Rosa Aguilar reitera ante Bruselas el rechazo español a la propuesta de Pagos Directos
"La reforma sobre el modelo de ayudas propuesto por la CE condiciona la viabilidad futura de muchas explotaciones agrarias"
La titular del MARM transmitió al Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrado ayer lunes, 14 de noviembre, el rechazo de España al pago base propuesto en la reforma de la PAC. Aguilar aseguró que el nuevo modelo de ayudas propuesto por la Comisión Europea plantea "grandes incertidumbres y problemas en cuanto a su aplicación".
Para Rosa Aguilar, "el nuevo modelo de pagos directos que se establezca deberá dar respuesta a las necesidades de las distintas orientaciones y sistemas productivos de la agricultura y ganadería española, elemento que compartimos con los estados miembros mediterráneos".
La titular del MARM expresó además su preocupación por los impactos a los que puede conducir la aplicación de esa reforma "tanto a nivel sectorial, como territorial e individual, ya que condiciona la viabilidad futura de muchas de las explotaciones agrarias de nuestro país produciendo desequilibrios territoriales y sectoriales".
La ministra explicó que las inquietudes de España se concentran en los dos elementos fundamentales del nuevo modelo de ayudas: el pago de base y el llamado "componente verde".
Respecto al pago de base, el reglamento propone el establecimiento que es inaceptable para España, de una tasa o pago uniforme a nivel de región o de Estado Miembro, en el año 2019 a más tardar.
Con respecto al pago adicional para prácticas beneficiosas con el medio ambiente y el clima, el componente verde, Aguilar coincidía con los objetivos aunque explicó: "Es imprescindible tener en cuenta que la agricultura europea, que los agricultores y ganaderos, ya cumplen con todo un conjunto de disposiciones y exigencias medioambientales recogidos en nuestro ordenamiento, que hacen que nuestra agricultura sea sostenible".
En este sentido, Rosa Aguilar defendió que la aplicación del componente verde debe estar vinculada a "una simplificación real y efectiva de las normas". "Las medidas que se apliquen dentro de dicho componente verde han de ser sencillas, fácilmente aplicables y generalizables, y en ningún caso podrán suponer una pérdida de competitividad ni de productividad a las explotaciones europeas", abundaba la ministra, quien rechazó que el incumplimiento de las obligaciones de este componente verde afectara a los pagos de las ayudas a los agricultores. Además, y buscando la mejora de la competitividad de las explotaciones europeas, el Gobierno de España entiende que habría que revisar a la baja el porcentaje del 30% de los pagos directos dispuesto para dicha ayuda verde.
Por otro lado, desde España, afirmó la Ministra, no puede aceptarse la falta de adecuación de las medidas propuestas hacia algunas de nuestras producciones más representativas, tales como el olivar, el viñedo, la producción frutícola, los sistemas productivos en regadío o las producciones ganaderas de las zonas de montaña, entre otras.
Ante este nuevo escenario planteado por la Comisión Europea, Aguilar consideró "fundamental" aumentar los recursos disponibles para el componente de ayudas acopladas y flexibilizar su aplicación, al tiempo que subrayaba la importancia de la incorporación de jóvenes, dado el fuerte grado de envejecimiento de los activos del sector y la necesidad de fomentar el relevo generacional, así como "la incorporación de la mujer como elemento activo prioritario" en los sectores agrícola y ganadero.