Los trabajadores de Nueva Rumasa se reúnen en Madrid para analizar la situación del grupo
FITAG-UGT reclama a las administraciones concursales, jueces y gobiernos autonómicos que colaboren en la búsqueda de soluciones
El pasado 25 de mayo, se han reunido durante toda la jornada la coordinadora estatal de Nueva Rumasa, grupo que representa a cada unos de los centros de trabajo de la empresa en todo el territorio nacional. El objetivo de dicha reunión, celebrada en la Casa del Pueblo de UGT en Madrid, era poner en común la situación de cada empresa, hacer un análisis de la misma, y determinar los pasos a seguir
La Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT (FITAG-UGT) considera que las empresas de Nueva Rumasa han entrado en un escenario de concursos, que hubiera sido deseable evitar, pero que es necesario para resolver sus problemas, y conseguir que los trabajadores recuperen sus salarios. Recuerda que Nueva Rumasa se comprometió a firmar un protocolo donde constaran las condiciones base a seguir en el caso de crear un ERE dentro del grupo. No obstante, la familia Ruiz Mateos se negó a firmar tal acuerdo, rompiendo el compromiso adquirido con la Dirección General de Trabajo y perjudicando sobre todo a los trabajadores. UGT expresa su decepción ante el incumplimiento por parte de la empresa de su compromiso.
En la reunión intervinieron cada uno de los representantes de los centros, para explicar la problemática particular de cada uno de ellos, y la situación que atraviesan. Hibramer es uno de los casos más graves. Desde que entraron en concurso de acreedores, la administración concursal ha hablado de liquidar la empresa y extinguir todos los contratos. La Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT critica la actitud de los administradores que no han buscado una salida para Hibramer y del juez que ha permitido que se descartara la posibilidad de mantener el empleo. La familia Ruiz Mateos ha dejado a la empresa en una situación pésima y la Junta de Castilla y León tampoco ha colaborado. Su falta de compromiso en la negociación tendrá como resultado 104 parados más en las listas del INEM.
Centros parados
El caso de Clesa es definitivamente crítico. La fabricación en Madrid y Zaragoza están paradas desde hace meses. En Clesa Galicia la planta funciona a un 15% con el objetivo de mantener la fábrica con vida, con las pocas materias primas que tienen. Los delegados protestan porque la empresa no les informa, y porque la Administración pública no les apoya. La única salida que ven, es la fabricación de las líneas que hacían habitualmente para Cacaolat. Esta marca está buscando otros centros para externalizar la producción, ya que no tienen capacidad en Barcelona para sacar todo el producto que pueden vender. FITAG-UGT exige a los jueces y a las administraciones concursales que dejen la producción en el grupo. No parece lógico que haya plantas paradas, con serios problemas para subsistir, y que Cacaolat esté buscando a terceros para producir. FITAG exige a ayuntamientos y a los gobiernos autonómicos un compromiso de apoyo para poner de nuevo en marcha las plantas paradas.
Royne pasa por una situación similar. El problema real de esta empresa es que teniendo una demanda que daría trabajo a toda la plantilla, no pueden hacer nada por falta de materias primas. UGT pide que se fomente la actividad en el centro y que se mantenga el empleo en su totalidad. El pasado lunes el juez que lleva el concurso de Clesa y Royne en Madrid, anunció que admitiría el concurso de acreedores antes del 1 de junio.
Expedientes de regulación de empleo
Dhul, que también está en concurso, produce a un 50% de su capacidad, se han extinguido 50 empleos y se aplicará un ERTE. En este caso al menos el juez y la administración están cooperando para sacar la situación adelante, cumpliendo con sus compromisos. Helados Dhul en Zaragoza ya está en proceso de liquidación, dejando a otras 27 personas sin empleo.
Un caso diferente es el de Cacaolat en Barcelona, que está al 100% de producción, y aún así no es suficiente para servir todos sus pedidos, por lo que han llegado a buscar fábricas fuera de España para externalizar la producción. Mientras tanto, la planta de Cacaolat en Zaragoza está parada. Los trabajadores muestran su decepción ante el Gobierno de Aragón que no se está involucrando en la búsqueda de soluciones. FITAG no considera nada oportuno que Cacaolat Barcelona esté buscando fábricas para externalizar la producción, y reclama que la producción de Cacaolat se distribuya en los centros de Zaragoza, Madrid y Galicia.
En cuanto a las bodegas, el concurso quedó aprobado recientemente. En el caso de Zoilo Ruiz Mateos, la administración concursal considera que es una empresa viable. No es el caso de Garvey, que ha presentado un plan de viabilidad que aplicaría extinción de contratos a una parte de la plantilla, una bajada de salario al 30%, y un ERTE al 100% de los trabajadores.
La situación de Trapa es menos alarmante, ya que no les adeudan nada, y la producción se mantiene. En Elgorriaga les deben el salario de abril, y tienen mucha demanda de producto, pero a veces no pueden producir por falta de materias primas.
Queserías Menorquinas ha sido adquirida por los trabajadores de la empresa, asumiendo una deuda de 30 millones de euros. La operación se ha hecho gracias a la aportación de 1 millón de euros del Gobierno Balear. FITAG-UGT felicita a los trabajadores por su iniciativa y les desea que todo vaya bien a partir de ahora.
Un paso adelante para Carcesa
El jueves pasado tres empresas se asociaron en un consorcio para tomar la gestión de Carcesa en régimen de alquiler con opción a compra. Esta acción fomentada por la Junta de Extremadura, puede salvar la situación de la empresa. La administración concursal dejó a la familia Ruiz Mateos fuera de la gestión, y es posible que en un par de meses Carcesa pertenezca de manera íntegra a la cooperativa.
FITAG apoya el proyecto y agradece el liderazgo ejemplar de la Junta de Extremadura en la operación, ya que de otra manera no hubiera sido posible mantener el empleo. Este tipo de soluciones son las que las empresas del grupo y sus trabajadores necesitan. Es lamentable que otras administraciones, como la de Castilla y León o Aragón, que podían haber buscado soluciones e inversores locales a los que les interesara reactivar el mercado, hayan dejado abandonadas empresas, como es Hibramer, muy rentables, y que dan empleo a muchas personas.
Desde FITAG hacemos también un llamamiento a las administraciones, porque los fijos discontinuos están quedando abandonados en la mayoría de los centros, como es el caso de Royne, donde el 80% no están trabajando. Es necesario reclamar que se cumplan sus contratos.
Es preciso que los administradores concursales, los jueces involucrados en estos casos y la empresa, así como las administraciones públicas competentes, aúnen criterios y pongan todo de su parte para preservar el empleo y recuperar estas empresas que, a pesar de ser muy competentes, debido a una mala gestión, se van a acabar perdiendo.