Alemania presenta un plan de medidas para evitar escándalos similares al de las dioxinas
Destaca el sistema de alerta temprana de Seguridad Alimentaria con listas públicas de infractores
La Ministra alemana de Agricultura, Ilse Aigner, ha presentado un nuevo plan especialmente dirigido a incrementar el control sobre los fabricandes de piensos y la alimentación de animales destinados al consumo humano en general. Entre las medidas de este decálogo destaca una lista pública en Internet con los nombres de los infractores. Desde la Izquierda piden la dimisión de Aigner.
Entre las acusaciones y voces que piden su dimisión, especialmente desde el ala izquierda del espectro social alemán, la Ministra de Agricultura, Ilse Aigner, ha presentado hoy un conjunto de medidas encaminadas a incrementar el control sobre la cadena alimentaria, especialmente en lo relativo a la fabricación de piensos y la alimentación animal. ´
Aún está totalmente vigente el escándalo surgido tras detectarse un importante brote de contaminación alimentaria, debido al suministro por parte de varias fábricas de pienso contaminado con altos niveles de dioxinas provenientes de grasas no aptas para la alimentación. Estos piensos se distribuyeron al menos por cinco estados y son miles las explotaciones que se han visto gravemente afectadas, por no hablar de las pérdidas que está provocando en el sector y del irreparable deterioro de su imagen ante la opinión pública del país.
El paquete de medidas presentado por Aigner se centra especialmente en el endurecimiento del control sobre los propios fabricantes de piensos para animales, así como para sus proveedores. Siguendo con la moda de legislar a golpe de actualidad, las medidas especifican aun más sobre el último caso de las dioxinas, centrándose buena parte de ellas en este ámbito concreto.
Partiendo desde la base, Aigner anuncia la creación de un nuevo sistema de concesión de licencias para los fabricantes de grasas y aceites, en el que se especificará el uso final del producto, con el fin de separar totalmente la producción de grasa para alimentación de los procesos para fines industriales.
Son los productores de piensos los que más atención reciben. A partir de ahora se cargarán de diversas obligaciones, desde tener que contratar un seguro extra de responsabilidad civil en materia de "Seguridad Alimentaria" hasta tener ellos mismos que analizar cada uno de los ingredientes que empleen en la fabricación de los piensos, informando detallamente a la Administración de los resultados de estos análisis. Igualmente, todos los laboratorios que detecten productos contaminados en el ámbito de la alimentación animal y humana también deberán informar a las autoridades, especialmente los laboratorios privados.
Alemania quiere establecer un sistema de alerta temprana, en el que destaca la intención de crear una lista pública en Internet en la que se recojan los nombres de las empresas infractoras en materia de Seguridad Alimentaria. También anuncian un mayor endurecimiento de los controles a lo largo de toda la cadena. "Las obligaciones de los productores de piensos relativas al control de sus productos se van a intensificar de forma significativa. Debemos liderar un endurecimiento y una ampliación de estos controles", ha afirmado Aigner, quien también ha asegurado que su país impulsará la adopción de medidas a nivel Comunitario.
El ejecutivo de Ángela Merkel cuenta con el respaldo mayoritario de la sociedad, según reveló una encuesta realizada por la televisión pública alemana: el 84% de los alemanes estaría a favor de endurecer la legislación en materia de Seguridad Alimentaria. El 79% de los encuestados respondió además no tener problemas por pagar algo más por alimentos de mayor calidad.
Los que sí que tienen un serio problema son los propios productores, en realidad los principales afectados por el escándalo y primeras víctimas del presunto caso de fraude. Que la ZDF realice este tipo de encuestas, especialmente la última pregunta tiene implícito el gran deterioro que ha sufrido la imagen del sector, aparte de las pérdidas directas que provocó el cierre de hasta 4.700 granjas en todo el país, especialmente en la Baja Sajonia.
China cancela las importaciones y al menos 180 cerdos contaminados fuera de control
Si los datos de consumo de huevos reflejan un descenso del 20% tras el anuncio por parte del Gobierno alemán de que cientos de miles de huevos provenientes de gallinas ponedoras contaminadas habían llegado a las tiendas, los productores alemanes temen que ahora suceda lo mismo con la carne de cerdo, tras las declaraciones realizadas ayer por parte Markus Aicher, portavoz del matadero de la Baja Sajonia por el que pasaron animales afectados: "la carne fue procesada seguro, ya no la tenemos", declaró, en referencia a 180 cerdos que estuvieron expuestos a los piensos contaminados. La venta de carne de cerdo se ha resentido menos que los huevos, bajando tras el escándalo un 10%. Los productores temen que este anuncio vuelva a afectar negativamente a los mercados.
Esta semana China canceló las importaciones de huevos y porcino procedentes de Alemania, ordenando además la realización de estrictos controles a las partidas ya en camino. Las importaciones de cerdo alemán del principal productor mundial son escasas, apenas 7.000 toneladas anuales, pero la importancia de China en el escenario mundial es innegable. Se suma así a Corea del Sur que, junto a la comunitaria Eslovaquia ya había ordenado el cierre de sus fronteras a estos productos germanos. En el caso de Eslovaquia, ésta levantó las sanciones a los pocos días, quizá tras presiones recibidas del resto de la Unión. Como decía Johannes Remmel, Ministro de Agricultura de la región de Renania del Norte Westfalia, el segundo estado más afectado tras la Baja Sajonia, "es un escándalo que se agrava día a día".