LA UNIÓ califica 2009 como un año horrible para los agricultores y ganaderos valencianos
Precios bajos unidos a excesivos márgenes comerciales merman la rentabilidad de las explotaciones
Marcado también por la falta de respuesta ante las adversidades climatológicas, los robos continuos y el retraso en el pago de las ayudas agrarias, entre otras cosas. El balance que presenta La Unió de Llauradors i Ramaders del campo valenciano es bastante negativo.
El año 2009 pasará a los anales de la historia como un nuevo año horrible para los intereses de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana como consecuencia de la crisis de precios en la mayor parte de los sectores que poseen una especial relevancia por su peso económico y que merman la rentabilidad de las explotaciones agrarias, según el balance realizado por LA UNIÓ.
Hay que tener en cuenta de nuevo este año, tras repetirse la tónica de los anteriores, los elevados márgenes comerciales entre origen y destino que siguen sin ser tenidos en cuenta por las Administraciones Públicas (el Observatorio de Precios estatal no cumple con su función y el autonómico ni tan siquiera funciona), el continuo retraso en el pago de las ayudas agrarias o el creciente aumento de las importaciones que hace que la preferencia comunitaria sea ya una mera anécdota y que se verá agraviado con el nuevo acuerdo firmado entre la UE y Marruecos.
Precios bajos se han dado en la totalidad de sectores agropecuarios. En cítricos la campaña 2008-2009 ha sido muy negativa pues los resultados de la misma nos dan unas pérdidas de más de 480 millones de euros frente a la pasada.
Destacar así mismo la falta de respuesta ante la sucesión de adversidades climatológicas pues de las promesas iniciales se pasa a hechos que tardan mucho en concretarse o ni tan siquiera eso, las progresivas restricciones en el uso de fitosanitarios sin alternativas o los continuos robos de cosechas y herramientas esenciales para la actividad agraria como por ejemplo los que se suceden en los pozos de riego. Las modificaciones fiscales aprobadas por el Gobierno tampoco son suficientes para frenar la crisis del campo valenciano. Existen muchos olvidos e incluso en algunos cultivos se han quedado por debajo de las expectativas, algo que provoca que la mayor parte de agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana paguen impuestos sobre pérdidas.
Ante esta crisis en el campo valenciano, LA UNIÓ no se ha quedado de brazos cruzados. Ha realizado numerosas acciones de protesta tanto en Madrid frente al Ministerio de Medio Rural como en la Comunitat Valenciana frente a la Conselleria de Agricultura, porque ambos Gobiernos tienen su parte alícuota de culpa en los males del sector agrario valenciano. Esta situación de crisis augura un 2010 con movilizaciones para exigir el mismo trato hacia el sector agrario que el que se le proporciona a otros sectores económicos. El sector agrario valenciano, además de crear riqueza económica con la producción de alimentos sanos y de calidad, es importante socialmente pues vertebra el territorio, mantiene el paisaje y fija a la población en las zonas rurales.