Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Miguel Arias Cañete ha tomado posesión de la remodelada cartera de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de mano de su antecesora en el cargo Rosa Aguilar, un día después que Mariano Rajoy diera a conocer la composición de su nuevo Gobierno. El madrileño vuelve a tomar las riendas de un Ministerio del que ya estuvo al frente durante el segundo Gobierno de José María Aznar, entre los años 2000 y 2004, sumando en esta ocasión además las áreas de Medio Ambiente y Alimentación.

Con este acto en el que se culmina el proceso de traspaso de poderes iniciado tras los resultados electorales del 20-N, la cordobesa Rosa Aguilar concluye su periplo de apenas un año al frente del hasta ahora Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, cargo al que accedió tras la última remodelación de Gobierno realizada por el ex-presidente Zapatero, en sustitución de Elena Espinosa, el 21 de octubre de 2010.

Sin duda que este ha sido un periodo breve pero intenso, en el que han destacado con luz propia asuntos supranacionales de gran calado, como los procesos de reformas de las políticas agrarias y pesqueras de la UE o los acuerdos comerciales con terceros países. Aunque este período también ha estado marcado por otros muchos asuntos, como el tristemente famoso escándalo de la E. coli y su grave impacto en los sectores hortofrutícolas españoles, el establecimiento de los contratos homologados, la crisis del olivar y su insistente demanda a la UE para que activase los mecanismos de almacenamiento privado, o la auténtica "montaña rusa" protagonizada por los precios de los cereales, entre otros muchos asuntos.

Pero ante todo, y quizá tras casi todo lo expuesto antes, este período de Rosa Aguilar al frente del MARM ha estado marcado por la desenfrenada pérdida de Renta Agraria, en un contexto de crisis financiera y económica que dura ya más de tres años. Una auténtica sangría provocada en mayor parte por los bajos precios en origen de los productos agroalimentarios, además del crecimiento de los precios de insumos y costes de producción. Síntomas de lo que unos consideran "autoregulación de los mercados" y otros "clara situación de abuso y graves desequilibrios en la cadena agroalimentaria".

No sería justo achacar a Rosa Aguilar tales circunstancias, pero sí que debemos recordar las expectativas de unos, y temores de otros, que se depositaron tras su nombramiento. Aguilar debía dar mayor peso político a España en el ámbito europeo que el conseguido hasta entonces por Espinosa, así como articular mecanismos capaces de regular los mercados. En este sentido se expresa José Manuel de la Heras :"De ella decían que era una roja, que iba a pintar de verde el Ministerio, pero que a juicio de lo ocurrido, podemos decir que si ha pintado algo habrán sido los zócalos y de color negro". Duras palabras sin duda las del coordinador estatal de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos. Pero lo cierto es que los intereses de España han seguido siendo ninguneados por parte de Europa, una y otra vez, mientras que cualquier intento de regulación de los mercados ha chocado con el muro de los órganos de Competencia, por muy liviano que fuera tal conato. El escandaloso papel representado por Alemania durante su episodio de crisis alimentaria, con las graves secuelas ocasionadas a los sectores hortofrutícolas españoles y la posterior ausencia absoluta de responsabilidad germana, aún más, los réditos obtenidos por sus grandes distrbuidoras agroalimentarias, dan buena prueba de ello.

"Vuelve a casa por navidad"

El nuevo Ministro ha bromeado durante su toma de posesión, asegurando sentirse como los protagonistas de los anuncios de turrones El Almendro: Arias afirma que, al igual que ellos, él "vuelve a casa por Navidad", en recuerdo a su anterior etapa como Ministro del ramo. Arias Cañete, al igual que el resto del Gobierno, hereda un situación poco envidiable, aunque en su caso incluso podemos decir que muchos de los asuntos que deberá afrontar con urgencia desde hoy mismo ya eran temas que estaban encima de la mesa durante su primera etapa como Ministro: ahora "sencillamente" se han agravado, en algunos casos de forma exponencial. Él mismo lo ha reconocido, destacando las grandes diferencias entre la actual situación y cuando se hizo cargo en el año 2000: "Mi llegada a esta casa en el año 2000 era en unas circunstancias económicas óptimas, con un proyecto político al que yo daba continuidad, pero que habían puesto en marcha grandes ministros, y me era muy fácil empezar a funcionar porque el tren iba solo".

Valga como testamento la reciente publicación de las primeras estimaciones de la evolución de la Renta Agraria en España a lo largo del año 2011, una dura tasación del legado que recibe.

Respecto a la nueva denominación del Ministerio mucho se está hablando sobre si el orden de los factores influye de alguna manera en el producto, por lo de designar antes a la Agricultura que al Medio Ambiente. Mientras que se malgastan esfuerzos en esta muy probable estéril cuestión, se relegan a la trastienda asuntos de gran importancia, pues no debemos olvidar que bajo las siglas del MARM se incluían además aspectos tan importantes como el "Segundo Pilar de la PAC", o todo un Medio Marino (parece que la Pesca hace años que perdió sus opciones de ser destacada como epigrafe ministerial).

Unos interrogantes que se abren y que sin duda serán de sumo interés, por ejemplo, para la flota del Golfo de Cádiz que desde hace una semana se encuentra amarrada a puerto, tras la derogación por parte del Parlamento Europeo del Acuerdo Pesquero con Marruecos. ¿Y qué pasará con las políticas de Desarrollo Rural?

Arias Cañete ha señalado durante su toma de posesión que, pese a desenvolverse bien en Agricultura, Pesca y Agroalimentación, "aterriza en aguas desconocidas" en lo que respecta al ámbito del Medio Ambiente, algo que, asegura, le va a requerir mucho esfuerzo.