Elena Salgado, Endesa Chile y el conflicto de Aysén
Ecologistas en Acción denuncia los proyectos de presas de Endesa en Chile y el fichaje de la anterior ministra de economía por la empresa.
El proyecto HidroAysén pretende la construcción de cinco grandes centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua de la Patagonía chilena. Un proyecto impulsado por Endesa-Chile y Colbún, sin duda las grandes beneficiadas que, según los detractores del proyecto, pasrán a controlar más del 90% del Sistema Interconectado Central de Chile.
Situada a unos 2400 kilómetros al sur de Santiago de Chile y a poco menos de 100 kilómetros de un paso fronterizo con la provincia argentina de Chubut, Puerto Aysén lleva meses protagonizando fuertes propuestas y exigiendo que el gobierno de Sebastián Piñera rebaje el precio del combustible, mejore de la salud y fomente el empleo.
Sin embargo, estas no son las únicas batallas de la región autral chilena: los temas ambientales están en el centro de los conflictos en esta zona desde hace años. Así, en octubre de 1990, después de una intensa campaña en contra de la instalación de un basurero nuclear en Gastre (Argentina), cerca de la frontera chilena, se declara a Coyhaique, la ciudad más afectada por este proyecto, "comuna desnuclearizada, libre de residuos peligrosos y reserva de vida". El compromiso lo firma el alcalde, ante la presencia del Ministro del Interior y del Intendente de la región. Al poco tiempo Argentina abandona el proyecto.
Once meses después el Ministro de Minería, junto a las empresas Proyecto Aysén y Noranda de Canadá, anuncian la construcción de una planta de aluminio en las afueras de Puerto Aysén. El proyecto Alumysa implica levantar una central hidroeléctrica aprovechando las aguas del lago Yulton, uno de los más hermosos de la región. La ciudadanía se vuelve a movilizar y paraliza el proyecto.
La amenaza ambiental de hoy se llama HidroAysén y consiste en la costrucción de 5 grandes centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua de la Patagonía chilena. Las empresas que realizarán la obra son Endesa-Chile (filial de Endesa) y Colbún, que pasarían de controlar más de 90% del Sistema Interconectado Central.
La construcción de dicho proyecto causaría la inundación de 6000 hectáreas, incluidas tierras agrícolas y ganaderas de alto valor turístico, formaciones boscosas y especies endémicas en uno de los últimos ecosistemas prácticamente vírgenes del planeta. Las inundaciones y obras anexas provocarán la extinción de especies y afectarán a la tercera reserva de agua dulce del mundo.
Además, el tendido para la evacuación de la electricidad atravesaría 9 regiones de Chile, 64 comunas, incluyendo en algunas zonas como Araucanía (territorio de comunidades indígenas) y 14 áreas silvestres protegidas. El 100% de la electricidad sería trasportada a Santiago y el norte, donde se localizan las minas de cobre para la exportación.
Endesa es propietaria de todos los recursos hídricos de la región por una concesión que viene desde la dictadura de Pinochet, por lo que el agua de las presas en los ríos Baker y Pascua le saldrá gratis. Algo que no ocurre para l@s habitantes de Aysén, una de las regiones con la mayor reserva de agua del país.
Elena Salgado, ex vicepresidenta y ministra de economía del último gobierno del PSOE hasta hace apenas tres meses, pasará a engrosar la nómina de Endesa-Chile. Ecologistas en Acción resalta el alto grado de confluencia de Elena Salgado y Endesa, ya que ambas partes han mostrado desprecio por el medio ambiente (durante el último Gobierno del PSOE se dio una DIA positiva al demencial embalse de Biscarrués, entre muchos otros ejemplos) y la ciudadanía (recorte de derechos con la excusa de la crisis). Para la organización ecologista el fichaje es una pésima noticia para la población y los ecosistemas chilenos.