ASAJA vuelve a pedir el almacenamiento privado para el aceite de oliva
Ante los bajos precios registrados, los peores de los últimos siete años
La buena marcha de los mercados, sobre todo de la exportación, no está impidiendo la caída de los precios de los aceites de oliva, que presentan, por segunda campaña oleícola consecutiva, cotizaciones ruinosas que amenazan al olivar español. Por ello, ASAJA urge al MARM para que solicite a Bruselas la puesta en marcha del almacenamiento privado.
Las adversas condiciones climáticas han afectado seriamente a las labores de recolección, dificultando o impidiendo las mismas en las zonas de mayor producción, como Andalucía. Las incidencias meteorológicas están propiciando la caída de la aceituna madura del olivo, debido a los fuertes vientos y sucesivos temporales que se han ido encadenando, así como a las heladas que se han producido en la mayor parte de España.
Las disponibilidades de aceite para comercializar han disminuido debido a las dificultades en la recolección y la lentitud de la misma, pero también por el buen ritmo de salidas de aceites desde almazaras, con unas cantidades próximas a las 120.000 toneladas mensuales en los dos primeros meses de campaña. Esto ha supuesto unas existencias en bodega, a finales de noviembre de 2010, de tan sólo 158.000 toneladas, cantidad que cubre, por tanto, poco más de un mes de necesidades mínimas operativas de la industria aceitunera para abastecer el mercado interior y la exportación.
Pese a estas circunstancias, los precios de los aceites de oliva, lejos de recuperarse en el transcurso de la campaña, se mantienen de nuevo ruinosos para la mayor parte de los productores olivareros de nuestro país, en muchos casos por debajo del coste de producción de las aceitunas. Esto ha sembrado el desánimo entre los agricultores, que en algunos casos se han planteado incluso dejar la aceituna en el campo para evitar incurrir en pérdidas adicionales por el coste de la recolección, que en las condiciones actuales en las que se encuentran los olivares se hacen más penosas y costosas.
Para evitar que los precios del aceite de oliva se mantengan con cotizaciones de ruina que ponen en riesgo la subsistencia de alrededor de un millón y medio de hectáreas de olivar español, ASAJA solicita que desde la Administración se articulen instrumentos de contención de los descensos de los precios en origen. Es necesario actuar para evitar que la distribución utilice el aceite de oliva como producto reclamo o "gancho" para atraer clientela. Así mismo, ASAJA solicita a la Comisión Europea la puesta en marcha de los instrumentos de regulación de mercado existentes en la reglamentación comunitaria de la actual OCM –almacenamiento privado-, para que se pueda, a través de estas medidas, reactivar las cotizaciones de los aceites de oliva.