Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Félix Solís, presidente de Federación Española del Vino, la organización que aglutina a todo el sector del vino nacional, se muestra muy satisfecho por la firma del primer acuerdo de colaboración con la Feria Nacional del Vino, una feria que, considera, está muy pendiente de las necesidades del sector. A su juicio, en la actualidad "FENAVIN representa un proyecto muy pragmático, de oferta de vinos representativos de toda España, y no sólo de segmentos de altísima gama, sino de los vinos de calidad españoles que buscan su espacio en el mercado mundial". La capacidad para generar este escenario de negocio hace que la feria se haya convertido, según Solís, en un socio adecuado para ayudar a la Federación a proyectar públicamente el mensaje de responsabilidad empresarial y la promoción de la moderación en el consumo.

Fenavin: Las relaciones entre la Federación Española del Vino y FENAVIN han sido siempre muy fluidas, pero ¿qué significa para la FEV la firma del primer convenio de colaboración con la Feria, en su sexta edición?

Solís: Desde la FEV vemos que el mercado y oferta de ferias es amplio y hay una sana competencia, por otra parte las empresas bodegueras no pueden acudir a todas la ferias. En España ha ido perfeccionándose la oferta ferial, a ello ha contribuido decididamente FENAVIN. Por esto la FEV ha tenido una implicación que ha ido creciendo en paralelo con el crecimiento y mejora de FENAVIN. En esta edición de 2011 hemos firmado un convenio muy importante para nosotros ya que FENAVIN es un socio para la proyección pública del mensaje que propugnamos de responsabilidad empresarial y promoción de la moderación.

F: Los principales objetivos que se ha marcado para su mandato como presidente son: mejorar la comercialización, seguir insistiendo en acciones que fomenten la cultura del vino como alimento y el consumo responsable y mejorar la profesionalización en las bodegas. ¿Cómo está articulando el logro de estos objetivos?

S: Los objetivos de la FEV son siempre comunes de todas la empresas, y por lo general a muy largo plazo que son aquellos objetivos que se comparten con menos problemas. El estilo personal de cada presidente de la FEV, su identificación empresarial con determinadas líneas de negocio en el sector, contribuyen a reforzar y a actuar de forma más eficaz en alcanzar los objetivos que son de todos. Las tres líneas que Vd. menciona son prioridades de todo el sector vitivinícola español, que vienen reflejadas en la estrategia que compartimos con el MARM y que sigue vigente. Una presidencia de tres años es corta para establecer una estrategia sectorial, pero es un periodo muy adecuado para asegurar que los objetivos se solapan entre presidencias. Pero es innegable que hasta ahora los presidentes que han dado impulsos relevantes a la vida de la FEV han sido empresarios de éxito, personas que lideran su accionariado familiar, en definitiva que han alcanzado una estabilidad y proyección para poder trasladar su liderazgo y capacidad al servicio de los demás, de todo el sector.

F: Precisamente, los objetivos de FENAVIN han sido los mismos que los suyos desde su primera edición, celebrada en 2001 ¿Cómo valora la influencia de la Feria Nacional del Vino en la evolución del sector vinícola nacional y regional durante estos años?

S: Efectivamente, son también los objetivos de FENAVIN, lo cual demuestra que FENAVIN está al servicio del sector, como no puede ser de otra forma. La feria tiene una cierta influencia que ha ido creciendo mucho a todos los niveles, no puede separarse lo que es bueno para la región del papel que juega FENAVIN como escaparate de la oferta nacional también a los compradores extranjeros. Una Feria es un mercado, una plaza de intercambios y FENAVIN ha ido consiguiendo hacerse su sitio.

F: Por cierto, ¿cómo recuerda su primera reacción al conocer que iba a celebrarse la Feria Nacional del Vino en Ciudad Real? ¿Cómo ha evolucionado su opinión?

S: La verdad es que la primera vez que los responsables de la feria se reunieron conmigo para explicarme que querían celebrar una feria de este tipo en Ciudad Real les mostré mi extrañeza por su viabilidad, pero, afortunadamente, he de admitir que me equivoqué, porque se han hecho muy bien las cosas desde sus inicios. Es una feria muy profesional que se ha convertido en un referente ineludible en nuestro país por su poder de convocatoria para bodegas, compradores y profesionales, algo de lo que me felicito especialmente.

F: ¿Y qué papel puede tener FENAVIN 2011 en la coyuntura vinícola actual?

S: En la actualidad FENAVIN representa un proyecto muy pragmático, de oferta de vinos representativos de toda España, y no sólo de segmentos de altísima gama, sino de los vinos de calidad españoles que buscan su espacio en el mercado mundial, porque son competitivos y de muy alta calidad, con proyectos empresariales y comerciales que aseguran su éxito. La amplia oferta de vinos y la respuesta comercial a quienes vienen buscando lo que realmente se puede vender, el que estén en los stands o en el entorno de la feria, responsables que puedan hacer operaciones y que no sea solo una feria de imagen y relaciones públicas, unido sobretodo a que la feria sea capaz de atraer compradores y gente clave, es el papel que el expositor y el sector espera en la actual coyuntura.

F: La diversidad de marcas e imágenes del vino español es una clara dificultad a la hora de vender vino en el exterior. En su doble condición de empresario castellano-manchego y presidente nacional de la FEV, ¿de qué modo puede convivir la potenciación de la imagen regional de los vinos con el impulso de la de los vinos españoles?

S: Como siempre, la dispersión de esfuerzos es negativo y no contribuye a vender en el exterior. No es igual una dispersión de esfuerzos en marcas, que al fin y al cabo están sometidas a la competencia y a un proceso de selección, que la dispersión de esfuerzos institucionales, que se hace con dinero público y no siempre siguiendo criterios económicos, lo que además puede contribuir a una disfunción de las reglas de competencia. Pero al mismo tiempo es necesario unir todos los esfuerzos para potenciar la marca España, la imagen país, en cuyo posicionamiento intervienen tantos factores, desde históricos, deportivos o turísticos.

F: Los últimos datos sobre exportación hablan de un crecimiento del 17% en las ventas en el exterior durante los primeros nueve meses del año, aunque en valor crecieron sólo un 8,5%. ¿Cómo valora estas cifras?

S: Las cifras de noviembre, más recientes, confirman esta tendencia, de las exportaciones. Tenemos un sector que por un problema de falta de mercado interior, se ha volcado hacia la exportación. No es una virtud en sí misma, es porqué la crisis del consumo del vino doméstica ha sido muy anterior a la crisis general de España, y al vino le ha cogido ya prevenido. No obstante, hay que hacer hincapié en que estamos en un país productor tradicional y de que viven miles y miles de familias del mundo del vino y hay que fomentar la cultura y el consumo responsable de vino, porque estamos en 17 litros por habitante y año y en Francia o Italia, los otros grandes productores, nos triplican esta cifra.

Por lo demás, falta un mes para tener el cierre del año, y veremos cual es el balance que podamos hacer. Pero recordemos que no podemos juzgar el panorama general solo basándonos en la exportación. Insisto en que la crisis la estamos notando desde hace más años que en el resto de los sectores productivos del país.