Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Aunque eran varias las organizaciones agrarias convocantes de la marcha que tomó ayer las calles del centro de Valladolid (ASAJA,COAG,UPA, UCCL y las cooperativas a través de Urcacyl), en las innumerables pancartas que allí hubo tan sólo se podía leer una única frase, "Precios Justos al Ganadero". La intención de las OPAs castellanoleonesas resulta evidente: los productores demandan medidas concretas y urgentes capaces de frenar la grave situación que atraviesa nuestra ganadería, y quieren dejar claro que este es un clamor unánime.

También despejaron cualquier duda acerca de cuál es el objetivo de sus reclamaciones y la carga de responsabilidades de cada cual, insistiendo en que "agricultura y ganadería son las dos caras de una misma moneda" , como recogen en el Manifiesto Ganadero que leyeron ayer al finalizar la marcha. En esta declaración también se recoge que son "la industria y la gran distribución las que están arruinando a los ganaderos, porque no quieren comprometerse, como hacen en otros países de la UE , a unas relaciones contractuales al igual que las que funcionan en las de cualquier sector que quiere mirar al futuro".

Sólo en esta comunidad autónoma son más de 35.000 las familias que dependen de la actividad ganadera, un sector que está siendo especialmente perjudicado por la grave crisis económica que atravesamos desde hace ya dos años. "Muchas explotaciones han tenido que cerrar. Otras están aguantando como pueden el final de mes o la llegada del camión del pienso y, el resto, tiran como pueden". En este sentido también se mostraron críticos con la actitud de los bancos, de los que afirman que "no son precisamente, en estos tiempos difíciles, los mejores aliados de los agricultores y ganaderos. Sin embargo, dentro de unos días, comenzaremos a hacer las declaraciones de la PAC y ahí estarán esas entidades, que hoy nos niegan el dinero, intentando hacerse con el que llega de la UE".

"Nosotros somos agricultores y ganaderos y, sin los unos, no existiríamos los otros; es más, si se arruina un ganadero, mañana lo hará un agricultor".

Una crisis especialmente agravada en los últimos meses por el paulatino encarecimiento de las materias primas y los costes de producción, con cereales y energía a la cabeza. Un panorama que las organizaciones agrarias llevan meses denunciando. Pero las reclamaciones que ayer hicieron los ganaderos de Castilla y León no se limitaron a demandar medidas: los productores quisieron dejar claro, blanco sobre negro, las medidas que proponen adoptar para rescatar a las miles de explotaciones ganaderas en peligro.

Este pasado miércoles tuvo lugar en la sede del PSOE de esta comunidad una reunión entre Rosa Aguilar y las organizaciones convocantes de la protesta. La Ministra ofreció un diagnóstico de la situación de la ganadería en la comunidad e hizo especial hincapié en el encarecimiento de los cereales y de las materias primas. Además, explicó el documento en el que está trabajando el G-20 para que las materias primas no sean elementos con los que se pueda especular en bolsa, ni en los mercados financieros. Rosa Aguilar comentó otras medidas en marcha como el Decreto de la leche o la nueva PAC. En esta reunión el presidente de la Unión de Cooperativas de CyL, Gabriel Alonso, manifestó que "las cooperativas cerealistas no son las que están especulando, ni percibiendo el beneficio de la crisis ganadera".

"Si la industria carga sus costes, ¿por qué nosotros, que producimos alimentos sanos para la sociedad, no podemos repercutir los nuestros? ¿Qué es lo que está impidiendo actualizar nuestras rentas, que, como es sabido, son un cincuenta por ciento inferiores a las de cualquier otro sector? ¿Por qué tenemos que ser los paganos de esta situación? " Estas preguntas que se hacen los productores y que ayer resonaron por las calles de Valladolid conducen a la primera y más urgente reclamación, también la más explícita: Precios Justos para el Ganadero. El mismo día que la Ministra se reunía con las OPAs castellanas, la Unió de Ramaders i Pagesos de Catalunya repartía 3.000 bandejas de carne entre los viandantes de la Ciudad Condal. Con este acto los ganaderos catalanes querían recordar que algo tan cotidiano como dos cafés en un bar le cuestan al productor, según los precios que percibe, casi 1 kilo de ternera de primera, 2 kilos de cerdo de primera, 1 conejo, casi 2 kilos de pollo o casi 10 litros de leche. ¿Cuántos cortados se sirven con diez litros de leche? La respuesta es sencillamente irracional.

Precios justos no significa que los consumidores paguen más

Los ganaderos reunidos ayer en Valladolid dejaron claro que precios justos no significa que los consumidores paguen más. También apelaron al hecho de que est problemática no sólo afecta a las cientos de miles de personas que dependen de la actividad pecuaria. "Los precios actuales que recibimos los ganaderos no cubren los costes de producción y cada día se cierran más granjas y se pierde el oficio. No solo los ganaderos somos los perjudicados, sino que TODOS estaremos afectados con subidas en la cesta de la compra, debido a la escasez de productos nacionales", afirman en el manifiesto publicado ayer.

