Los tractores a la calle para exigir al gobierno que cumpla los compromisos con los agricultores
La asamblea general de Asaja-Sevilla decide sacar los tractores a la calle
El calendario concreto de movilizaciones se establecerá de común acuerdo en la Asamblea General que celebrará ASAJA-Andalucía el próximo 23 de febrero en Jerez de la Frontera.
La preocupación y el malestar son las notas dominantes en el día a día de agricultores y ganaderos andaluces, que no saben si mañana van a poder seguir haciendo frente a sus facturas. El precio del gasóleo se ha incrementado en un 30% en un año, alcanzando a principios de enero los 0,90 euros por litro, su máximo histórico, las tarifas eléctricas de riego se elevan un 110%, los piensos suben un 40% y mientras las principales producciones agrarias de Andalucía vuelven a venderse a los precios a los que cotizaban hace 20 años, lo que deja en pérdidas a la mayor parte de las explotaciones.
La situación es insostenible
Los agricultores andaluces están entre la espada y la pared, el elevado coste de los inputs, (gasóleo, fertilizantes, fitosanitarios, energía eléctrica, piensos...) y el bajo precio de venta de sus producciones ha provocado el cierre de miles de explotaciones y coloca al borde del precipicio a los agricultores y ganaderos que aún siguen al frente de sus explotaciones.
Pese a que tras las masivas protestas promovidas por ASAJA en 2009 y 2010 el presidente Zapatero y el presidente Griñán se comprometieron a elaborar sendos planes de choque para evitar el cierre de más explotaciones y aliviar la situación de los sectores en pérdidas, ambos se han limitado a poner en marcha algunas medidas cosméticas de cara a la galería, como la escuela de pastores, en el caso de Griñán, o los planes de promoción al consumo de algunos productos, en el caso de Zapatero, pero las medidas de mayor calado han quedado relegadas al fondo del cajón.
Entre estas medidas de mayor calado que permitirían el mantenimiento de la actividad agraria de muchas explotaciones está la implantación definitiva del gasóleo profesional, similar al que tienen los pescadores, que iba a entrar en vigor en 2009; el abaratamiento de las tarifas eléctricas al regadío, promesa de Zapatero tras la reunión con las OPAs en diciembre de 2009, el incremento del IVA repercutido de los ganaderos para equipararlo al de los agricultores, la elaboración de planes de apoyo consistentes para sectores en pérdidas (aceite de oliva, aceituna de mesa y ganadería) y la aprobación de una legislación que evite el abuso de la posición dominante, entre otras.
ASAJA-Sevilla celebró ayer su Asamblea General, un encuentro en el que se abordaron todos estos asuntos y en el que se decidió por unanimidad sacar los tractores a la calle retomar las movilizaciones, si bien, la Asamblea ha propuesto que tanto el calendario como el tipo de actos se decidan de común acuerdo con el resto de las asajas de Andalucía, aprovechando la Asamblea General de la Asociación que tendrá lugar el próximo 23 de febrero en el Centro de Innovación y Tecnología Empresarial Agraria ( Citea) en Jerez de la Frontera.
Junto a todos estos asuntos, la Asamblea General de ASAJA-Sevilla abordó también el futuro de la PAC más allá de 2013 e informó a los asociados del estado actual de las negociaciones y de la falta de propuestas concretas del Gobierno de España, que está mareando la perdiz, y sobre todo del Ejecutivo andaluz, cuyos agricultores son los que más se juegan en esta reforma, en la que si no se definen con urgencia los criterios de diferenciación podríamos perder 800 millones del euros, el 50% de las ayudas agrarias que ahora recibe Andalucía, lo que supondría dar la puntilla definitiva al sector agrario que es el que sostiene el tejido económico y empresarial en el mundo rural andaluz.