Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

La reducción de módulos para las actividades agropecuarias resulta insuficiente para el campo

El gobierno vuelve a castigar al sector agrario con querer retrasar la edad de jubilación

ASAJA

La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha considera que el Gobierno central no sólo no apuesta por un sector estratégico para la economía y la sociedad española, sino que con las nuevas medidas fiscales y la propuesta de retrasar la jubilación, fomenta el abandono definitivo de la actividad agraria y ganadera.

La normativa de módulos para aquellas actividades que tributan en esta modalidad en el 2010 publicada en el BOE por el Ministerio de Economía y Hacienda se limita sólo a incrementar del 2 al 5 por 100 la reducción del rendimiento neto de módulos para el 2009 y para el 2010 y modifica el índice de rendimiento neto para la uva de mesa estableciéndolo en 0,32, el de flores y plantas ornamentales en 0,32 y el tabaco en 0,26.

ASAJA considera que queda mucho margen para aliviar a los agricultores y ganaderos por la pérdida de rentabilidad que se lleva arrastrando desde hace años, y más en el contexto de crisis de precios en que se encuentra el sector. Tras la gran movilización de noviembre, las organizaciones agrarias presentaron una batería de propuestas encaminadas a la creación de un marco fiscal estable para el sector a las que el Ejecutivo ha hecho caso omiso desamparando, más si cabe, al medio rural.

Por otro lado, la intención de la Administración de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años sería un varapalo añadido para los agricultores cuya actividad requiere un importante esfuerzo físico. Además, los pocos trabajadores que se incorporan lo hacen a una edad temprana, por lo que supera a otros colectivos en años cotizados al llegar a la jubilación.

Esto significa que el agricultor estaría condenado a dos años más de trabajo y retrasaría dos años el cobro de una pensión que, ya de por sí, es insuficiente e inferior a la de otros sectores.

Estas razones son suficientes para exigir que se mantenga la edad de jubilación a los 65 años, pero además se suma la necesidad de propiciar un relevo generacional, ya que es muy difícil la incorporación de jóvenes al campo si previamente no se produce la jubilación y el cese efectivo en la actividad de los progenitores.

Por todo ello, ASAJA de Castilla-La Mancha exige al Gobierno que ejecute, de una vez por todas, medidas para aliviar la difícil situación del campo, en vez de poner en marcha parches que, en algunos casos, ni tan siquiera alivian la desesperación del sector.