivos concretos de desarrollo territorial y promueve la diversificación económica en una pluralidad de opciones, facilitando una nueva cultura empresarial.