El clima y tú. Acercando el clima a la sociedad
Hoy 23 de marzo se celebra el Día Meteorológico Mundial
El 23 de marzo se celebra en todo el planeta el Día Meteorológico Mundial. En España habrá actos conmemorativos en la sede central de AEMET y en cada una de sus Delegaciones Territoriales. "El clima y tú", el lema elegido este año por la OMM para esta celebración, sintetiza ese mayor acercamiento que se quiere conseguir entre los Servicios Meteorológicos y la sociedad.
La historia de la humanidad no puede entenderse sin tener en cuenta las variaciones a las que se ha visto sometido el clima: alternancia de sequías y períodos húmedos, épocas cálidas como la actual, glaciaciones y un largo etcétera de escenarios climáticos que en determinados momentos de la historia, puso a prueba nuestra propia supervivencia como especie. La variabilidad es algo intrínseco al propio clima y la adaptación a los cambios climáticos que han sucedido, suceden y seguirán aconteciendo en el futuro, ha ido marcando el devenir de las diferentes culturas y sociedades humanas.
Todos los seres vivos que habitamos el planeta interaccionamos con el medio atmosférico y con el resto de subsistemas que forman el sistema climático, influyendo notablemente en el clima. En lo que respecta a los seres humanos, en los últimos dos siglos y medio, especialmente en las dos últimas décadas, nuestra huella en el clima se ha ido manifestando de forma clara e inequívoca. Como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y de la profunda transformación a la que hemos ido sometiendo al entorno natural, nos hemos convertido en uno delos principales moduladores del clima terrestre.
A la importancia de la predicción del tiempo se une, en los últimos años, un creciente interés de la sociedad por conocer el clima actual y su evolución futura. Son muchas las instituciones y empresas que demandan información adecuada y de calidad para planificar sus actividades a distintos plazos. De acuerdo con ello, durante la tercera Conferencia Mundial del Clima, celebrada en Ginebra en septiembre de 2009, los Jefes de Estado y de Gobierno, los ministros y los Jefes de las delegaciones asistentes al segmento de alto nivel de la citada Conferencia, acordaron: "establecer el Marco Mundial para los Servicios Climáticos, con el fin de reforzar la producción disponible que haya en cada momento".
Acercando el clima a la Sociedad
La Organización Meteorológica Mundial tiene entre sus principales líneas de actuación el acercar el clima a la sociedad. El importante reto que se plantea es la mejora de las actuales proyeccion e s climáticas, reduciendo al máximo las incertidumbres que sigue habiendo sobre lo que nos deparará el clima en el futuro. También es importante conseguir una toma de conciencia sobre el papel que desempeña el ser humano en la evolución actual del clima así como focalizar la atención a las recomendaciones en materia de adaptación y mitigación que postula el Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en sus informes.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), siguiendo las directrices dela OMM, es la encargada de impulsar aún más el acercamiento del clima a la sociedad. Aparte de facilitar el acceso de forma libre y gratuita a los usuarios de los productos meteorológicos y climatológicos a través de su página web (www.aemet.es), la Agencia va a crear en esa misma página una sección de "Servicios Climáticos" con datos de interés y productos especializados al tiempo que fomenta la colaboración con Universidades y otros Servicios Meteorológicos para la realización de investigaciones y publicaciones conjuntas. Un primer resultado de esta actividad es la recientísima edición del "Atlas Climático Ibérico" en colaboración con el Instituto de Meteorología de Portugal.
El registro de datos climatológicos por parte de personas aficionadas al tiempo se remonta a las primeras etapas de los Servicios Meteorológicos. En el caso concreto español, fue Augusto Arcimis, primer Director del Instituto Central Meteorológico (actual AEMET), quien, a finales del siglo XIX, vio conveniente ampliar la por entonces insuficiente red de observatorios, ya que con los datos disponibles hasta aquel momento no se podía conocer en detalle el clima de nuestro país. Fue justamente hace cien años, en 1911, cuando oficialmente se procedió a la ampliación de la red profesional de observación, incorporando a ella estaciones de colaboradores voluntarios. La iniciativa obtuvo muy buena respuesta por parte de numerosas personas de todos los rincones de España, principalmente agricultores, maestros de escuela y párrocos de zonas rurales. En el año 1913 se habían instalado ya del orden de 400 estaciones. El número de colaboradores siguió creciendo a buen ritmo hasta alcanzar la cifra récord de algo más de 5.700 personas en 1976. A partir de ese momento, se inició un declive que se ha prolongado hasta nuestros días. En la actualidad, el número de estaciones de la red de colaboradores de AEMET ronda las 2.500. La explicación de tan brusco descenso la encontramos en la progresiva transformación que ha sufrido nuestra sociedad, pasando de ser eminentemente rural hasta bien entrada la década de 1970, a una sociedad urbana, con la mayor parte de la población concentrada en las ciudades.
Con la entrada en escena de Internet, cuyo uso comenzó a generalizarse hace poco más de 15 años, muchos aficionados a la Meteorología se fueron congregando en torno a distintos foros virtuales y comenzaron a compartir datos, conocimientos y experiencias.
Con el paso de los años, dicho colectivo no ha parado de crecer y ha puesto en marcha una importante cantidad de estaciones meteorológicas. También, muchos de ellos, recogen sobre el terreno y de forma inmediata gran cantidad de información relacionada con la ocurrencia de fenómenos meteorológicos adversos. AEMET quiere aprovechar los actos de celebración de este Día Meteorológico Mundial para abrir públicamente sus puertas a todos estos aficionados y explorar conjuntamente las vías para una adecuada cooperación y colaboración con ellos.
Con la ampliación y coordinación de las distintas redes de datos, la mejora de los productos climatológicos y el acceso libre a toda esa información, contribuimos al avance de la ciencia del clima y del conocimiento de sus tendencias y afrontamos conjuntamente uno de los mayores retos de la humanidad: el cambio climático.