Para conseguir garantizar la viablidad de las explotaciones los ganaderos exigen unos acuerdos de precios de venta de los productos ganaderos, con la industria y la gran distribución, proponiendo además toda una batería de propuestas concretas que reproducimos a continuación:

Apuesta decidida por los contratos de compra-venta o códigos de buenas prácticas comerciales, donde el sector productor y las cooperativas tengan capacidad de negociación, al igual que existen en otros países de la UE.

Aplicar medidas de lucha contra la volatilidad de los precios y la especulación en el mercado financiero internacional de las materias primas.

Prohibir la compra de productos ganaderos sin precio, que suponga fijación de importe a posteriori.

Impedir la venta por debajo de costes en importaciones y en puntos de venta de la distribución. Que la Comisión Nacional de la Competencia vigile los pactos entre compradores para bajar los precios y fijar cuotas.

Campañas de información y promoción de productos ganaderos, cuyos resultados repercutan en los precios percibidos por el ganadero. Reforzar los instrumentos de gestión de mercado para carne y leche, las restituciones a la exportación, así como el almacenamiento privado.

Extremar la vigilancia en frontera de las importaciones ganaderas para evitar la entrada de producciones que no cumplan los requisitos establecidos en la UE relativos a sanidad y al bienestar animal. Evitando así la competencia desleal.

Evaluar el impacto económico de la introducción de normas sobre el bienestar animal, analizando los costes de las medidas ya adoptadas teniendo en cuenta que los ganaderos no pueden reflejarlo en los precios de venta.

Proteger los intereses de los productores europeos en las negociaciones comerciales bilaterales con Mercosur y otros países terceros, evitando concesiones que pongan en peligro a los productores europeos.

Establecer mecanismos que doten a la cadena de distribución de una mayor transparencia entre el coste de producción y la venta de los productos ganaderos, para evitar que las perdidas recaigan siempre sobre los ganaderos.

Ayudas directas a los ganaderos

"Estas reivindicaciones no deberían ser tales si los mercados y las relaciones con los agricultores y ganaderos fueran las correctas y no hubiera quienes se quieren aprovechar de la actual situación", afirma el Manifiesto, añadiendo también que "cada día cierran más explotaciones ganaderas. Y el que abandona en este sector no vuelve. En la situación a la que hemos llegado, la más grave que se recuerda, es difícil que el sector salga adelante si no tiene ayudas y, sobre todo, precios justos. Antes esta supesta adulteración del mercado y la situación a la que ha conducido, los ganaderos reclaman ayudas directas que permitan remontar la actual e insostenible situación, además de:

Mayor dotación presupuestaria estatal y autonómica para los ganaderos.

Agilizar las convocatorias de ayudas y los pagos.

Establecer ayudas de "minimis" para explotaciones ganaderas hasta los topes marcados por la UE.

Modificar los programas de Desarrollo Rural gestionados por las Comunidades Autónomas, para que den mayor cabida al sector ganadero.

Orientar los denominados "nuevos retos de la PAC" fundamentalmente hacia la ganadería.

Implementar las ayudas a las cooperativas que comercialicen y/o transformen las producciones de sus socios.

Evaluar del actual sistema de seguros agrarios ganaderos, así como estudiar la implantación de un futuro seguro de rentas.

Modificar y abaratar el sistema de recogida y destrucción de cadáveres de animales.

Incrementar los baremos de indemnización por el sacrificio obligatorio de animales en los programas de lucha, control y erradicación de determinadas enfermedades de los animales.

Fomentar el uso de proteaginosas para la elaboración de piensos.

Mayor protagonismo por parte de Castilla y León, la región más ganadera de España, en las políticas agrarias nacionales, sobre todo en las referentes al ovino.

Medidas fiscales extraordinarias y urgentes

Por último los Ganaderos de CyL también reclaman un paquete de medidas fiscales extraordinarias y urgentes:

Financiación y refinanciación de los créditos y préstamos ganaderos otorgados durante los últimos años y ampliación de su periodo de carencia en dos años.

Incremento del IVA compensatorio para la ganadería en el régimen especial agrario del 8,5 por ciento actual al 10 por ciento para igualarlo con el existente en las actividades agrícolas.

Reducción significativa de los módulos de todos los sectores ganaderos afectados por la crisis para los ejercicios fiscales 2010–2011.

Exención del impuesto de bienes inmuebles (IBI) para las explotaciones ganaderas afectadas por la crisis.

Devolución de las cuotas abonadas a la Seguridad Social agraria durante el segundo semestre de 2010, o exención, al menos, de las correspondientes al primer semestre de 2011.