El Gobierno Andaluz modifica la normativa que regula las actividades de marisqueo
La p`rincipal novedad es la inclusión de la acuicultura, para la se crea una nueva licencia
El nuevo decreto regulador de las modalidades de marisqueo de moluscos, crustáceos, tunicados, equinodermos y otros invertebrados marinos aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía incluye a partir de ahora a las actividades de acuicultura, para las que se crea un nuevo tipo de licencia, denominada "de fines productivos".
La consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, subrayó tras la reunión del Consejo de Gobierno celebrada ayer que el decreto contribuye a normalizar la actividad productiva, supone una importante mejora al unificar distintas normas que, hasta ahora, regulaban esta actividad e incluye un modelo de gestión que tiene "muy en cuenta" la sostenibilidad de los caladeros. Asimismo, indicaba que supone un importante paso para la profesionalización del sector.
La regulación, que afecta fundamentalmente a 427 mariscadores a pie, 33 de inmersión y 391 embarcaciones, introduce como principal novedad la creación de una licencia específica para la modalidad de marisqueo denominada de fines productivos (instalaciones de acuicultura), que se sumará a las tres actuales de carácter extractivo (marisqueo a pie, desde embarcaciones y por inmersión).
Igualmente novedosa es la previsión de que la flota marisquera del Mediterráneo se integre, antes del 31 de diciembre de 2011, en el Sistema de Localización y Seguimiento de Embarcaciones Pesqueras Andaluzas, que hasta ahora se venía aplicando en el Golfo de Cádiz.
Este dispositivo, desarrollado por la Consejería de Agricultura y Pesca, permite conocer en cada momento dónde y qué está haciendo la flota, así como controlar el cumplimiento de las restricciones establecidas en zonas protegidas. Además, permite disponer de información adecuada para asegurar una gestión sostenible de los recursos e incorpora mecanismos de alerta que facilita la inmediata conexión con los servicios de emergencias y salvamento marino.
Junto con la generalización del sistema de localización y seguimiento, el decreto regula los planes de marisqueo vinculados a zonas y caladeros, en la misma línea de los que ya se vienen desarrollando para otras pesquerías. Estos planes, elaborados conjuntamente a propuesta del sector y a partir de estudios y diagnósticos sobre la situación de los recursos, incluirán normas de calendario, jornadas, periodos de vedas y tipos de arte permitidos y sus características, entre otros aspectos.
En este sentido, existen 46 zonas delimitadas de producción marisquera autorizada, de las que 32 son de tipo A (aquellas en las que, debido a la calidad del agua, los moluscos no necesitan someterse al proceso de depuración) y las de tipo B (en las que este procedimiento es obligatorio).
La norma aprobada por el Consejo de Gobierno también abre la posibilidad de que los acuicultores puedan, además de adquirir las semillas en los establecimientos acreditados, autoabastecerse directamente de las obtenidas en el mar. Esta autorización, por dos años renovables según la disponibilidad de recursos, se concederá prioritariamente a aquellos profesionales que acrediten mayor experiencia en las actividades de pesca marítima profesional y marisqueo.
Finalmente, el decreto recoge las artes permitidas y sus características para todas las modalidades, que en el caso de las embarcaciones se limitan a la draga hidráulica, al rastro remolcado y al mecanizado.
El sector marisquero andaluz está integrado por 427 mariscadores a pie en las provincias de Huelva (265) y Cádiz (162); otros 33 profesionales de la modalidad de inmersión, y 391 embarcaciones distribuidas entre los caladeros del Mediterráneo (264) y Golfo de Cádiz (127).
El resultado de la actividad se traduce en una producción fresca en lonjas de 3.800 toneladas, con un valor de desembarque superior a los 13 millones de euros. Las principales especies capturadas son la chirla, que en 2009 alcanzó las 3.200 toneladas y casi 12 millones de euros, la concha fina y la coquina.