Gullón comercializará una galleta enriquecida capaz de rebajar los niveles de colesterol
Gracias a la inulina, una nueva fibra soluble desarrollada en colaboración con la Universidad de Valladolid y el centro tecnológico Cartif
La empresa Gullón, que cuenta con dos fábricas en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, comercializará próximamente una galleta enriquecida con un tipo de fibra soluble, la inulina, que ha desarrollado en colaboración con el centro tecnológico Cartif y el Instituto de Endocrinología y Nutrición (Ienva) de la Universidad de Valladolid.
Así lo avanzaba esta semana en declaraciones recogidas por DiCYT la presidenta de la empresa galletera, María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, quien ha suscrito un convenio con el vicerrector de Investigación de la Universidad de Valladolid, José Manuel López, con el objetivo de ampliar la cooperación entre ambas entidades.
Como detalló el director del Ienva, Daniel de Luis, el objetivo de este convenio es difundir los beneficios de las galletas a través de la página web del Instituto, "una plataforma potente para divulgar entre la población la salud y la prevención", subrayaba. "La idea es volcar toda la información que podamos a la plataforma", señaló el director del Ienva, un centro que colabora con empresas de la industria alimentaria desde principios de los 90.
En este sentido se enmarca el ensayo clínico llevado a cabo en los últimos meses y que ha permitido demostrar que la ingesta de ocho galletas enriquecidas con inulina al día permite reducir hasta en un 10 por ciento el nivel de colesterol perjudicial. Estos ensayos, según ha apuntado el experto, son necesarios en la legislación actual para avalar las bondades de los productos enriquecidos y que puedan salir al mercado.
Del mismo modo, la directora de I+D de Gullón, Sonia Gutiérrez, explicó que las líneas de investigación en las que trabaja la empresa se centran "en la mejora del perfil lipídico y de los carbohidratos". "Buscamos que las galletas sean lo más equilibradas posible", insistía. En la misma línea, la presidenta de Gullón recordaba que la colaboración con la Universidad de Valladolid se mantiene desde 1992, cuando contaron con la Institución académica para elaborar la galleta ligera.
Desde que en los años 80 la firma creara la primera galleta integral en España se ha centrado en la I+D+i para crear nuevos productos que mejoren la salud de los consumidores. Así, en la actualidad destinan cerca del tres por ciento de la facturación a las tareas de investigación y desarrollo. Entre otros proyectos, han participado en el CENIT Higea junto con 14 empresas, con el objetivo de alcanzar un gran avance tecnológico en el campo de la industria agroalimentaria desde el punto de vista de la salud y, especialmente, de la alimentación en las enfermedades crónicas no transmisibles.
Tercera misión
Por su parte, José Manuel López señaló que el acuerdo suscrito "escenifica claramente la apuesta por la transferencia y la innovación de la Universidad de Valladolid, así como la relación existente entre los investigadores y las empresas de su entorno". Asimismo, recordaba que una universidad del siglo XXI debe tener tres misiones: la docencia, la investigación y la innovación y transferencia de conocimiento, un campo "en el que se enmarca el convenio suscrito".
"Es muy importante transmitir los conocimientos que se generan en la universidad a la sociedad, que es quien la mantiene", apuntó el vicerrector, quien subrayaba que a través de esta transferencia "se pueden cambiar métodos de producción, crear fármacos más eficaces, alimentos más saludables, nuevos tejidos y también producir nuevas ideas que hacen evolucionar a la sociedad".